(En italiano):
-No veía el momento de que vinierais a Madrid- dijo Leire saliendo del aeropuerto junto con Francesco y Dalila.
-Siempre te sales con la tuya- rio Francesco- Yo no quería venir- y se cruzó de brazos.
-Pero yo sí- intervino Dalila- ¿por qué siempre tenía que ser ella la que viniera a vernos a Italia?
-Escucha a tu novia...
-A veces creo que la escucho demasiado, incluso cuando no estoy con ella- y Dalila golpeó el brazo de Francesco.
-Si no querías venir, haberte quedado en Milán. Nadie te obligó- Francesco rodó los ojos dejando escapar un profundo suspiro de fastidio.
-Y dejarte sola con Leire en Madrid... claro... el plan perfecto- Leire solo pudo reír ante el comentario de Francesco.
-Ni que yo fuera una delincuente- dijo encogiéndose de hombros.
-No, pero sois mujeres y cuando se os deja solas, en seguida aprovechan para hablar mal de los hombres.
-Eso es una leyenda urbana- respondió Dalila- hablamos mal de todo el mundo en general, no solo de los hombres- y chocó los cinco con Leire.
-Todas contra nosotros. No es justo.
-No es para tanto, Francesco. En el fondo os queremos mucho- rio Leire.
-¿Podemos ir a comer algo? Muero de hambre- dijo Francesco cambiando de tema.
-Claro. Aquí cerca hay un restaurante buenísimo.
-¿Y cuándo llegan los chicos?- preguntó Dalila, una vez llegaron a casa y tomaron asiento en el salón junto con Becca.
-En unos días más- respondió Becca emocionada.
-Leire ya me contó lo tuyo con ese chico... ¿Cómo era que se llamaba? Soy malísima para los nombres.
-Villa... bueno, su nombre es Juan Pablo, pero para diferenciarlo del otro Juan Pablo pues le dicen por su apellido- le explicó brevemente Leire.
-Es un niño muy lindo. Te felicito.
-Gracias, Dalila. La verdad es que, después de todo lo que pasó para llegar a donde estamos, me siento muy afortunada.
-Señoritas- se disculpó Francesco- con vuestro permiso, me retiro. Veo que la conversación no me va a gustar nada- bromeó- voy a salir a dar un paseo y a conocer la ciudad mientras vosotras habláis de vuestras cosas- le dio un corto beso a Dalila y dejó a las tres chicas solas en el salón.
-Siempre igual- se quejó Dalila meneando la cabeza- a veces siento que lo rodeo demasiado de mujeres- y las tres rieron.
-Es normal que quiera irse. Sabe que vamos a hablar de hombres y se siente incómodo- comentó Becca.
Mientras tanto, en Colombia, Juan Pablo se disponía a arreglar sus cosas para su regreso a España en unos días. Por un lado estaba feliz de volver a ver a Leire, pero por otro, le tocaba volver a despedirse de su familia y de Malta, que no se separó de su lado ni un minuto. Allí estaba, en su habitación, tumbada sobre su cama sin dejar de observarlo. Juan Pablo dejó a un lado su equipaje a medio hacer y se recostó en la cama junto a Malta.
-Vamos a ver qué tal van las cosas por España- comentó en voz alta antes de mandarle un mensaje a Leire:
"Hola mi cielo. ¿Cómo va todo por allá? ¿Todo bien en el aeropuerto?"
"(Leire): Todo marcha como siempre. En el aeropuerto bien. Estoy feliz de que finalmente Francesco haya decidido venir"
"Ya tengo ganas de conocerlo personalmente, aunque tengo más ganas de verte a ti"
"(Leire): No sé por qué intuyo segundas intenciones en esas ganas que tienes de verme"
"Será que usted no tiene 'ganas de verme', ¿o qué?"
"(Leire): Sabes de sobra que sí, me muero de ganas de verte, pero mejor dosifiquemos antes de aburrirnos el uno del otro"
"Jamás podría aburrirme de ti. Todavía nos quedan muchas cosas por hacer"
"(Leire): De nuevo creo leer segundas intenciones. No cambia más señor Isaza"
"Me gusta cuando me tratas de usted. Me hace recordar a una cosita que hicimos tú y yo"
"(Leire): Veo que no le falla la memoria. ¿Sabe qué? Tengo una propuesta para usted"
"Te escucho"
"(Leire): Tengo un juego que tal vez le interesa. Además, es algo que usted me debe"
"No sé de qué me hablas"
"(Leire): Ahora se hace el loco, señor Isaza. Le recuerdo que una vez, a petición suya y en contra de mi voluntad, me desnudé para usted"
"¿Estás queriendo decirme que haga yo lo mismo? No sabes lo que dices"
"(Leire): Sé muy bien lo que estoy diciendo. Me lo debe"
"Muy bien, pero te advierto que no podré estar a tu altura"
"(Leire): Tal vez tiene un talento oculto que desconoce. Espero que venga bien preparado para ello"
"¿Es una amenaza?"
"(Leire): No, para nada. Simplemente es que me muero de 'ganas de verle'"
-¿Con quién tanto hablas?- preguntó curiosa Dalila al ver a Leire tan concentrada en su móvil.
-Con Juan Pablo- respondió con una gran sonrisa que no podía esconder.
-Intuyo que no era una conversación común y corriente- bromeó Becca.
-Pues no. Teníamos una conversación sucia- sentenció Leire.
-Gracias por la sinceridad. Me gusta saber que tienes conversaciones sanas con tu novio.
-¿Ya estáis planeando lo que vais a hacer cuando el venga? Tenéis mucho vicio- rio Dalila.
-El vicio lo tiene él- se defendió Leire.
-Claro, claro... tú no- dijo Becca cruzándose de brazos.
-Pero es por su culpa. Él me llevó al lado oscuro- Becca y Dalila rieron instantáneamente al oír el comentario de Leire.
-¿Acaso le gusta el sexo sucio y duro?- preguntó directa Dalila.
-¿Es necesario que responda a eso?- respondió Leire alzando una ceja.
-Por supuesto. Nosotras tenemos que estar informadas de cada polvo que echáis.
-Bueno... no es que siempre el sexo sea igual. Unas veces surge de una manera y otras de otra- respondió sin más Leire.
-Versátil el chico... ya me pasarás un informe completo- rio Becca.
-Si se lo pasas a ella me lo tienes que pasar a mí también. A lo mejor puedo innovar con Francesco- añadió Dalila.
-Me asusta de pronto tanto interés sobre mi vida sexual- dijo Leire levantándose para ir a la cocina a por algo de comer- ¿Queréis comer algo?- les ofreció.
-Por favor. Necesito chocolate con urgencia- respondió de inmediato Becca.
-A ver si ahora vas a estar embarazada- gritó Leire desde la cocina.
-Muy graciosa... más bien a ver si no lo estás tú- le devolvió Becca la broma.
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¿Qué es el amor?
FanfictionNovela corta de carácter romántico. Apta para todos los públicos.