¿Hasta cuándo?

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Últimos capítulos...

Salí corriendo con los ojos llenos de lágrimas, corría...no sé a donde pero corría con el corazón en la boca con un dolor y un sabor de traición que me quedo en la boca...todo mi mundo comenzó a derrumbarse, nada me salía bien..Mi cabeza me daba vueltas. Decidí que lo mejor sería calmarme un poco, mi respiración comenzó a volver a la normalidad.

Me encontraba en frente de un parque repleto de niños con su familia. Todo se detuvo excepto mis lágrimas que seguían deslizándose por mi mejilla hasta mi mentón donde caían y chocaban contra el piso.

Entre búsqueda encuentro otra carta proveniente del mismo hospital donde me dice que..mi.. Madre tenía cáncer terminal, esta enfermedad estaba muy avanzada...Esta carta no es muy reciente, es de 4 meses- arrugo las hojas hasta el punto de hacerles algunos "rasguños".

Me siento en una banca - ¿Por qué no me di cuenta antes?.

Mes 2 ... la enfermedad no era tan notable..

-Mamá me preguntan si me dejarías ir a una fies...- Ella comenzó a toser, no se detenía. Ella sin embargo se negaba a que la llevara a un hospital.

Mes 3.. en la Facultad Emily recibió una llamada.

-¿Hola?- hablo.

-Hola Emily.

-¿Tía? ¿qué sucede?.

-Es tu madre está mal, te necesita, se niega a que la lleve a un hospital, tengo miedo que le pase algo...¿podrías venir?.

-Claro voy en seguida.

Apretó los puños, me levanto del banco...regreso a casa, subo las escaleras ignorándola, agarro la maleta y comienzo a guardar mis pertenencias, yo bajaba las escaleras cuando ella me toma del brazo y me dice - ¿Me vas a explicar que significa todo esto?

-¿Cuándo pensabas decírmelo?...¡¿Cuándo pensabas decirme de tu enfermedad terminal y de mí medio hermano?! Ni siquiera tienes la cara para decírmelo- su respuesta fue una cachetada en mi mejilla izquierda- la observé con los ojos bien grandes, ella cae de rodillas ante mí sin articular ninguna palabra- De todos modos eres mi madre ¿verdad?...o ¿hasta eso mentiste?- le respondo y ahora como lo tomo ¿cómo un si o un no?.

Una hora después...

Golpeó la puerta de ....Máx.

-Cariño ¿qué sucede? ¿Y esas maletas? ¿por qué lloras?.

-Necesito un abrazo - me mira confundido me extiende los brazos, suelto las malteas correspondiendo a mi petición.

-¡Emily!- habló la pequeña Anabel- mira- exclamó, señalando sus "dientes" - me están creciendo mis colmillos.

-Que...bueno.

-Si así es- la niña con su dos colitas y su muñeco se fueron saltado de alegría.

-Bienvenida a casa.

6 meses después...

-¿Qué te parecen estas flores para el centro de mesa?- hablo la tía de máx.

-Me encanta- suena mi celular suena- con permiso- me retiro y atiendo -¿Hola?.

-¿Usted es Emily Elizabeth Scott?.

-¿Si? ¿en que le puedo ayudar?.

-Hablamos del Hospital San Ángel, su madre está internada, lamento ser el portador de malas noticias y que sea a través de este medio y no cara a cara como debe de ser pero me temo que a su madre le queda horas - ¿Por qué hoy?, dije en mis pensamientos- ¿señorita?... ¿Está ahí?... ¿Hola?...

-Si..sigo aquí, ¿puedo verla?- que pregunta más tonta.

-Sería lo mejor.

En el hospital..

Corría por los pasillos...hasta que la encontré conectada a millones de cables.

-¿Aron?- fue lo primero que se me vino a mi cabeza.

-Ella me invitó aquí.

-Emily- Tome sus manos que ya están algo frias- me hubiera gustado decirles en un mejor momento pero veo que ese momento nunca llegará - tose- pero no alargaré más la espera - Aron sé que tú no me conoces, me hubiera gustado conocerte pero fui tan cobarde que no pude darte la cara y decirte que Emily es tu media hermana, sé que esto es muy difícil de digerir pero por favor no te las agarre con ella, si no conmigo es mi culpa por no decírtelo antes, y comprendo que estés confundido y enojado conmigo.

Aron no me miraba solo tomó la chaqueta del sofá y salió lo más rápido de la habitación.

Mi madre suspira- cariño escuchame bien, pase lo que pase yo siempre te amaré, puede ser que no fui la mejor madre del mundo, pero siempre te amé y nunca te negué mi amor y por eso te pido que me perdones.

-Te perdono, tú me enseñaste a perdonar.

- Nunca me gustaron las despedidas, mira hasta donde llegaste y tu sola, estoy muy orgullosa de ti, cuídate mucho y cuida de él por mí.

- Mamá...no me dejes te necesito más que nunca. Perdóname.

- No tengo nada que perdonarte- se acomoda en la camilla sin soltar mi mano- hay mi niña me tienes que dejar ir, estaré con tu padre y es momento de despertar.

- ¿Qué?- otra vez esa palabra.

- Despierta, hija despierta te esperaré del otro lado. Sé feliz - su mano que me sostenía dejó de apretar y sus ojos se cerraron.

-Hasta pronto.

3 años después....

EmilyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora