Quédate conmigo /KiMin

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KiHyun estaba agachado junto a una esquina, no quería sentarse porque estaba seguro de que llenaría su ropa de polvo y su madre lo regañaría al llegar a casa. Desde donde estaba podía escuchar el rechinido que hacían los pies de MinHyuk cada que caminaba de un lado a otro y simplemente pudo bufar en respuesta. ¿Acaso Lee no podía estar quieto? "Niño hiperactivo", pensó.

Después de clases, a ambos les gustaba meterse en la casa abandonada a unas cuadras de sus respectivos hogares; habían pasado tantos años desde que había sido habitada que incluso la madera estaba desgastada, pero los pequeños habían acordado que sería su santuario. Llevaban aproximadamente tres meses desde su 》tradición《. A KiHyun le gustaba sólo ir a observar insectos, a sus cortos nueve años tenía una ligera obsesión con éstos y era por esa misma razón que no tenía más amigos además del revoltoso MinHyuk. KiHyun no sabía qué hubiera sido de él si el desconocido en aquel entonces no lo hubiera defendido de los bravucones del colegio; él estaba muy agradecido con el torbellino de sonrisas al que consideraba su mejor amigo ahora. Por otra parte, a MinHyuk le entretenía darse un paseo por el lúgubre lugar, no importaba que estuviese sucio y oliera a moho, él quería conectarse con la casa porque tenía el sueño de comprarla cuando fuera más grande como su papá. Estaba seguro que con su ayuda -un hombre de bienes raíces- haría de ese basurero la mejor casa de todo el barrio. Mas estaba aburrido, no podía hallar diversión estando solo, así que decidió volver con rapidez a donde había dejado a KiHyun, importándole nada que la madera bajo sus pies crujiera en un grito de agonía.

-Kiki, ¡vamos a hacer algo! -puchereó yendo a donde el mayor que no le prestó atención en un principio.

MinHyuk sabía lo que sucedía; KiHyun estaba estudiando mentalmente la manera de vivir de los insectos -otra vez- como era natural en él, pero como estaba tan aburrido y fastidiado interrumpió la fascinación de su amigo sin tomar en consideración lo que éste sintiese. Ya era demasiado tarde, su zapato ya había aplastado sin piedad al montón de escarabajos que llevaban comida a su aldea.

KiHyun se levantó de un salto y lo encaró, la vena en su cuello palpitó y se hizo notable mientras le gritaba: -¡¿Qué es lo que te pasa?! ¿Qué te han hecho ellos? ¡Tú..., niño inmaduro!

MinHyuk quiso reír por lo rojo que se encontraba su amigo. KiHyun no le ganaba por mucho pero aún así seguía tratándolo de bebé.

-Hyuuuu~ng -suplicó abultando su labio inferior.- Vamos a jugar, ¡anda! Llevas todo el rato viendo bichos, no me gustan los bichos, ¡lo sabes! Me dan... -hizo ademán de un escalofrío y tironeó de la camiseta del otro.- Anda, anda, vamos a jugar; vamos a jugar, hyung...

Exasperado, KiHyun lo apartó y se acomodó la ropa, seguido de sus anteojos redondos y la mochila que todavía colgaba en su espalda y dijo: -No voy a jugar, mataste a unos pobres insectos; no mereces que te hable.

Once upon a time 《Monsta X》Donde viven las historias. Descúbrelo ahora