S'ikkay, es un guerrero sumido en un mundo de fantasía a lo estilo medieval. A la edad de 22 años lo hechizaron con una maldición la cuál le afectaría en el transcurso de su vida. Sin embargo, esta maldición le ayudó a ser uno de los mejores Cazarre...
— Tú o tu pueblo, S'ikkay—su mirada era capaz de penetrar hasta la gema más fuerte existente en el mundo e incluso en el universo, pero S'ikkay se mantuvo firme, con su cabeza en alto y su postura mostrando superioridad, difícil de lograr al estar frente del gran Lord Linark—, oh, ¿no piensas responder? asumiré que prefieres la muerte de tu pueblo.
— Linark...— avanzó un paso más para quedar unos centímetros lejos del majestuoso Linark, sacó una de sus espadas de su vaina, provocando un gesto de terror en el gran Lord, quien estiró su brazo a su lado para estar listo en cualquier momento y disipar la existencia de S'ikkay con su gran poder—. Mátame a mi— soltó la espada dejándola caer en el suelo, creando un sonido sordo el cuál provocó un eco en toda la cueva; se arrodilló ante el Lord.
Linark sonrió triunfante, en su vida muy pocas veces había logrado conseguir lo que quería. Sin embargo las cosas que lograba eran gracias a los hombres que tenía a cargo, en su mayoría: caza-recompensas, por estas razones había conseguido fama. Ahora uno de sus grandes deseos era matar al guerrero más connotado pero de igual modo, desconocido por muchos: S'ikkay. De la mano del Lord comenzó a salir un llama calipso que inundó la vista de S'ikkay, sin embargo este no perdió la calma y esperó paciente.
— Muere—cuando S'ikkay encontró el momento exacto sacó una gran espada mágica que guardaba debajo de su capa y apuñaló a Linark justo en su vientre—, fácil— suspiró levantándose y viendo cómo el supuesto "Lord" se retorcía en su gran trono soltando maldiciones mientras sus ojos perdían el horizonte y se volvían negros reflejando que su día de muerte había llegado.
Agarró el borde de su capa y limpió la espada cubierta por sangre, tras esto se agachó y tomó con su mano derecha la espada que había soltado minutos atrás. Ésta última ya en sus manos, la levantó a la altura del cuello de Linark y con un rápido movimiento realizó un corte limpio en el cuello dejando caer la cabeza al suelo. Rodó por el piso hasta que S'ikkay colocó su pie sobre ésta para que se detuviera, con un mínimo esfuerzo se agachó y tomó la cabeza para luego meterla en una bolsa de género la cuál se bañó en sangre en pocos segundos.
S'ikkay dio media vuelta y comenzó a caminar con la cabeza en alto, mientras sujetaba con su mano derecha la bolsa por sobre su hombro. Cuando ya se encontraba fuera de la cueva, juntó su dedo índice y pulgar para luego llevarlos a sus labios y realizar un silbido el cual fue correspondido por el sonido del galopar de un animal. Este último salió de entre el bosque, que cabe destacar, estaba cubierto de nieve. El enorme Ciervo se detuvo en frente de S'ikkay y agachó su cabeza, esperando que su dueño le acariciara y eso hizo.
— Otra misión hecha—rió por lo bajo S'ikkay mientras pasaba su mano delicadamente por el cuello y torso del animal—. Volvamos a casa—suspiró y soltó un jadeo al momento de subirse sobre el lomo del Ciervo.
Con uno de sus pies le dió un pequeño golpe al animal quien reaccionó comenzando a galopar entre la abundante nieve, perdiéndose en el bosque.
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