Una oportunidad

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-¡Dios mío ! ¡John casi me matas del susto!.-llevó mis manos a mí corazón.

-Un gracias estaría mejor.

-Gracias. Ahora ¿cómo haremos para llevarnos a Máx? aún sigue hipnotizado - lo señale.

-Fácil.- contestó sin algún problema solo se acercó hacía su hermano y de un puñetazo lo desmayó, este cayó al piso sin asco.

-¡John!- grité enojada.

-¿Qué?.- me observó con un aire de inocencia - vámonos.

-¡Espera!, contéstame algo ¿qué tenía que ver él con ella?- me cruzó de brazos esperado por la respuesta.

Suelta un suspiro, mira a la mujer en el suelo y después a mí - Máx antes de conocerte sufrió una gran depresión por la muerte de su esposa cada día estaba empeorando, buscábamos ayuda en todas partes pero él no aceptaba él cada vez se hundía más, no comía ni salía de su habitación entonces un amigo nuestro nos habló de maravilla de esta persona y nosotros por desesperación y ayuda le creímos y ahí apreció esta persona, donde lo ayudó a salir pero poco a poco esa mujer comenzó a envenenar el corazón de Máx poniéndonos en su contra y haciéndole creer que eramos sus enemigos...tiempo después le pudimos abrirle los ojos. Luego de unos años apareció de nuevo esta mujer que ves ahora muerta, era la psicóloga de Máx pero al mismo tiempo una bruja que nos engañó con su apariencia-miro el cielo- El aún extraña a su esposa.

- No sabía que se había casado.

-Hay muchas cosas que no sabes de él Emily. Bien- dio un pequeño aplauso- ahora vámonos- tomó mi mano.

-¡Oye espera! ¿vas a dejarlo ahí?- hable mientras bajaba las escaleras a la fuerza, apretaba mi mano cada vez más fuerte -auch- me queje el me soltó inmediatamente, ahora mi mano estaba algo roja.

-No te preocupes alguien vendrá por él, lo siento si te hice daño es que me olvide que los humanos son tan frágiles - esa disculpa se escucha ¿falsa?.

Llegaba a casa, abrí de apoco la puerta, me saqué la zapatilla y de puntita subí las escaleras. Hoy fue un día bastante...excitante.

Había pasado una semana del reencuentro con esa mujer. Yo y Máx nos quisimos dar una nueva oportunidad, las cosas enteré el y yo comenzaron a mejor. Máx quería que me fuera a vivir con él pero le dije que necesitaba un poco de tiempo. Que fuera paciente. Máx entendió y no me ha vuelto a preguntar o tocar el tema.

Estaba en la cama escuchado música cuando mi celular sonó, y sonaba y seguía sonando, pero no iba a atender era un número privado esta persona se cansó de espera y cortó, minutos después volvió a llamar. Conteste de una vez - ¿Hola? - nadie contestaba solo se escuchaba la respiración de la otra línea -¡Esto no es gracioso! ¡déjame de llamarme!- al final se terminó escuchado una riza al final cortar la llamada, cuando tocan la puerta de mi habitación.

-Pasé. - ordene

-Mira hija te trajieron flores, ¿dónde te las dejó?.

-En la mesa se haya - colocó las flores en el jarrón de la mesita blanca.

-Toma- me da una pequeña carta -vinieron con las flores - se retira sin antes darme un beso en la frente, a penas cerró la puesta abrir la carta.

~Para la mujer más bella~
- D -

-David- observé las flores, me levanto de la cama, y me cambio de ropa. Las flores no tendía la culpa pero ya sé donde estarían mejor. Bajé las escaleras a las apuradas y salgo de la casa.

Una hora después..

-Hola Papá ha pasado mucho tiempo- me arrodillo ante su lápida -te extrañó mucho- dejó el ramo de flores sobre la lápida.

-¿Qué haces aquí Emily?.

EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora