A penas 15 kilómetros las separaban del laboratorio, no tardaron demasiado en llegar al lugar aunque el cielo ya comenzaba a oscurecerse. Tal y como Clarke había predicho, una suave llovizna descendía del cielo; si estaba en lo cierto sería el inicio de una fuerte tormenta como las que estaba acostumbrada a atravesar. Ingresó el todoterreno por la entrada trasera y ladeó su cabeza para indicarle a la pequeña que bajara pero esta se encontraba dormida. Sonrió de lado, era incapaz de despertarla cuando se veía tan a gusto y pacífica. Fue ella quien bajó del todo-terreno y lo rodeó hasta llegar a la puerta del acompañante y poder abrirla para acto seguido tomar a la pequeña en brazos. Caminó hasta el sector donde se encontraban las habitaciones y recostó a la niña sobre la cama. El lugar estaba bastante ordenado, tomó una taza de la encimera y se preparó un té con algunas de las hierbas que había recogido con anterioridad. El silencio comenzó a ser reemplazado por el sonido de la lluvia y los relámpagos que se oían desde el exterior. La rubia tomó su taza y se dirigió hasta la misma habitación donde se encontraba Madi, algunas veces le resultaba tranquilizador el hecho de verla dormir. Seguramente estaba agotada, por la mañana se dedicaron a entrenar y posteriormente ocuparon el tiempo recogiendo algunas verduras de la pequeña huerta que habían iniciado hace tiempo. Bebió el té con lentitud, sus pensamientos se disparaban en muchas direcciones una vez más. Dejó escapar un pesado suspiro mientras intentaba alejar aquellos pensamientos de su mente, sería más útil si pensara por ejemplo en las actividades del día siguiente. Poco después depositó la taza ya vacía sobre la pequeña mesa ubicada a un lado de la cama, se puso de pie y recogió algo de ropa para darse una ducha. Aquella sería una buena forma de alejar los pensamientos de su mente, por alguna razón no podía dejar de pensar en Lexa. No es como si no lo hiciera usualmente pero aquel día no podía alejar los recuerdos de su mente. Una a una se quitó las prendas que llevaba puestas e ingresó a la bañera, el agua tibia cayó sobre su cuerpo y sus ojos se cerraron al mismo tiempo. Minutos después ya se encontraba vestida y rebuscando entre los escasos libros que poseía. Un fuerte ruido sobresaltó a la rubia y provocó que la niña se despertara asustada, Clarke se apresuró a tranquilizar a la pequeña aunque el ruido volvió a repetirse. —Ve por tu arma y espérame aquí, no te muevas. Ya sabes qué hacer—. Enunció en voz baja mientras abría un cajón para sacar un arma y abandonó la habitación intentando no hacer ruido. El sonido de la lluvia evitaba que la rubia pudiera percibir pasos o cualquier otro sonido en el interior, si estaba en lo cierto provenían de la entrada trasera. Madi, por su parte tomó su propia arma y se acercó a la ventana para intentar ver algo. Todo parecía estar en calma aunque la neblina dificultaba mucho la visión, siguió las órdenes de la rubia y se escondió en el armario hasta que Clarke le diera nuevas instrucciones. La skaikru se detuvo cerca de una de las puertas que conducían al garaje donde guardaban el todoterreno, alumbró con una linterna que había tomado a la pasada y pudo notar algunas gotas de agua en el suelo. Su corazón latía con fuerza, avanzó hasta asegurarse que la entrada estaba completamente cerrada y volteó en la dirección contraria. Apresuró su paso hasta llegar a la entrada principal y nuevamente comprobó que esta estaba completamente cerrada. ¿Qué demonios habían sido aquellos sonidos?
Como podrán notar, cada capítulo ce centra en una de las protagonistas. Particularmente este es corto pero ya verán por qué.
Por otra parte, quiero agradecer los comentarios que vienen llegando de a poco, es muy importante para que esta historia pueda continuar.
Ante cualquier duda o sugerencia pueden encontrarme en twitter como Hedaslover.
Gracias.
C-
YOU ARE READING
ON THE GROUND
FanfictionAquel día en que la ola de muerte alcanzó la tierra, Clarke Griffin se recluyó en un laboratorio en el que pasaría largos años. Lejos de todos sus amigos, de su familia y habiendo visto al amor de su vida morir en sus brazos creyó perder la cabeza...