Capitulo 11- Anulada

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Todo se volvió oscuro, y sin más para mi todo había desaparecido. Primero todo era oscuro y luego se volvió blanco, escuchaba un susurro pero no llegaba a distinguir algo con claridad. Sabía que estaba respirando pero no me notaba él cuerpo y algo dentro de mi hacia que quisiera despertarme, como si estuviera dormida, en una pesadilla.

 

Y como si de verdad estuviera durmiendo me desperté. Esperaba encontrarme en brazos de un héroe que me salvara de Sahak, pero nada más lejos. Estaba en un lugar que desconocía, sin poder mover brazos y piernas, atada a una silla, podía empezar a distinguir con claridad las formas de los objetos que había a mi alrededor, parecía que estaba en un garaje o una especie de sótano. Delante de mí estaba Sahak hablando, al principio no distinguía que estaba diciendo, era como una voz a lo lejos, hasta que todo se tornó claro.

 

—...despertado. Ya era hora, no pensaba que fueras tan debil despues de tanto ejercicio que hacías en él gimnasio.

 

—...—Intenté hablar, pero algo me lo impedía, tenía algo que me inmovilizaba los labios, quizás una cinta adhesiva o algo, no sabía él que, solo que no podía hablar.

 

—Bueno, bueno, esto ha pasado por algo, ¿Verdad?— Dijo mientras daba vueltas a mi alrededor.— Te dije que para todo había consecuencias, y él meter a ese crío de Miko es una de ellas, me estorba, y como él no lo va a pagar tendrás que ser tú.

 

Empecé a temblar quería llorar, gritar, patalear. Pero nada más que podía mirarle sin hacer absolutamente nada, deseaba que mis lágrimas empañaron mi visión pero por otro lado le quería ver claramente.

 

Se acercó a mi y me empezó a hablar al oído rodeándome con los brazos.

 

—Mi querida Shana, con lo que yo te quiero. Ya te lo dije, estoy enamorado de ti. Y tu... me haces hacer estas cosas.— Dijo mientras negaba con la cabeza.

 

Intente que todo esto parara, decir algo, aunque eso pudiera significar más represalias, empecé a emitir ruido como si estuviera hablando aunque en realidad él ruido salía de mi garganta y no decía nada. Sahak me miró y tras un tiempo en él que supongo que estuvo pensando si destapar la boca o no, lo hizo. Al final era cinta adhesiva, lo hizo con tanto cuidado que ni siquiera me dolía él que me la quitara, y aun así era algo inevitable él temer por mi vida en esa situación.

 

—Lo siento.— En realidad no lo sentía.— Sacaré a Miko de esto, dejaré de hablar con él. Por favor no me hagas daño. Por favor.— No me gustaba suplicar pero estaba en clara desventaja. Debía dejar a Miko a un lado, en cierto modo intentaba hacerlo. Nadie le dijo que viniera al despacho, nadie le dijo que me siguiera hasta mi encuentro con Shak, nadie se lo pidió, y ahora me estaba molestando la situación y mucho peor, podría estar poniendo mi vida en peligro cuando o que se supone es que quiere lo mejor para mi.

 

Sahak se agacho y se puso delante mía apoyado en mi rodillas.

 

—Vas a quitar al niñato de esto.— Dijo mientras me acariciaba las rodillas con suavidad.

 

Oscuro y sádico amor © (+18) (Profesor-Alumna)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora