Part 37: Nunca es suficiente

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NARRA EMMA

Alonso tenía ambas manos en hielo, yo fui a la sala de estar para limpiar todo hasta que se me cayó una de las botellas de cerveza; froté mi frente y suspiré con pesadez.

-Emma, ¿estás bien?-me preguntó Alonso apresurándose a entrar a la sala, nos miramos y sólo me limité a asentir

-Sí, se me cayó una botella...-dije haciendo un ademán con la mano, él suspiró

-Pensándolo bien, sí tengo que contarte algo...-soltó haciendo que lo mirara, alcé ligeramente una ceja y volví a dejar las botellas en la mesa de centro 

-¿Es algo malo?-le pregunté y él hizo una mueca- ¿Me voy a enojar?-agregué

-Es posible...-hizo otra mueca y yo lo interrumpí

-No me digas... es sobre Simón, ¿verdad?- le pregunté cruzándome de brazos

-Hagamos esto: -juntó sus manos en sus labios un tanto pensativo- nos sentamos a hablar sobre esto como personas civilizadas que somos mientras tomamos algo, todo tranquilo y si te enojas...-alcé una ceja y él hizo una seña con la mano para que lo dejara terminar- rompemos botellas en el patio y hacemos una noche de karaoke con canciones de señora dejada .-finalizó haciéndome sonreír 

-Alon, no es tu obligación hacer esto.-dije acariciando su mejilla

-Pero quiero hacerlo.-tomó mi mano y yo asentí

-Gracias.-contesté en voz baja, él se sentó en el sofá y yo me senté en la mesita de centro para quedar frente a él, en ése momento escuchamos que la puerta se abrió para después ver a Sam 

-Yo digo que mejor hay que ponernos una buena peda.-dijo Sam tomando una botella te whisky, se sentó junto a mí

-Alonso estaba por decirme algo.-le dije después de darle un trago a la botella de ron

-El asunto aquí es que...-comenzó Alonso pero Sam pasó un trago y lo interrumpió

-Amiga, tus nervios de loca respecto a Simón eran reales, el wey te puso el cuerno con su ex...-soltó haciéndome abrir mucho los ojos

-¿Es en serio?-les pregunté mirándolos, asintieron, sentí ganas de llorar pero mejor me empiné la botella, Sam hizo escándalo

-Pero qué cabrón salió. - dije sorbiendo mi nariz

-Yo no lo quería decir así, Sam.-la regañó su hermano y ambos empezaron a discutir

-Ya, córtenla. Es mejor así... no, si de que está pendejo, está pendejo.-les dije poniéndome de pie y recogí las botellas vacías que habían en la sala

-Emma...- me llamó Sam mientras yo caminaba al patio

-Díganle que se vaya mucho a la chingada.-dije y salí, dejé las botellas en el asador. Le di otro gran trago al ron mientras acomodaba las botellas en una barda que quedaba junto al asador

-Emma...- Alonso se puso junto a mi y me pasó una botella vacía- Has los honores.- me sonrió y lancé la botella contra la pared, cuando se rompió brinqué de la emoción; empezó a sonar una canción en la casa y salió Sam con su celular en la mano.

-Amiga, es justo y necesario que saques todo lo que te está matando.-me dijo rodeando mis hombros con su brazo


Nos dio la madrugada en el patio de mi casa, pasaron un par de horas y llegó Isa por la puerta del jardín, Alonso y yo nos habíamos acostado en el pasto, lo miré con una sonrisa.

-¿Qué?-me preguntó cuando empezó a sonar una canción de cumbia 

-¿Quieres bailar esa canción?-le pregunté cuando me puse de pie, él rió pero se puso de pie y comenzamos a bailar- Te amo por estar conmigo en las buenas y en las malas.-solté y di una vuelta mientras bailábamos, Isa y Sam estaban bailando también 

-Emma, no me des las gracias.-me dijo Alonso un poco apenado y besó de nuevo mis nudillos, me miró frunciendo el ceño- ¿Acabas de decir que me amas mientras bailamos cumbia?-preguntó con humor y yo asentí, ambos reímos, lo besé suavemente 

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⏰ Última actualización: May 20, 2023 ⏰

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