Oscuro y sádico amor © (+18) (Profesor-Alumna)

Capitulo 1- Pillados por el profesor nuevo

Llegué a clase como cada día, a primera lengua, mi asignatura favorita desde hace casi medio año.

 

Los chicos me miraban siempre con una mezcla entre asco y morbo. Y las chicas simplemente asco.

Circulaban toda clase de rumores sobre mi, que me acuesto con hombres mayores por dinero, que aborte en mi anterior instituto, que cada asignatura que apruebo es por favores al profesor, y más mierdas variadas.

 

Hoy llegaba nuestro profesor nuevo de gimnasia, el anterior profesor se mudó y nos dejó tirados, bueno, a sus alumnos y a la escuela.

 

—Buenos días.— Dijo mi adorado profesor Merle Driscoll, o “Señor Driscoll” como en teoría deberíamos llamarle.-Vamos a continuar leyendo por donde lo dejamos ayer.- Dijo sentándose en su silla, en esas mesas encima de la tarima como dar sensación de superioridad hacia los alumnos.- Venga  Jeffry, empieza.- Ordenó.

 

Empezamos a leer el libro desde donde lo dejamos la clase anterior.

 

Estaba intentando seguir la lectura, pero en su clase era una completa inepta porque siempre estaba distraída.

 

Miraba de reojo hacia su mesa y veía que me estaba mirando, tenía esa odiosa habilidad de profesor de saber por donde íbamos sin siquiera mirar el texto y se podía permitir el lujo de mirarme cuando todos los alumnos estaban concentrados en él libro.

 

Me dedico una sonrisa pícara, sabía lo que iba a hacer.

 

—Señorita Osbert continue leyendo.— Me dijo sonriendo malévolamente. Mire el libro para ver si podía encontrar la última palabra leída rápidamente, pero no fue así. — Muy mal, siempre estás distraída, hablaremos después de clase. Meg continua por favor.— Dijo mirando un par de segundo él libro para luego volver a  dedicarme una sonrisa.

 

Uno de los rumores más extendidos en el instituto era que me tiraba al profesor de lengua, y era verdad, bueno, no solo me lo tiraba, estaba medio saliendo con él, a pesar de que nos llevamos bastantes años no era un impedimento para pasarlo bien juntos.

 

Termino la clase y todos los alumnos se fueron a gimnasia menos yo, ya conocería al profesor de gimnasia en otro momento.

 

Se levantó de su mesa ya recogida acercándose a la mía, sabía que no iba a pasar nadie por allí hasta la siguiente clase.

 

—Muy mal señorita Osbert, es como la décima vez que esta distraída en clase.- Dijo con una sonrisa pícara de oreja a oreja.— Acaso le distrae algo en especial.- Dijo mientras se apoyaba con los codos en mi pupitre, acercándose a mi cara.

 

—Venga, dígame, ¡Que le distrae?— Repitió.

 

Sonreí acercándome yo a él.

 

—Verá “Señor Driscoll”, es que usted me distrae, me mira de una forma muy obscena.— Conteste mientras sonreía.