"Nos bloqueamos y desbloqueamos tantas veces que perdí la cuenta. Y es que hay muchas clases de odio, pero nosotros decidimos odiarnos de la forma mas ridícula. Nos odiamos de la forma en la que se odian dos personas cuando se aman, y no estoy tratando de decir que amar a una persona sea odiarla, solo que a veces necesitamos culpar a alguien cuando las cosas no se dan como lo esperamos o como nosotros queremos que sean, pero realmente lo que nosotros odiábamos era no poder estar juntos, odiábamos no poder despertar juntos un domingo después de una noche romántica, o poder simplemente hacer cualquier cosa de las que hacemos todos los días con la mierda de personas que tenemos cerca, porque es que cuando estamos enamorados siempre nos preguntamos ”¿Por qué el destino es tan crudo y pone a las mejores personas lejos y me pone a la peor mierda de personas cerca?”, reprochábamos el destino, las circunstancias, y las cosas que no hicimos para estar juntos y acabaron distanciándonos. Y toda esa ira la terminamos descargando en el otro. Decidimos alejarnos y no buscarnos, dejar de intentar lo complicado y darle un poco de ”felicidad” a nuestras vidas. Y es que muchas veces confundimos ”felicidad” con ”tranquilidad”, en mi opinión la tranquilidad es solo un pedacito de felicidad en la que se refugian quienes llevan tiempo buscándola. Por otra parte; aunque hay cosas que están netamente ligadas al azar, el destino no existe, el destino eres tú. Y si las cosas de ponen difíciles, hay que luchar, construir, al fin y al cabo lo sencillo no se valora, solo valoramos lo que nos cuesta. A veces es bueno estar solos, y darle espacio para meditar al orgullo. Aquí estamos nosotros dándonos un tiempo; sin hablarnos, sin buscarnos, amándonos en silencio, esperando algún día poder no sentir nada, pero inconscientemente anhelando pronto volvernos a cruzar."