Es mi última semana de clases, donde se concentran las evaluaciones ;u; nos vemos en dos tres semanas <3 los amo
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Sus sueños parecían tan reales que hasta provocaba acariciarse él mismo.
Estaba solo, manteniendo su cuerpo fundido con la cómoda cama mientras se revolvía contra las sábanas, empapándose del aroma de NamJoon, bajando sus manos firmemente por sus costados.
Era él y sus manos que contorneaban la lujuria que se escabullía entre su cuerpo en pequeños escalofríos, murmurando el nombre de aquella persona que lo hizo suspirar verdaderamente. Abandonado en su propio placer fue buscando los puntos débiles de su cuerpo que conocía perfectamente, aquellos lugares erógenos que pocos habían tenido la libertad de tocar. Buscó los escalofríos que se posaban sobre su clavícula izquierda, subirse su playera raspando firmemente su estómago y caminando lánguidamente hasta sus pezones, donde dedicó caricias imperceptibles que lo obligaban a contenerse, a no raspar enseguida sus botones rosas con la misma violencia de antaño.
Quería disfrutarse. Conocer su cuerpo y desearse como un chico en plena adolescencia, buscar los cosquilleos que ardían en la parte más blanda de su estómago y coincidir con la profundidad de su ingle, la punta de sus huesos y los límites de sus caderas. Terminó con ambas manos dentro de su bóxer y un pantalón que llegaba hasta debajo de sus muslos, acariciando la humedad de su ropa y la carne hirviente de su pene, entumeciéndose al momento de conectar un dedo con la poca profundidad de su prepucio, retándose a contener su orgasmo.
El índice se mantenía en el hueco de su pene a la vez que su zurda mantenía esas caricias violentas por todo el largo de su falo, arañando ligeramente sus testículos cuando sus dedos húmedos chocaban contra esa parte. Se paseaba por su ingle para después tomar su base y agitar su pene sin un ápice de compasión, siseando con los labios perlados en saliva e imaginando con el aroma de NamJoon que era él quien le hacía sentir así: borracho, perdido, amado.
Se corrió, imaginando esos hoyuelos que se dibujaban sólo para él, sintiendo esa respiración ofuscada que provocaba escalofríos en su caliente piel, palpando su corazón al momento de sostener ambas manos contra el pecho contrario para sostenerse. SeokJin esparció su semen por su estómago, queriendo que fuese la mano de NamJoon que tomara esa porción de su cuerpo, que lo tomara completamente.
-NamJoon—suspiró abatido, abriendo los ojos pesadamente, llevándose la vida consigo. Estaba cansado, con su anatomía completamente caliente y húmeda donde repasara sus manos. Intentó acomodarse, buscar amoldar el colchón para él hasta la llegada de NamJoon; no quería limpiarse, menos acomodar su ropa y pantalones.
Deseaba estar desnudo entre las manos de NamJoon, hallar su nombre entre los gruesos labios de éste cuando riera, cuando lo besara, en todo momento. Pero SeokJin sabía que eso era soñar demasiado.
Y sin saberlo unos labios carnosos y calientes envolvían su boca con delicadeza, robándole la respiración con una voz gruesa—; SeokJin.
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-Me has resultado más puto de lo que esperaba, Suga—habló Do-Hyung burlesco, riendo a la vez que cruzaba ambas piernas sobre su escritorio y rebuscaba entre sus cajones algún cigarrillo común para fumar.
-¿Para qué mierda me trajiste aquí?—murmuró, cohibiéndose en su asiento ante los dientes blancos y filosos que demostraba la sonrisa ajena. Y de repente pensó en Taehyung, en su sonrisa, en sus ojos marrones y el peligro en el que ambos estaban metidos. Tal vez era una mentira, pero el miedo de perder al amor de tu corta vida era tangible en su corazón.