Part 1: The Story Begins

282 11 0
                                    

NARRA EMMA

Hice click en el recuadro que decía: "rentar", la página guardó mis datos y me dio indicaciones de qué hacer el día de mañana. Por el momento, guardé mi computadora en mi mochila y la acomodé sobre mis hombros para después tomar mi maleta y salir de mi habitación sin hacer tanto ruido.

Miré por el pasillo y al percatarme de que todos dormían, me apresuré a bajar por las escaleras pero me detuve al ver una foto que estaba colgada en la pared: éramos mis hermanos y yo; tragué en seco y seguí bajando. Mi corazón latía con fuerza contra mis costillas mientras tomaba el pomo de la puerta, quité el pestillo y salí con sigilo; cerré detrás de mí y bajé la escalinata para después quitarle la alarma a mi coche.

Metí mis cosas y entré, cuando estaba por encender el auto noté que una luz en el interior de mi casa de encendió, y en una descarga de adrenalina arranqué y me alejé de aquella casa; no dejaba de ver por el espejo retrovisor sólo para verificar que nadie me siguiera.

Reí un poco por los nervios para después soltar un suspiro.

Me detuve en un hotel que me pareció acogedor.

-Una habitación, por favor.-dije cuando estuve frente al mostrador con mi mochila sobre los hombros

-¿Cuántas noches?-me preguntó el chico de la recepción

-Sólo por hoy.-dije dejando una tarjeta de crédito sobre el mostrador, él la tomó y comenzó a hacer el registro, minutos después me entregó la llave de mi habitación- Qué disfrute su estancia, señorita Robles.

-Gracias.-dije a secas y me dirigí a mi habitación, la cual no era de cuatro estrellas pero podría descansar al menos por esta noche.

Mañana sería mi primer día como chica independiente.


DOS DÍAS DESPUÉS - NARRA SIMÓN

-Vamos, Marto...-dije un poco impaciente para después ayudarlo con su maleta

-Hermano, insisto en que podemos encontrar una solución a esto...-comenzó pero yo me giré a verlo

-Es un poco tarde para decirlo, ¿No lo crees?-dije sin humor mientras alzaba mi mano pidiendo un taxi, uno se detuvo- Sube.-le ordené, torcí los labios- Deja de culparte...-le dije tomando su hombro

-Pero fue mi culpa.-lo escuché decir

-Shhh...-dije frunciendo el ceño mientras subíamos al taxi- Señor, ¿Podría llevarnos a esta dirección?-le pedí al chofer, comenzó a manejar por las calles de la ciudad hasta dejarnos, una hora después, frente al edificio en el que estaba nuestro futuro departamento

-Gracias, usted es muy amable.-le dijo mi hermano mientras pagaba el viaje, ambos bajamos con nuestras maletas y entramos al edificio- ¿Crees que la persona que nos adoptará sea amable?-reprimí mi risa

-No estamos en adopción.-dije mientras veía cuántos pisos había que subir, después de tomar el elevador, llegamos al décimo piso

-Creo que es aquí, ¿No?-asentí a la pregunta de Martín- 14-B.-dijo leyendo el papel

Ambos nos aproximamos hacia aquella puerta, tomé aire y toqué el timbre, se escuchaba jazz en el interior seguido de un pitido constante; ambos nos sobresaltamos por el ruido. Se abrió la puerta mostrándonos a una chica con un trapo de cocina en las manos.

-Problemas técnicos en la cocina...-dijo y tosió- Tú has de ser Simón.-dijo con una sonrisa tendiéndome su mano, la tomé un tanto distraído por su sonrisa y la calidez de su voz 

-¿Necesita ayuda?-le preguntó Martín

-¿Sabes cómo desactivar esa horrible alarma?-le preguntó y mi hermano movió sus hombros

-No, pero podemos intentar, ¿Cierto, Monchi?- parpadeé y asentí

-Disculpen el desorden pero yo también me acabo de mudar aquí...-dijo la chica y fue a la cocina, dejamos las maletas en el suelo y la seguimos, ella ponía una olla humeando en el fregadero

-Tal vez deberíamos de desactivar el sistema y abrir las ventanas, Marto.-le dije a mi hermano y él asintió

Tomé una silla y me subí para poder ver mejor el detector de humo, presioné el botón rojo que no dejaba de parpadear haciendo que el ruido parara de golpe.

-Sencillo, ¿Eh?-dijo la chica, mordí mi labio inferior delicadamente mientras yo bajaba de la silla

-Sí, sólo era presionar el botón...-dije tratando de sonreír mientras ambos nos mirábamos, ella me sonrió

-Bien... creo que debo presentarme, -volvió a hablar- me llamo Emma, curso el penúltimo año de la Universidad y ahora vamos a vivir juntos.-dijo un poco nerviosa- Y, de seguro estarán cansados...-juntó sus manos

-En realidad dormimos en el avión.-le dijo mi hermano haciendo que ella riera

-Les mostraré sus habitaciones...-dijo acomodando un mechón de cabello detrás de su oído- Son habitaciones continuas, y la mía es la que está al final del corredor... me temo que tenemos un solo baño; sala, comedor, área de estudio y cocina.-dijo sin que nos moviéramos del comedor

-Como podrán ver, -continuó- la lavadora está en la cocina.-rió- Pero como estamos en el décimo piso tenemos la terraza para nosotros.-dijo apuntando hacia arriba- Espero que se sientan cómodos, hice dos copias de la llave.-dijo sacando dos llaves de sus jeans deslavados, las tomamos.

-De lujo...-exclamé

-Ordené pizza, ya que la pasta se quemó por completo.-los tres reímos- Mientras tanto, pueden instalarse... tomar un baño o lo que gusten.-nos dijo con una sonrisa

-Soy Martín, gracias por adoptarnos.-dijo con una sonrisa, ambos rieron

-Marto.-lo llamé y negué con la cabeza

-Quiero recordar este momento, ¿Te molesta?-agregó sacando su cámara instantánea de la mochila

-Me parece algo lindo... adelante.-contestó Emma

- Primer día juntos.-dijo Martín ajustándonos para sacar la foto, Emma pasó su mano detrás de mí y sonrió para la foto- ¡Hacia lo desconocido!-dijo con entusiasmo mientras sacudía la foto

-Nos vamos a divertir mucho.-dijo Emma 


DesencuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora