Vacío.

291 32 1
                                    

-Castiel...

Una voz... ¿de quién era?

Se despertó, y todo lo que veía era...

Nada.

Nada.

Nada.

Aquel "lugar" era un vacío.

Era "negro", pero el negro no es un color.

No había ni arriba ni abajo, ni derecha, ni izquierda.

Estaba despierto, moviéndose, en alguna plataforma invisible, poderosa, irracional para cualquiera.

-¿Hola? ¡Hola! ¿¡HOLA!?

No había nada.

Todo estaba sumido en la oscuridad.

Y en el silencio.

Estaba desesperándose.

Lo único que quería... era estar con los Winchester, lo necesitaban... necesitaba... a Dean...

Caminó y caminó, sin darse cuenta... que algo se formaba tras sus pasos...

Al pasar, quien sabe cuantos minutos u horas o quizás días, habló al unísono.

-Sé que estás ahí. Puedo sentirte.

Por fin se había dado cuenta de que algo estaba allí.

-Hola.

Se dio la vuelta para ver a alguien idéntico a él...

-¿Qué eres? –preguntó.

-Sólo soy tu agradable entidad cósmica vecina.

Aquél "lugar" era un vacío.

EL vacío.

-Antes de que todo existiese, estaba el vacío. Aquí vienen los ángeles y demonios cuando mueren.

¿Todos estaban aquí?

¿Todos los que habían combatido?

¿Todos esos demonios a quien había abatido?

¿Todos a quienes había matado?

-¿Sabes una cosa? Dato curioso uno: todos duermen aquí, entonces... ¿por qué estás despierto?

-No lo sé. Quizás, los Winchester...

-No, no, no. Piensa más fuerte, chico listo. Ah y dato curioso dos: si tú estás despierto, yo también estaré despierto y ODIO estar despierto, entonces... ¿qué es lo que sucede?

No lo sabía.

No quería que el Vacío se le acercara, sin embargo, este lo tocó y le hizo recordar... todo. Desde que rescató a Dean del infierno hasta... su muerte a manos de Lucifer. Cada muerte y cada resurrección, cada elección equivocada...

Y le dolía.

Sentía una tristeza, una rabia...

Su cuerpo, su conciencia...

Su corazón, los remordimientos...

-¿Qué quieres?

-¿Qué quiero? Que te calles.

Quería volver. Quería... ver a Dean. Necesitaba ver a Dean.

-No quieres volver allí. –le dijo el Vacío.

-Sí quiero. Sam y Dean me necesitan.

Él era importante. Los podía ayudar. Ellos eran su...

-He paseado por todas tus pequeñas... neuronas. –el vacío se acercó. –Tus recuerdos, tus pequeños sentimientos, sí. Y sé lo que odias... -susurró. -Sé a quién amas..., que temes. No hay nada para ti allí. No. Mira... déjame enseñártelo.

Lost... and Found (Perdido... y encontrado)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora