Capitulo 4.

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-Erick, que haces ahí abajo?
-Jugar.
Había algo en su voz que le hizo a Christopher ponerle los pelos de punta.
-Que dices? Dijo Christopher empezando a preocuparse. Venga Erick, sal de ahí.
-NO! Gritó este apartándose de sus amigos.
-Christopher, le pasan algo a sus ojos.
-Que?
-MIRALO! Dijo alumbrando a su amigo con la linterna.
-Sus ojos... están...
-Negros. Tiene los malditos ojos de color negro.
-Erick, vamos ven aquí.
-NO! Gritaba cada vez mas alto.
Derrepente, la puerta del sótano se cerró dejándolos encerrados dentro.
-Christopher...
-Tranquilo, habrá sido la corriente.
Entonces, las linternas empezaron a fallar.
-Zabdiel! No veo nada.
-Espera! Creo he traído cerillas.
-Cerillas? Que haces con cerillas?
-Que mas da Christopher!
Sacó las cerillas de la caja y encendió una.
-Zabdiel...
-Ahora que?
-Erick no esta.
Entonces, las cajas de alrededor empezaron a caerse encima de ellos.
-Corre! Dijo Christopher cubriéndose la cabeza.
Estaban a punto de llegar a las escaleras cuando Christopher escucho a Erick reírse tras el. Se dio la vuelta y vio a su amigo, levitando.
-Que.. demonios?
Pero Zabdiel le cogió de la camisa y le hizo subir las escaleras.
-AYUDA! Gritaban los dos mientras golpeaban la trampilla.
De pronto, la trampilla se abrió y Richard asomó la cabeza.
-Que hacéis?
-Quita! Dijo Zabdiel empujando a su amigo y subiendo al piso.
Nada mas subir Christopher, cerraron la trampilla.
-Que pasa? Dijo Richard.
-Ahí... Ahí abajo...
-Vale, que me lo diga mejor Christopher.
-Ahí... Ahí abajo...
-Otro? Que es lo que os pasa?
Al ver que no respondían, dijo:
-Muy bien, si no me lo queréis decir, bajo yo solo.
-No! Dijeron los dos a la vez.
-Me vais a decir que pasa?
-Ahí abajo esta Erick. Dijo finalmente Zabdiel.
-Que? Y le habéis dejado ahí solo? Estáis locos?!
-No Richard! Le ocurre algo, algo feo.
-Que queréis decir con eso?
-Que estaba como...
-Poseído. Dijo Zabdiel terminando la frase de su amigo.
Antes de que Richard pudiera decir nada, Joel se asomó por el hueco de las escaleras.
-Son las tres de la mañana, se puede saber que estáis haciendo ahí abajo?
-Joel! Erick esta poseído. Dijo Zabdiel que aun seguía temblando.
-Que? Me estáis vacilando.
Entonces empezó a bajar las escaleras cuando la casa se quedó a oscuras.
-Chicos! No apageis la luz, casi me caigo por las escaleras.
-Que esta pasando?
-Algo acaba de pasar por mi lado! Dijo Richard agarrándose a lo primero que tenía cerca.
-Au! Richard me haces daño.
-Perdón Zabdiel.
Y de pronto, las luces se volvieron a encender.
-CHRISTOPHER!! Gritó Richard.
Esté estaba tendido en el suelo, con los ojos cerrados.
Todos fueron donde el.
-Christopher me oyes? Dijo Richard intentando despertar a su amigo.
-Que es lo que esta pasando? Dijo Joel.
-Es Erick, esta...
-Poseído. Dijo Christopher.
Todos miraron con asombró a su amigo.
-Christopher! Estas bien?
-Si, estoy bien.
-Porque dices que esta poseído? Donde esta?
-Le he visto chicos. Dijo Christopher. Cuando la casa ha quedado a oscuras, él estaba aquí. Se a acercado a mi y me a dicho algo.
-El que?
-No se, lo le he entendido. Pero su voz era... No era el. Dijo esto último susurrando.
Todos miraron a Zabdiel.
Éste, al darse cuenta de que todos le miraban dijo:
-Se puede saber porque todos me estáis mirando?
-Tu eres el que decía que los fantasmas no existen. Dijo Joel.
-Y lo sigo diciendo.
-Ah si? Y que es eso que tiene a Erick?
-Un demonio. Dijo de pronto una voz tras ellos.
Se dieron la vuelta y ahí estaba Erick, mirándolos fijamente.
-Sus ojos... Dijo Joel.
Richard tragó saliva y dio un paso al frente.
-Erick...
Esté se comenzó a reír.
-No me llamó Erick! Tu amigo ya no esta.
-Y.. Como te llamas? Pregunto Christopher.
-Vosotros me conocías como Verónica.
Los cuatro se quedaron en silencio.
Entonces entendieron todo.
-Fuiste tu. Dijo de pronto Zabdiel.
Erick se comenzó a reír haciendo que a todos sus amigos les entrasen escalofríos.
-Si, fui yo todo el tiempo: En la gasolinera (dijo mirando a Richard), en el sótano (esta vez a Zabdiel), en el parque (a Joel)...
Os puse a prueba a todos, para averiguar quien de todos era el mas débil. Y realmente pensaba que eras tu Christopher, pero me equivoque, era Erick! Como no, el pequeño de la casa.
-Que le as echo? Dijo Richard.
-No habéis visto nunca una película de terror? Todo comienza debilitando a tu presa; unos ruidos debajo de su cama, voces que él solo puede escuchar, agarrarle un tobillo mientras sube por las escaleras... Hasta que finalmente le dejas indefenso.
-Fuiste tu el que le tiro por las escaleras del sótano.
-En verdad no se cayó por las escaleras, fue algo mucho peor.

