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-¿Y qué duda es la que tienes en cuanto al arte, Norman? -Kristian se pone sus lentes y lo mira esperando la pregunta.

-Ah... -titubea mientras observa como bajo las escaleras- sob-bre el... la, del cuadro.

-No te entiendo chico.

Bajo el último escalón con la suerte de no haber sido escuchado o descubierto y con mucho cuidado entro en la cocina y deslizo la puerta que dirige al patio trasero. Camino pegado a la pared para que nadie me vea y llego a la puerta de madera donde ya me está esperando Norman.

-Eres un maldito, y mi mejor amigo así que me debes una enorme. Tu papá me da miedo -susurra.

-Te debo una enorme, lo sé. No sé porqué te da miedo; si es por su cara de gruñón o por su voz gruesa.

-Ah es muy difícil de decidir -alza la voz.

-Okay, tranquilo. Vamos.

Para poder caminar rápido con la bota que me dieron necesito las muletas así que intento no hacer mucho ruido hasta que llegamos a la avenida, donde tomamos un taxi hasta el centro comercial.

-Primero compraremos su regalo y después iremos a comprar las cosas para hacer la cena -le recuerdo a Norman.

-¿Qué le comprarás?

-Ya verás.

-¿Qué le cocinaras?

-Ya verás.

-¿Me dirás algo?

-Ya verás.

-Oh claro -entramos en la tienda.

Courtney

-Déjame ver si entendí -Cat se acomoda- no te ha mandado mensajes, no te ha venido a ver y ayer no te dijo nada.

-Sí -me termino de acostar en mi cama y abrazo mi peluche de oso.

-Prestame tu teléfono -le entrego el teléfono.

Enseguida lo desbloquea, se sabe mi contraseña, y le marca a Hayden. Lo pone en altavoz y me pasa el teléfono para que yo le conteste.

-¿Y qué le diré?

-Que es un idiota -sonrío.

-No haré eso -veo el techo.

-No veo porque no hacerlo -se encoge de hombros.

-Yo se que lo es pero lo quiero mucho. Lo amo.

-Jamás te había visto así.

-Nos conocemos hace dos meses -la miro- jamás me habías visto enamorada.

-Pues por eso -vuelvo mi vista al techo.

-Estás demente chica.

-No mucho, sólo un poco -pica mi estómago.

-¡Hey!

-Necesito un consejo.

-Dimelo -dejo el peluche y descanso mis manos en mi estómago.

-Me gusta Thomas pero creo que yo a él no -se tapa la cara; creo que se ruborizó- a parte el tiene novia. O eso creo, siempre me habla de una chica linda y un poco agresiva.

Y ella no sabe que esa chica es ella.

-Pues si no le gustas no sabe de lo que se pierde -me cruzo de brazos- vamos a ahogar nuestras penas en agüita de limón.

Summer Love ( EN EDICIÓN ) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora