Cartas de un extraño |•Zarcronno•|

Final

Iban a dar las siete de la tarde, Miguel se quitó los cascos y suspiró, se aproximo a su closet y tomo dos sudaderas, se puso una y observo que tal se veía, no se convenció así que se puso la otra mirándose nuevamente, hizo una mueca y tomo otra... Al final solo tomo una camiseta roja de cuadros y se la puso encima, se veía informal pero bastante formal, como un punto medio.

Después de eso salió de su apartamento cerrando, bajo y se aproximo a un taxi, le dio la dirección y este lo llevo hasta el lugar, cuando llegaron pago y se bajo, estaba nervioso...

Miro aquel edificio y saco el sobre otra vez, no venia a que lugar exactamente ir... Miro alrededor y diviso entre uno de los arbustos de ahí una hoja doblada, se acercó y la tomo.

“Vaya, si encontraste esto y eres Miguel, eres más listo de lo que creía, felicitaciones...

Como regalo te diré que tienes que subir, te espero”

Guardo la nota y entro al edificio subiéndose al elevador, ahí había otra nota pegada con la misma letra “Ve a la última planta”  decía ahí, obedeció pinchando el número más alto de todos, sentía su corazón latir y no sabía por que estaba así.

El elevador paro y Miguel bajo, acerco su mano a la puerta y miro una nota antes “Aun puedes arrepentirte, no abrir y volver a tu casa...” se rió levemente y negó como si esa persona lo viera para saber que lo hizo, suspiro y abrió la puerta.

Al otro lado la azotea tenis una manta donde estaba sentado un chico de espaldas a Miguel mirando el horizonte, donde por cierto, había la preciosa vista al mar donde se reflejaba la hermosa luna.

—¿No te arrepentiste?—Hablo el chico que estaba de espaldas.

—Nunca lo haría —Miguel se acercó a el chico y se sentó al lado.

—Soy Juan, mucho gusto —Le sonrió tímidamente extendiendo la mano, Miguel la tomo.

—Entonces... Juan, tu eres quien escribía las cartas... ¿No?—Le preguntó soltando la mano.

—Depende, si es para algo bueno sí, si no, olvidalo yo ni siquiera se escribir —Bromeo el otro, en realidad estaba nervioso y por eso bromeaba así, Miguel rió levemente capturando la mirada

—Gracias... Por las cartas, es algo que nadie hace, un detalle muy lindo... —Dijo Miguel, el moreno no supo como responder, estaba nervioso.

Juan miro al frente y Miguel también.

—¿Puedo decirte algo?—Preguntó Miguel volteando a ver a Juan.

—Lo que quieras —Respondio Juan llevando su mirada a los ojos de Miguel.

—En realidad, cuando estábamos en primer año de la universidad... Yo solía hacer lo mismo que tu conmigo, solo que yo jamas te envíe las cartas que escribí —Reconocio Miguel bajando un poco la mirada.

—Entonces tu tam... Espera, ¿que?, ¿a que te refieres? —A Juan le costo un poco procesarlo —¿Te gustaba yo? —Le preguntó como si fuese algo improbable y muy tonto de decir.

—Me gustas tú —Corrigió Miguel acercándose a Juan.

El otro estaba procesado la información, todo le parecía demasiado irreal, primero, Miguel estaba ahí con él mirándolo como si quisiera algo con él, segundó, Miguel acababa de decirle “Me gustas tú” era todo como un sueño, era todo perfecto. Cuando menos lo pensó sus labios estaban siendo presionados por los de Miguel, no supo que hacer al inicio estaba en shock pero después se relajo un poco y siguió el beso.

Miguel se acomodo tomando el cuello de Juan y este instintivamente paso sus manos a la cintura del otro, juntándose un poco más, se separaron tomando aire y después se volvieron a juntar en otro beso más lento y pausado, ambos lo disfrutaban, era algo que querían hacer...