Difuso el vuelo de un sueño en esta tarde del otoño gris,
difuso el rostro del atardecer de este día cualquiera
y difusa tu mirada que ya se pierde entre el calor del sol,
y la mirada de una luna que se empeña en salir.
De cristal la tarde y de amor la brisa que atraviesa la noche,
que se aprovecha de la lluvia fina para hacerme soñar contigo;
vuelo a tu lado rozando las nubes con mis manos
para la atrapar la esencia de tu piel.
Difusa las manos que sujetan mi vida y
difusa la esencia que transportan tus ojos,
mujer del Otoño verdadero.