-génesis

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—¿Cuando abres esas piernas preciosa?

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—¿Cuando abres esas piernas preciosa?

Grito en medio de la calle al ver pasar a una joven delgada y de estatura promedio.
La chica se giro al escuchar aquel hombre con voz exaltada, sijilo de una brisa escapada por el aire al ver el rostro e la chica con el rimel derramado haciendo resaltar sus ojos tan azules como el mar de una playa. El vestido de terciopelo color rosa pálido hacia juego con unas pequeñas manchas de color rojo que parecía ser sangre, le daba un espeluznante aspecto como la de una película de terror.
El señor palidezio al ver a la chica "destrozada" si es que se le podría llamar así. La chica llevo su cigarrillo a la boca que con el le sacó el humo haciéndolo desaparecer al instante por el fuerte aire que de repente el clima dejó caer.
La chica se acercó a el con una media sonrisa mientras volvía a llevar su cigarillo a la boca pero esta vez, se tragó el humo.
Llevo su mano a la mejilla del señor mientras la acariciaba con su pulgar levemente haciendo que el señor se estremeciera por su delgada y helada mano.

El mayor cerró los ojos de satisfacción al sentir las caricias de la castaña, arrepintiendose por malos pensamientos que llegó a tener por verla en ese aspecto que no se ve todos los días a estas altas horas de la madrugada.
La castaña sonreía ampliamente, al notar su reacción de esa manera.

Es mío. Pensó.

El señor poco a poco abría sus ojos tapándose con los ojos azulados de la castaña; deslizó una mano sobre su pierna que la metió por debajo de el vestido lentamente la chica al instante se deziso de aquella media sonrisa que antes tenía, que ahora se había convertido en una cara de fiasco, haciendo notar sus mandíbulas que tanto apretaba.

—¿Es lo que quieres?—. Gruño la castaña entre dientes.

Tomó a el señor de la nuca y lo acercó a su rostro rápidamente, topando sus labios con los suyos haciendo que el mayor sintiera un leve golpe es sus dientes por el impacto. Lo beso toscamente, tan rápido, metiendo su lengua en ellos buscando la suya con desesperación, a el mayor al captar el mensaje metió su lengua igual en la boca de la chica haciendo que sonriera de lado la castaña. La chica abrió su boca dándole mas accesibilidad para meter más a profundo su lengua. Al sentir la lengua del mayor más adentro de su boca la tomo con los dientes, mientras empujaba a el señor bruscamente haciendo que su lengua se arranque saliendo chorros de sangre tan grandes que parecían ser una cascada de montaña. El cuerpo del mayor cayó al suelo al instante sin vida, que oficialmente murió de desangrado.

La castaña... que a un conservaba la lengua del mayor en la boca lo escupió mientras fruncia el seño de asco, dando directo a la cara de el cuerpo del mayor salpicando algunos chorros de sangre al suelo por el fuerte impacto. La chica llevo uno de sus dedos a la boca saboriando la sangre del mayor mientras se le dibujaba media sonrisa cuando observó por última vez la lengua arrancada de su lugar.

Su vestido ya no parecía rosa con tela fina, ya no eran pequeñas manchas rojas que con tan sólo una lavada de ropa se lograrían quitar, no, ya no; ahora estaba cubierto de sangre tanto de la parte de adelante como la de atrás, haciendo que su aspecto se viera a un más peor de lo que ya antes estaba. Pero eso es lo de menos.
Tomó su cigarrillo del suelo y lo llevo a su boca, mientras se limpiaba un poco con las manos, la cual fue inútil , por que al igual que su boca y vestido, estaban tan rojas, formaban gotas que caían al suelo por el exceso de sangre, lograndose manchar más su rostro.

—Vergüenza—. Saco el humo de su boca—. Y pena...

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PURE - Román GodfreyDonde viven las historias. Descúbrelo ahora