Entonces Zabdiel se dio cuenta de una cosa.
Miro a su lado y golpeó disimuladamente a Christopher en el brazo. Esté miro a su amigo y vio lo que Zabdiel estaba señalando.
-La caja. Dijo Christopher por lo bajo.
-Hay que quitársela.
-Como?
-A la de 3.
-Estas loco Zabdiel.
-A la de 3.
1,2,3! Ya!
Los dos amigos, con un movimiento rápido se abalanzaron sobre Erick, pero este les había escuchado toda la conversación y estaba preparado. Les agarró del cuello a ambos y les levantó del suelo.
Richard y Joel se quedaron helados al ver esa escena. Se miraron uno al otro y enseguida supieron lo que tenían en mente.
Richard fue corriendo hacía Erick y aprovechando que tenía las manos ocupadas, le golpeó en la cabeza.
Al caer al suelo inconsciente, Joel aprovechó para quitarle la caja del bolsillo.
-Christopher, Richard estáis bien?
Los dos asintieron con la cabeza.

Cogieron un poco de cuerda y ataron a su amigo a una silla.
-Que hacemos ahora? Dijo Richard.
-Tenemos que llamar a un experto, yo mismo iré al pueblo a buscar uno. Dijo Christopher.
-Te acompaño.
-No Zabdiel, necesito que os quedéis aquí los tres por si se despierta.

Nada mas salir Christopher de la casa, Richard se dio cuenta de una cosa.
-Donde está Joel?
Después de buscarlo durante diez minutos, Richard le encontró sentado dentro de la bañera.
-Que haces ahí? 
Al acercarse, vio que su amigo estaba llorando.
-Joel... No llores.
Se metió dentro de la bañera y se sentó con el.
-No quiero que Erick se vaya. Dijo llorando.
-Irse? No se va a ir a ninguna parte Joel. Porque dices eso?
-No tienes idea de lo que hacen en los exorcismos verdad? Te sacan la cosa que te ha poseído si, pero después pasan dos cosas; o mueres, o te quedas en coma.
-Eso no va a pasar a Erick, no lo permitiremos.
-No quiero perderle Richard, ahora que le iba a decir lo que siento.
-Y se lo vas a decir. Yo me encargare de ello.
-Me lo prometes? Dijo mirando a su amigo con sus preciosos ojos rasgados llenos de lágrimas.
-Te lo prometo.
Se estaban abrazando cuando escucharon un fuerte golpe.
Fueron corriendo a la cocina y se encontraron a Zabdiel tirado en el suelo.
-Zabdiel! Estas bien?
-Si. Donde esta?
Los tres miraron a la silla y esta estaba vacía.

-Estoy aquí. Dijo de pronto Erick detrás de los chicos.
Se dieron la vuelta.
Al ver a su amigo, todos se quedaron sin respiración.
Estaba totalmente diferente; tenía las cuencas de los ojos negras, el pelo despeinada, estaba muy pálido y parecía que no había dormido en un año.
-Que le estas haciendo? Gritó Joel histérico.
-Por ahora, voy a hacer que mate a uno de sus amigos. Veamos cual... Tu! Dijo señalando a Zabdiel.
-No le vas a tocar. Dijo Richard poniéndose delante de su amigo.
-Ah no?
Con un gesto con la mano, Richard salió volando por los aires cayendo contra la mesa de la cocina.
-Richard! Gritó Joel.
Entonces hizo lo mismo con este.
Zabdiel, que estaba solo e indefenso, cogió un cuchillo de cocina.
-Vas a apuñalar a tu amigo? Dijo Erick acercándose a Zabdiel.
-Erick, por favor para. Decía Zabdiel mientras se alejaba.
-Erick no está, y tu pronto tampoco estarás.
Nada mas decir eso, se abalanzó sobre Zabdiel.
Los dos cayeron al suelo y comenzaron a pelearse por el cuchillo.
-Todo es culpa tuya. Dijo Erick de pronto.
Eso hizo que Zabdiel se quedase quieto y Erick aprovechó para golpearle con el mango del cuchillo.
Se puso encima de el y le inmovilizó.
-Si le hubieras creído cuando te dijo aquel día en el sótano que alguien le había agarrado del tobillo... Tu amigo ahora estaría bien.
-Erick..
Esté estaba asfixiando a su amigo con sus propias manos.
Zabdiel se comenzó a poner morado y a perder el conocimiento.
Entonces, alguien agarro a Erick por detrás y lo separó de Zabdiel de un empujón.
Se dio la vuelta y vio a Joel, que había cogido el cuchillo y estaba preparado para pelear.
-No voy a dejar que hagas daño a nadie mas!
-Ah no? Y que piensas hacer? Apuñalar a la persona a la que amas?
-Si tengo que hacerlo, si.
-Joel no. Dijo Richard intentando levantarse del suelo.
Erick estaba preparándose para atacar a Joel cuando la puerta de la calle se abrió y Christopher entró junto a un exorcista.
-Es ese. Dijo Christopher al ver a Erick.
El cura sacó de su bolsa una especie de pistola y apuntó a Erick.
-Que hace?! Gritó Zabdiel.
-Christopher! No le dejes que lo haga.
-Christopher.. Esta vez era Erick el que hablaba. Me va a matar, ese hombre me va a matar.
-No le escuches. Dijo el cura. Ese no es tu amigo.
Cogió la pistola y volvió a apuntar a Erick.
-Se acabo.
Justo antes de que disparará, el cuerpo de Erick dio una sacudida y algo negro le salió por la boca.
-No! Gritó Christopher. Pero ya era demasiado tarde, el cura disparo y la bala alcanzo a su amigo derribándolo al suelo.

Aquella cosa había salido de Erick un segundo antes de que la bala le alcanzará.
-Erick! Gritaron sus amigos.
-NO OS MOVÁIS! Dijo el cura.
Todavía está aquí. Y puede que dentro de uno de nosotros.

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