Carta 4

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Hola, Miguel.

Sé que tal vez no es el mejor momento para escribirte, sé que posiblemente no estés de humor o te sientas mal, pero yo también lo hago y necesitó decirte esto:

Lamento lo que pasó ayer en tu presentación... Lamento que ahora tengas que usar un yeso en el brazo por un tiempo, lamento mucho haber arruinado la  oportunidad que tenías...

En realidad, yo no quería causar problemas, soy muy torpe, vamos que la definición de “Torpe” y “tonto” juntas me queda corta a comparación de lo que soy... Pero bueno, yo no quería arruinarlo, de verdad, te lo juró, lo que paso es que me desconcentre y terminé arruinando todo...

Tal vez debería disculparme de frente, pero no puedo, me siento demasiado mal como para ir y decirte “Oye pues, arruiné todo, lo siento, ¿quieres ser mi amigo aún?” sé que posiblemente mis disculpas no sirvan de nada, por que no te van a curar el brazo o te van a dar otra oportunidad...

Pero, prometo que voy a enmendar mi error, ya lo veras, pronto...

Y nuevamente, lo siento mucho

-J.M

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Miguel bajo la carta y miro su brazo, ¿cómo es que esa persona sabia exactamente el hospital y numero de habitación en la que estaba? La enfermera le había dicho que alguien había ido a dejarla personalmente a la habitación, pero no le dijo específicamente quién y él acababa de despertar... Miró la mesa y había una rosa, había una pequeña notita “Lo siento” se leía en ella, tomo la rosa e inhaló el dulce aroma...

Cartas de un extraño |•Zarcronno•|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora