s.4

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Johnny esta terminado su desayuno mientras Doyoung ayudaba a In Ho con el suyo, esta vez él le ha dado un poco de galletitas de vainillas, fáciles de digerir para un niño tan pequeño como él es.

Doyoung de cierto modo se ha acostumbrado a la presencia de Johnny estos últimos días, él viene a casa algunas horas simplemente ayudándolo con In Ho, solo han sido dos veces las que se ha quedado a dormir y ha sido porque Doyoung se queda dormido.

Doyoung no sabe que esta pasando por la cabeza de Johnny pero se siente bien no sentirse tan solo en todo este caos. Sobre todo cuando ha comenzando a detestar estar solo con InHo por el hecho de que pensamientos horribles lo invaden, sobre ella, sobre la universidad que tuvo que dejar, sus padres, el dinero.

Un mes ha pasado.

Se encuentra llorando otra vez, es de noche y ya es tarde, InHo esta durmiendo plácidamente pero él esta pensando acerca del alquiler.

A la siguiente mañana se despierta por el timbre, perezoso se levanta, siente su cabeza punzar de tanto llorar. Y con una sonrisa recibe a Johnny.

- ¿estoy muy temprano?- Johnny siempre luce impecable con sus trajes caros y su cabello bien peinado, a veces, solo a veces, siente un poco de envidia.

- si pero no importa.- roda los ojos dejándolo entrar.

- traje croissants, pensé en desayunar contigo antes de ir a trabajar.- Doyoung ya estaba en la cocina colocando la pava sobre el fuego.

- que rico ¿café?

- si, y esto.- Johnny extendió su mano, tenia un sobre blanco.- estaba en la puerta, dice tu nombre.

Doyoung sintió escalofríos cuando leyó su nombre en letra cursiva desalineada. El sobre era abultado como si contenía más de una carta dentro y no se animo a abrirlo delante de Johnny, simplemente lo dejo sobre la heladera ignorando la mirada curiosa de este.

Luego de desayunar Johnny se fue, despidiéndose con una sonrisa.

Tenia miedo de abrirlo, tenia mucho miedo pero aún así rompió el papel con cuidado, sentándose en el sillón.

Documentos, cuatro fotografías, un papel con pintura y finalmente una carta.

Realmente espero que esto no sea necesario pero si algo he aprendido con mi marido es que es mejor prevenir que lamentar. Doyounggie lo siento tanto, estoy complicándote las cosas mucho, lo sé, lo siento con toda mi alma. Ha pasado una semana y esto luce mal, he ido al registro civil y cambie el apellido de InHo por el tuyo, lo sé, lo hice sin tu consentimiento y estas en todo tu derecho de odiarme pero no tengo en donde más dejarlo sin que lo encuentren. Los documentos son legales, indican que es tuyo, que InHo te pertenece y cualquiera que quiera quitártelo estará cometiendo un crimen.- Doyoung se detuvo de leer, algunas lagrimas se asomaron en sus ojos incluso en el papel habían rastros de gotas secos, ella había escrito mientras lloraba, tomo una gran bocanada de aire y siguió.- no sé que harás con él pero te ruego que lo mantengas a salvo, por favor, sé que es difícil, sé que me estoy aprovechando de ti pero por favor no dejes que nadie le haga daño nunca.

Si esta carta llego, lo único que significa es lo peor, estoy buscando ayuda pero todos están cerrándome la puerta en la cara, nadie quiere ofrecernos un techo a pesar de cuantas veces Hansol los ha ayudado ¡no entiendo! ¡esto es horrible! todo esto me hace pensar que los colegas de mi marido lo han traicionado. Me temo que moriré también.

Por favor Doyounggie cuida de InHo. No tiene padres, no tiene familia ahora.

Deberías buscar en los diarios, la muerte de Hansol salio es probable que la mía también lo haga. lo digo para que me creas, para que sepas que no estoy intentando deshacerme de mi propio hijo, jamas lo haría.

S.U.P.S -JOHNDO-Donde viven las historias. Descúbrelo ahora