Bajo la advertencia del director de no suspender más, Bakugou por falta de interés a su rendimiento académico buscará la ayuda de un Nerd para que realice sus trabajos mientras él lo protege de posibles ataques dentro de la academia.
Una clásica his...
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— Incluso alguien como él lo vería extraño.
Alzando la mirada tras llevo su mano sobre la rebelde y áspera cabellera que ahora percibía.
— Me corrijo. Él siempre lo miró como tal.
Palideció recordando todo su disgusto.
Ya no. No otro cambio. Se repetía miles de veces, apretando la cinta que conectaba su bolso al agarre de su muñeca. Su respiración intranquila, pasos apresurados y torpes con una angustia que hace años no sentía le afligían.
Perturbaban su andar.
No bebería de haber aceptado nada; a la ausencia y partida de su compañera prometió el evitar cualquier conflicto contra él o los que bajo su cuidado están. Miedo lo que un simple nombre le provoco, temor lo que el recuerdo le trajo y alegría de que en su búsqueda se involucrara.
Midoriya Izuku
¿Quién?
Midoriya Izuku
¿Podría ser...?
¿Lo recuerdas?
No
¿Sabes de él?
No
¿En verdad?
Deja de preguntar.
¿Lo sabes no es verdad?
No
¿Acaso...?
No, no es así
¿Tú eres...?
¡NO!
— Tren xxxx con destino a xxx. Siguiente parada xxxx.
Sonó por los altavoces de la central que acostumbraba a tomar para regresar a la Academia desde su hogar.
Soló un momento quería dormir bajo la condición de no despertar con aquella preocupación; cuento, sueño, presagio o mentira ¿Qué es lo que ocurre en este mundo? Pensar para responder, rodeado de solo cuatro opciones, sinónimas, utópicas y falsas.
Los pasos hastiados del vestigio se opusieron a la mente, el sueño contemplaba la añoranza y el contenedor, moribundo y destrozado ignoraba cada señal de su latente motor desgastado, apocado que fue confinado al lóbrego y sombrío cofre del abandono.
