Oscuro y sádico amor © (+18) (Profesor-Alumna)

Capitulo 6- Incomodamente

Ni siquiera me moví del sitio, quería llorar allí mismo pero me contuve, miraba a la puerta y a la vez me daba miedo hasta verle entrar. Mi estómago se removía como si tuviera un mar dentro de mí y hubiera estallado una tormenta.

 

Mirando le vi entrar, ni siquiera miro a la clase como solía hacer antes de que yo dejara de venir, supongo que miraba solo para verme a mi.

 

—Sentaos que empezamos.— Dijo para que los que estaban de pie, o en el pasillo entraron y se sentaron, colocó sus cosas sobre la mesa y me miró, directamente a mi. La clase se quedó en completo silencio como un minuto entero, sesenta segundos de silencio y una mirada que me taba por dentro. Tras ese minuto, en cuanto Merle bajo la mirada parte de la clase empezó a murmurar.

 

— Repasar cinco minutos que ya tengo vuestro examen, habia examen “A” y examen “B” para evitar copias.— Dijo ordenando sus papeles e ignorando él murmullo.

 

—¡Que te calles ya coño!— Gritó Miko que sentaba como dos filas por detrás mía.

 

—Pero tu quien coño te crees que eres para mandarme callar.— Dijo alterado Jeffry Brandon que se sentaba a su derecha.

 

Me di la vuelta, como toda la clase, y vi que estaban de pie enfrentados el uno con él otro. Merle se levantó y les cogió a los dos de los hombros.

—Seguid repasando.— Dijo antes de sacarlos al pasillo. Ni siquiera me miró.

 

La chica que se sentaba a mi derecha Melba Davida me dijo que estaban hablando de mi seguro, que desde que desaparecí Miko no hacía más defenderme. Davida nunca me había hablado, de hecho juraba que la caia mal.

Me la quede mirando extrañada por que me había hablado y sonrió.

 

—Sabes, antes no me gustabas mucho. —Me dijo sin que yo dijera nada.— Pero Miko habla tan bien de ti, que, como no vas a creer a ese chico. Quizás todos estábamos equivocados en este pueblo.— Dijo muy amistosamente.— ¿Quieres que repasemos juntas?

 

—Claro. La dije mientras mirábamos los apuntes. Tenía más o menos claro él examen, y mientras lo leía no podía evitar pensar que Miko me estaba defendiendo, ¿Que se cree? No soy una niña desvalida que necesita que alguien esté salvando la. Pero gracias a eso había hablado con Davida. No pude evitarlo.

 

Me levanté y me diriji a la puerta.

—¿A donde vas?— Pregunto Davida sin tratar de detenerme desde su pupitre.

 

Salí al pasillo y vi como Merle hablaba con Miko y Jeffry, sin importarme nada me puse delante de Merle dándole la espalda en frente de Miko.

 

—¿Quien demonios te crees que eres para defenderme?— Tenía sentimientos confusos de agradecimiento y odio, y claramente predomina el odio. Sé valerme por mi misma. — Me encanta que me trates tan bien y seas bueno conmigo.— Continué diciendo sin dejarle hablar. — ¡Pero no eres mi héroe, no soy tu princesa en apuros!— Dije marchándome sin que me contestara.