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"I don't wanna be your hero" estaba cantando James en ese momento, mientras Allan lo acompañaba con sus acordes de guitarra, y los demás con sus respectivos instrumentos. La canción no era original suya, solo la reinterpretaban a su manera.

Al terminar el concierto fui a saludar a Allan para felicitarle por la gran actuación.

-Ha sido genial Allan, en serio. Lo hacéis muy bien. -Le halagué.

-Ya lo sé, si vinieras a vernos más... –Me miró con falso resentimiento. Pero yo ya no le escuchaba, acababa de ver a la chica rubia que me tenía obsesionado cada vez que iba a tirar la basura. ¿Era posible que realmente fuera ella? ¿Por qué estaba allí? ¿Cómo no me había dado yo cuenta antes de que estaba en la misma sala? Pensé, mientras la seguía con la mirada, y para mi sorpresa, fue a saludar a James. Lo primero que pensé al verlos reír juntos era que él era su novio. La toxicidad interiorizada. Seguro que por eso estaba ahí.

-¿Me estas escuchando Mac? ¿Han venido tus padres también?

-¿Quién es esa chica? –Dije interrumpiendo.

Se giró nada sutilmente y rió.

-Así que era eso... Es la prima de James. ¿Quieres que te la presente? También tiene un nombre raro- Dijo mientras me guiñaba un ojo y hacía el ademán de ir hacia allí.

-Ni se te ocurra. No, no, no por favor.

Al ver mi nerviosismo me pidió que confiara en él, con una sonrisa que inspiraba todo lo contrario.

Se acercó allí en grandes zancadas y se dirigió a James:

-¿Te acuerdas de mi primo Mac, James? Le estaba diciendo que debería venir más a nuestros conciertos.

-Claro – Dijo mientras me saludaba con un movimiento de cabeza. Haciendo que su cabello rubio y largo (de un tono diferente al de ella) se moviera graciosamente. En nuestra familia todos éramos morenos de cabello. Lo único que variaba entre nosotros eran nuestros ojos de diferentes colores.

-Su prima viene siempre Mac –Me dijo Allan, haciéndome sonrojar- Se llama Mon, ¿verdad? -Le miró. Sin esperar respuesta continuó- Él es Macalib.

-Hola –Dijo con una voz muy suave.

-¡Eh James, mira, ahí está el fotógrafo! Vamos a ver las fotos – Dijo mi primo arrastrándole consigo mientras nos dejaba a Mon y a mi solos.

"Genial. Y ahora qué hago."

-¿Entonces vienes a todos sus conciertos?-Pregunté intentado romper el silencio.

-Sí, me gustaría cantar en mi propia banda algún día –Respondió entusiasmada.

-Seguro que lo consigues- Dije intentado parecer amable

-¿Tu tocas algo?- Preguntó

-No. Oye, me suena haberte visto en algún sitio antes, ¿Es posible?- Pregunté intentando ser convincente. Como si no recordara perfectamente a aquella chica de los ojos preciosos.

-Creo que sí, ¿Eres el chico de la basura?

Al ver mi cara totalmente descolocada, añadió:

-El que va a tirar la basura a la misma hora me refiero...

-¿Así que así es como me llaman? ¿El chico de la basura? –Dije en broma, riendo a carcajadas. –Supongo que ese soy yo.

Ella me acompañó con su risa musical. Por el rabillo del ojo pude observar a mis padres, que habían encontrado a Allan y le estaban saludando.

-Pero me puedes llamar Mac –Sonreí- Lo sé, Macalib es muy raro...

-Como mi nombre- Me devolvió la sonrisa- Encantada de conocerte Mac.

-Igualmente.

Ahora mis padres, Tomas y Allan estaban mirando hacia donde yo me encontraba y era cuestión de tiempo que vinieran todos a ver con quien hablaba. "Será mejor que me despida" pensé mientras mi corazón pedía que me quedara más tiempo.

-Tengo que irme –Dije en cambio- Ya nos veremos.

-Claro. Hasta otra, chico de la basura.

La fulminé con la mirada y me dirigí hacia donde estaban mis padres.

Eran las 3 de la noche y no podía dormir. Últimamente mi insomnio había aumentado considerablemente. Salí de la habitación y me dispuse a explorar el gran centro. Tenía curiosidad por saber cuán grande era, que escondía cada una de sus puertas. Para mi decepción la mayoría estaban cerradas con llave. Después de lo que me pareció mucho tiempo andando distinguí una puerta entreabierta. Había dado vueltas y más vueltas, subido y bajado escaleras sin encontrar ninguna novedad ni nada interesante. Así que, entré sin dudar a esa sala, era enorme. Tenía un montón de estantes blancos con paneles de cristal con distintas fechas sobre ellas. Se remontaban desde hacía 300 años. Fui a buscar la primera década del siglo XXI y saqué una caja, de cristal (que en realidad no debía ser cristal, solo que se le parecía) y encontré un montón de trastos de mis tiempos. Había libros, CDs, una linterna, la cual cogí para futuras expediciones, un skate, carteras, cascos, ordenadores, un parchís, de todo. Aunque me costaba distinguir las cosas con claridad sin tan poca visión. Era increíble. Inmerso en mi fascinación no escuché como alguien entraba, tan solo me di cuenta cuando se iluminó la sala. Un hombre bastante mayor y con una barba blanca que me recordó a Dumbledore, me miró sorprendido.

-SUJETO LIBRE. RÁPIDO, CAPTURENLO- Gritó de repente. ¿Qué estaba pasando? Mis instintos decían que corriera.

-No pongas esa cara –hizo una pausa- Chaval. ¿Chaval? ¿Se pronuncia así? –Asentí asustado- La lengua ha variado un poquito estos años- explicó- era una broma. Está prohibido entrar aquí... ¿Por qué estás aquí?

Un poco cohibido le expliqué que no podía dormir.

-Suele pasar, sobre todo al principio. Ups, no me he presentado, me llamo Dan, soy el marido de tu doctora. Debes ser el nuevo descongelado Macalib, no? –Asentí por segunda vez, evidentemente había más gente en el enorme edifico, mi cerebro procesaba las cosas lentamente, por lo visto.

-Vamos, te llevaré a tu habitación. Mañana te tienen que poner el vídeo... será mejor que duermas un poco.

-Gracias, señor.

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⏰ Última actualización: Nov 19, 2017 ⏰

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