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—¡Ay, Mark, ya no sé qué hacer!

—Noona, debes relajarte..., ¿y por qué me cuentas esto a mí y no a tus amigas? Creo que exageras.

—Aish..., es que necesito decirlo en mi lengua natal con alguien y eres de los pocos que me puedes entender.

Mark, estudiante de secundaria, aconsejando a su noona Wendy quien estaba en la universidad. Bastante lógico. El menor suspiró al teléfono, mientras acomodaba el suéter de DongHyuck junto con su mochila para el día siguiente.

—¿Y por qué no le pides consejo a SeHun-hyung? Él conoce bien a noona. Un poco de consejo del sexo opuesto pero también de edad similar nunca está de más...

—¡Miedo! —repuso Wendy, casi derramando su bote de esmalte de uñas—. Sospecho de él. Está detrás de ella siempre, ¡yo pensaba que gustaba de LuHan!

—Pues no —dijo Mark—. Hasta donde me dijo MinSeok-hyung, LuHan-hyung tiene novia. ¿Pero no que SeHun-hyung estaba en algo con Yoona-noona? No hagas todo sola...

—No sé qué hacer...

—Yo creo que deberías relajarte primero. No es como si ella no te conociera —dijo el canadiense—. Insisto, exageras.

—Qué cortante —repuso la muchacha, haciendo un puchero.

—Voy a estudiar con Hyuck y llegará en cualquier momento, noona, lo siento. El examen es en dos días y es la nota más importante en el semestre...

Wendy suspiró triste, sin siquiera pensar en que ellos estaban en años distintos -Bueno, Mark. Lo siento.

—Tranquila —le dijo el otro, suavemente—. Podremos hablar después. Hasta entonces.

La chica colgó y después de que el esmalte se secara, se desplomó en su cama. No estaba de humor, ¡por intentar hacerle brownies terminó creando ladrillos! Sin pasar por alto el hecho que cuando intentó romper los huevos para partirlos, por el susto hundió demasiado el dedo y el huevo en vez de caer en el bol, cayó al suelo. Era patético.

—¡¿Por qué esto me pasa a mí?! —gritó al cielo. Un segundo después, entró SeulGi a la habitación.

—¿Terminaste? —preguntó.

—Necesito un nuevo plan —lloriqueó la mitad canadiense.

—De acuerdo —dijo su amiga. Se acercó al escritorio, agarró un marcador y empezó a escribir una gran letra en la pizarra—. Plan S en camino.

—¿S de SeulGi?

—No —repuso su amiga—. Los otros diecinueve planes han fallado.

—Dios mío.

🎶

Después del incidente en los casilleros, Wendy se dio cuenta de cuánta mala suerte tenía para acercarse a la chica que (sí, lo había admitido) le gustaba. También se enteró de que SeulGi la conocía, de que su nombre artístico en las obras en las que había aparecido era «Irene» -que era el nombre de la diosa de la paz, vaya coincidencia- y que era de las más codiciadas por toda la facultad.

No, peor incluso, casi todos sus amigos la conocían menos ella. O su círculo era mucho más amplio de lo que creía o ella nunca le prestó atención. Al parecer, ella también desconocía su existencia hasta ese fatídico día.

Había logrado que se hicieran más o menos amigas, pero ya en tres meses lo único que había logrado, seguramente, era ganarse el apodo de la tontita de primer año; caídas, tartamudeos, botar los libros, olvidar las cosas, quedar en vergüenza, maquillaje, escapársele comentarios... Era una odisea no quedar en ridículo frente a aquella joya de persona. Lo peor de todo es que Wendy quería enamorarla, pero sentía que su suerte, la belleza de la otra y su constante presión anti fracaso le jugaban en contra.

Clumsy ✿ wenreneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora