Parte 7

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Hola personitas que leen, largo tiempo lamento la demora sin más a leer.

¿Por qué ahora? ¿Por qué justo ahora? Se supone que sería la próxima semana ¿Qué había cambiado?

-Maldición-gruñe enterrando sus manos en sus cabellos jalándolos en el proceso.

El inhibidor estaba tardando demasiado aunque en realidad no tiene idea de cuánto tiempo lleva en el dormitorio de confinamiento. Da vueltas en la cama retorciéndose de dolor porque sí el maldito calor provoca que su cuerpo duela que su miembro crezca al punto de ser doloroso y lo peor es que no quiere tocarse siente la necesidad de ello pero se niega a ceder porque una vez lo haga posiblemente no logre pensamientos coherentes y eso es lo que necesita ahora.

Saber el porqué de esta situación, era primordial para evitar que vuelva a suceder, pero no tiene la menor idea sabía que en cierta forma su cuerpo le advertía de la situación de que el "calor" se adelantaría pero él quería creer que sucedería cuando llegase el día que el maldito calendario tenia subrayado. No era irregular esto era nuevo, odiaba lo nuevo porque siempre le dejaba en clara desventaja en especial si se trataba de esto porque no quería cometer un error, ¿Qué era lo que había cambiado?

-Bueno el único que cambio fue el cocinero-se dijo.

El cocinero era el de los cambio no él, su aroma su estúpido y horrendo aroma a beta, si odiaba ese olor y lo odiaría hasta su muerte ya lo acepto, ¿Por qué seguir con eso? ¿Por qué no dejarle oler al omega? Joder, joder como dolía la puta tela de su prenda interior ya había tenido que sacarse los pantalones o terminaría desgarrándolos por la jodida molestia pero no pensaba hacer lo mismo con la única tela que lo mantenía medianamente cuerdo.

Su nariz estaba tan sensible que había captado el aroma de todo los de afuera incluido el cocinero que le hizo gruñir sin reparo tal vez llamando la atención y atemorizando a Chopper. Pero también algo más, un aroma que no pertenecía a ellos o tal vez sí.

-Zo-Zoro... ¿estás bien?-pregunta el renito.

Asustado definitivamente-Si, no te preocupes vete- contesta.

Le escucha alejarse, por ahora no queda más que esperar el efecto de la inyección, acostado de lado mirando la pared adornada por una repisa una vela un vaso de agua aun no le habían traído comida y tal vez era mejor que nadie se acercara.

No podía dormir pero al menos lo intento y lo hubiese conseguido si los paso de alguien no lo hubiesen puesto en alerta, Chopper podía estar regresando pero no parecía que fuera él.

La persona en cuestión se mantenía cerca de la puerta sin decir nada sin moverse lo cual le llamo la atención y sin pensarlo el aroma conocido de la persona en cuestión le llego.

-¿Sanji?-pregunta preocupado esperando equivocarse.

Le ha llamado por su nombre, ningún insulto -¿Qué demonios haces aquí?-pregunta su voz se oía más cerca debido a que se pega a la puerta-Vete-le exige.

-¿Cómo sabias que era yo?-pregunta el rubio al otro lado sintiéndose ligeramente mareado.

-Puedo olerte-le escucha suspira-Vete de aquí vete-se escucha su trabajosa respiración -¡Lárgate de una vez!-gruño golpeado la puerta con sus puños.

-¡Estúpido, tan mal te deja!-refunfuña el otro apoyándose en la puerta.

Y lo siente claro que lo siente, un poco más y lo tenía junto a él, su miembro da un respingón provocando que jadee.

-No lo entiendes, vete-gruñe-Vete o te juro que abriré la puerta y no dejare que salgas-le amenaza-Saber lo que te hare ¿verdad?

No obtiene respuesta pero sabe que el aroma del ojiazul le muestra una especie de mezcla donde la ira y la ¿excitación? Le delatan. Sanji haciendo caso a su parte racional se va de ahí con paso rápido y firme.

ExtrañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora