Ginger Weasley

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— capítulo veintitrés —


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La siguiente en presentarse era una chica rubia, de ojos grises muy profundos.

—Hey, hey, pasado —saludó felizmente la chica—. Me llamo Ginger. Voy a cuarto, a la casa de los leones, como mi padre. Me encanta el Quidditch, siempre jugaba con mis hermanos de niña, y cuando llegué a Hogwarts me quise apuntar al equipo. En segundo entré como cazadora, sustituyendo a una chica lesionada, y como al capitán le encanta como juego, soy la cazadora oficial y ella la suplente.

James le sonrió a la chica, le encantaba la alegría que brotaba de ella siempre, aunque los tiempos fuesen malos, ella siempre sonreía.

—Bueno, mi asignatura favorita es Historia de la Magia, principalmente cuando es a primera hora. No importa que faltes, Binns no se da cuenta nunca.

Eso hizo reir a todo el Gran Comedor, que quería saber quienes eran los padres de esa chica.

—Y os preguntaréis porqué soy siempre tan alegre, ¿verdad? —muchos asintieron—. Veréis, soy así por mamá. Ella ha sufrido mucho desde que era pequeña, y aún actualmente muchos la odian por lo que hizo su familia. Por eso yo siempre intento sonreír y sacarle risas a ella, no me gusta ver a mi mami triste.

Al acabar de decir eso, tenía una mueca en la cara, pero pronto se recompuso y volvió a sonreir.

Una encapuchada se levantó y la abrazó, seguida de Scorp y Eric, lo que reconfortó mucho a la chica.

—No tienes que ser siempre la fuerte, enana, nos tienes a nosotros para serlo por ti —le dijo Luke, que se había acercado, junto con Meg y Leo.

—Siempre vamos a estar par ti, pequeña —dijo Scorp.

—Claro, eres la peque, seguro que tu madre está orgullosa de ti por cómo eres —comentó Leo.

—Vamos, sonríe como siempre, y deja que tus hermanos y nosotros seamos fuertes por ti.

—Gracias chicos —dijo con una sonrisa sincera. Los abrazó a todos, dejando a los gemelos para el final.

Estos la miraron con orgullo antes de volver a sus asientos junto a sus padres.

—Bueno, creo que no he dicho quienes son mis padres —dijo rascándose la nuca—. Mis queridos papis son Fred y Lyra Weasley. Soy su última hija.

Fred y Lyra se miraron y se abrazaron, prometiéndose que no dejarían que su hija volviese a pasar por eso sola. La rubia, además, miró a la pequeña preocupada, no le gustaba que tuvieran que hacerse los fuertes por ella.

—¿Tienes novio?

—Sí, tío Draco, se presentará más tarde.

Dicho esto bajó para abrazar a toda su familia. Después se sentó junto a sus padres, que la abrazaron muy fuerte.

Viaje al PasadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora