Salí a tirar la basura, como cada tarde. Los contenedores estaban cruzando la calle, a tres minutos y 25 segundos de mi casa. Lo había hecho tantas veces que hacía el recorrido mecánicamente, sin prestar atención a nadie. Solo a mis pensamientos.
Pero esa tarde algo llamó mi atención, había una chica mirándome desde el otro lado de la calle. Me giré disimuladamente y ella apartó su mirada, avergonzada. Era una chica rubia, bastante alta, y según había visto en los pocos segundos en que nuestros ojos se cruzaran es que eran marrones. Un bonito marrón chocolate. Un precioso marrón chocolate en realidad. Aceleró el paso y la perdí entre la multitud. "Que extraño" pensé, antes de seguir mi ruta.
A la mañana siguiente la volví a ver. Fue la segunda de muchas otras veces. Era muy hermosa, no solo sus ojos, también la forma en que se le ondulaba el pelo sobre los hombros, su manera de caminar, cuando se sonrojaba mientras nuestras miradas se encontraban... Ella siempre iba por el otro lado de la calle y seguía recto, mientras que yo simplemente cruzaba y tiraba la basura. Me preguntaba adónde iba siempre a la misma hora. "Quizá va ver a su novio." Me descubrí pensando un día. No debería importarme lo que hiciera una chica a la que no conocía y a la que solo veía unos pocos segundos al día, pero lo cierto es que si lo hacía. Cada vez deseaba más y más el momento de salir a tirar la basura, algo que antes detestaba profundamente.
-Acuérdate de que mañana tenemos el concierto de Allan- Me recordó mi madre después de ir a tirarla ese día- Te noto muy distraído últimamente.
-Lo recuerdo, mamá.
La verdad es que tenía ganas de ir ver a mi primo Allan tocar con su grupo, no había tenido muchas oportunidades de verle en directo, y parecía que lo hacían realmente bien. Pero a mí el que más me gustaba de la banda era el cantante, James, su voz era conmovedora. Junto a la guitarra de mi primo formaban un gran dúo. Aunque en total eran cinco los que componían el grupo. Ángela, la batería era brutal también.
En ese instante se me cayó el vaso al ir a ponerme agua, el ruido fue acompañado de una reprochante mirada de mi madre.
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Llevaba varios días encerrado en mi habitación desde que la doctora Sparks me explicó la verdad. Me estaba dejando tiempo para asimilar la noticia, pero yo solo sentía que me ahogaba más y más en esta nueva realidad. Necesitaba salir de allí urgentemente. Ver las calles con mis propios ojos. Hice sonar el timbre para que viniera la doctora.
-¿Va todo bien?
-Quiero salir – le dije, yendo al grano.
-De acuerdo –Para mi sorpresa accedió rápido –Pero... antes tendrás que ver algunos videos para prepararte para lo que encontraras en el exterior, la tecnología en concreto, ha evolucionado mucho y hay nuevas leyes. Será como ver un video de historia –Sonrió irónicamente. Ya que era consciente de que aunque para ella hubieran pasado casi 200 años, para mí era como si todo hubiese sucedido el día anterior.
-¿Algo más? –Pregunté. Si solo tenía que ver un absurdo video para salir, firmaba en cualquier momento.
-Claro. Nos hemos puesto en contacto con tu familia, mandaran a alguien para recogerte y te alojaras con ellos temporalmente. Te enseñaran la ciudad y te pondrán al día de lo demás.
-¿Mi... familia? Yo ya no tengo de eso. –Repliqué dubitativo.
-Tu no. –Vaya forma para suavizar la verdad, pensé- Pero tu hermano tuvo descendientes. Los Law no se extinguieron con tu "muerte", Macalib. Tomas encontró el amor y tuvo hijos, que a su vez tuvieron hijos. Ya los conocerás, ellos serán tu nueva familia ahora.
-Uau –Fue todo lo que pude articular.
-Lo sé, demasiada información. Ahora descansa y mañana empezamos con los videos.
-¿Cómo sabes tanto de mi historia? Es decir... tú no tienes 150 años, no has podido vivirlo todo. –Me miró como si tuviera algún problema que me impidiera pensar correctamente.
-Toda la información está archivada, yo solo la leo y te lo explico todo. Es nuestro deber informar a los pacientes de su pasado. –"Claro" pensé.
Se marchó, y puse un CD en el reproductor de CDs, el cual tenía pinta de haber vivido muchos muchos años. Me lo trajeron hacía cuatro o cinco días para que no me sintiera tan desubicado, junto con algunos CDs que ellos llamaban "de mi época".
Empezó a sonar "Hero" y me relajé en la cama. Intenté imaginar cómo habría sido la vida de mi hermanito.
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Congelación.org
General FictionMe desperté con dolor de cabeza y en una cama demasiado dura para ser la mía. Mis ojos poco a poco fueron acostumbrándose a la oscuridad, pero no podía distinguir gran cosa. Fui a incorporarme, cuando mil agujas se clavaron en mi abdomen, en un acto...