¿Qué pasaría si toda la tercera generación viaja a la segunda? Y más concretamente al año 1996, en el quinto año de nuestros protagonistas. ¿Evitarán muertes? ¿Cambiarán pensamientos?
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El siguiente encapuchado se levantó de la mesa de Ravenclaw, pero cuando iba llegando al escenario, tropezó y casi cae, provocando la risa de casi todos los presentes.
—Es como Ivy —dijo Fred riendo, recibiendo una mala mirada de la aludida.
Al quitarse la capucha todos se dieron de que era un chico bastante apuesto, pelinegro de ojos verdes.
—Hola pasado, me llamo Frank Longbottom, y soy el hijo de Neville y Hannah Longbottom, de soltera Abbott.
Los dos aludidos se miraron sin saber que decir, hasta que el joven Longbottom tomó la iniciativa y se dirigió a la mesa de Hufflepuff, ofreciéndole a su futura esposa la mano para que los dos juntos se encaminaran hacia la mesa de los leones.
—Bueno, yo sigo. Soy Gryffindor como mi padre —la mesa mencionada se llenó de aplausos, y se ganó la mirada orgullosa de sus padres—. Mi asignatura favorita es Herbología y odio Pociones. Estoy en quinto curso y juego como guardián en el equipo de Quidditch. También formo parte de los Merodeadores, soy Colagusano, pero no os preocupéis porque he dejado bien limpio su nombre. ¿Preguntas?
—¿En qué trabajamos? —le preguntó su madre.
—Bueno, mamá tu heredaste el Caldero Chorreante cuando murió el tío Tom, y ahora trabajas allí —ella lo miró ilusionada, aunque algo triste al saber que Tom moriría—, y papá trabaja en Hogwarts, es el profesor de Herbología y jefe de la casa de Gryffindor.
—¿Yo, profesor? —dijo éste sorprendido.
—Sí papá, y eres el mejor.
—¿Tienes novia? —preguntó entonces Luna.
—Sí, y pronto se presentará.
—¿Quiénes son tus padrinos? —dijo Hannah curiosa.
—Son tía Luna y tío Ernie.
La aludida agradeció a ambos.
En esto, Frank bajó del escenario y abrazó a sus padres y a los Weasley, para después sentarse junto a Neville y Hannah, que no podían estar más orgullosos de su pequeño.
