24.

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En particular, el día de hoy se define especial.

Un día donde una persona nació, se dio inicio a una familia e hizo feliz a otras personas por tal hecho. Un día como éste comenzó una vida; la mía.

Era cinco de abril, en otras palabras era...

— ¡Feliz Cumpleaños, Holly! —gritó Riley.

Mis ojos se habían abierto hace unos minutos, por lo cual no me asusté con el chillido de mi amiga, podía observar como sostenía un pastel pequeño donde el número veinte habitaba.

Cumpleaños feliz, te deseamos a ti—cantó Evan, quien apareció de la nada.

Para mi sorpresa otra persona apareció; Nate.

Los tres cantaron, desafinando un montón y la melodía producía risa; en un momento se juntaron diferentes nombres en la canción: Holly, Hollywood y dulzura, produciéndome una risa chillona.

Yo, seguía acostada observándolos. Apostaba que mi rostro se veía desorientado y mi pelo un total desastre pero a ellos parecía no importarle en ese momento.

Evan no venía con las manos vacías, sino que con una caja grande envuelta con papel de regalo y un lindo listón adornándolo, además de tres bolsas colgando en sus brazos.

Por otro lado, Nate tenía dos globos en sus manos representando el número dos junto al cero para así formar el veinte. Algo de que no me había dado cuenta era que mi habitación se encontraba adornada.

En el techo se encontraban cintas de distintos colores colgando, junto a ellas habían globos de distintos tamaños y colores. Estaba sorprendida, realmente sorprendida ya que nunca me habían adornado mi habitación por mi cumpleaños.

Cuando terminaron de cantar no pude evitar aplaudir como una niña, a lo que me recibió una continua risa por parte de todos. Ellos se acercaron a abrazarme.

—Te deseo lo mejor, Holly—dijo Riley.

—Ahora abre los regalos.

Evan me acercó la caja, me daba tristeza romper el papel ya que su diseño trataba de pequeños libros adornándolo, indicándome que lo compraron en mi librería favorita de Seattle. No pude evitar el grito que salió de mi boca, ya que era un gran regalo.

—¡Es toda la saga de Juego de tronos! —chillé.

La sonrisa de Nate era grande y por supuesto, si fue él de la idea. Todos sabían que necesitaba esos libros en físico ya que hace semanas lo estaba insinuando pero no creía que fuera realidad.

—Todo sea por ti, dulzura.

Traté de que mis ojos delataran todo el agradecimiento que poseía en ese momento, lo miré fijamente tratando de demostrarle.

—Ahora abre los demás.

Mis ojos brillaban, casi lagrimeaban de felicidad; nunca esperé tener a estos amigos rodeándome en este día especial.

Riley me paso las restantes bolsas, las cuales contenían otras de mis cosas favoritas.

—¡Es el último disco de Coldplay! —grité nuevamente, está bien emocionarse de vez en cuando.

Además de aquello, era una bolsa llena de distintos chocolates que amaba y ello parecía otro regalo perfecto. Y por último, era una figura de colección de alguna serie que me tenía obsesionada.

Cada uno era un regalo perfecto.

—Muchas gracias—miré a cada uno— Hacen de este día algo muy lindo.

Nathan.  Donde viven las historias. Descúbrelo ahora