Collar de Contención

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                                                                                   III


  — Necesitas un collar de contención  —llevó a S'ikkay por un largo pasillo con grandes vitrinas a sus costados, esto captó su atención, puesto que cada cierto tiempo se detenía a mirar las grandes armas ya forjadas—. Hey, S'ikkay, vamos— Atyla se devolvió y le agarró el brazo, tirando de él mientras rodaba los ojos.

Atyla, con una llave que colgaba de su cuello abrió una gran puerta al final del pasillo, esperó tanto  a S'ikkay como a su hermana a que entraran para que después ella cerrara la puerta nuevamente con la llave. Una vez dentro se dirigió a un estante, abrió sus puertas y dejó a la vista preciosos cristales.

  — Y dime— tomó una pausa para esperar a que S'ikkay se acercara a su lado y continuó—. ¿Cómo eran los que te maldijeron? Vestimenta, los poderes y esas cosas.

S'ikkay se quedó un rato mirando los cristales y comenzó a recordar. A su memoria sólo venía la imagen de varios magos encapuchados, completamente vestidos de negro o eso era lo que la noche le permitía ver. El poder del cuál disponían, o el que S'ikkay logró presenciar fue de fuego y un poder telepático. Y esto mismo es lo que le hizo saber a Atyla.

— Comprendo—asintió con la cabeza unas cuantas veces y suspiró sonriendo triunfante—. Creo saber cuál necesitas.

Y de los cristales escogió uno que desprendía una tenue luz celeste y dependía de donde se le veía para luego apreciar un nuevo color: morado. Todo esto a pesar de que el cristal era completamente negro.

— Atyla —le llamó Lyria—. Según lo que vi en él, posee un Ciervo de Luz.

  Atyla giró la cabeza hasta que sus ojos se encontraron con los de S'ikkay, dudó un poco y luego volvió a  guardar el cristal en su lugar.

  —¿Ciervo de Luz?— cuestionó nuestro Lestysio.

— Verás—Lyria comenzó a caminar hasta una gran mesa de madera sobre la cuál se ubicaban algunas armas o materiales para la creación de una; cuando llegó hasta la mesa se sentó sobre ella y comenzó a balancear sus piernas—. Un Ciervo de Luz es un ser mitológico, según algunos es el alma de un ángel, aunque muchos otros dicen que es el alma de un reencarnado, donde éstos últimos murieron como héroes.

S'ikkay entrecerró los ojos y le miró con curiosidad. No había entendido a qué se refería. Luego de un tiempo desvió la mirada hacia sus pies y comenzó a meditar lo que Lyria le había dicho, si bien era complicado de entender, al cabo de unos segundos le hizo sentido.

Según la leyenda, aquellos que en vida hayan sido unos buenos seres (Ser de luz), tendrán la opción de reencarnarse en un ser de bien. Se decía que los héroes se convertían en poderosos dragones.  Sin embargo el que en vida haya influenciado de mala manera, serán condenados a ser un ser de mal, generalmente reencarnan en un Lekhi, que son almas en pena, las cuales pasean por los bosques más oscuros del mundo sin tener la capacidad de poder salir de ellos. 

S'ikkay recordó el hecho de que la noche pasada vió a un chico adolescente, el cual irradiaba cierta energía y estaba casi seguro que era aquel Ciervo de Luz del que habló Lyria. Pero lo que le causaba extrañeza era el hecho de que supuestamente éstos seres de luz no eran capaces de volver a materializarse como humanos y a pesar de eso, este Ciervo lo logró.

  — ¿Es normal que los seres de Luz sean capaces de volver a tomar su forma humana?—S'ikkay levantó la vista para mirar a Lyria, esperando una respuesta, sin embargo ella mordió su labio inferior y negó con la cabeza.

BOUNTY HUNTER © | PAUSADA.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora