Parte 3

289 39 0
                                    

Puse a secar la sudadera en mi pequeño tendedero después de lavarla, el mismo que hice a base de trozos de cuerdas con varios nudos en ello hasta tenerlo.

Hoy tampoco podre darle algo de comida a mi estómago, así que decido remplazar el hambre por un poco de sueño.

Dormir. Dormir mucho.

En la tarde del viernes no hice mucho, después de trabajar, me fui a casa y al simplemente me arroje sobre mi cama y me eche a dormir, no desperte hasta el siguiente día, cuando una nueva mañana llego y con ello, el tener que ir a trabajar, es sabado y eso significa día de cobro, para mí es la misma miseria de siempre, la misma que no va a alcanzarme durante la semana y por la que tendré que joderme porque no tengo otro remedio.

El sueldo que tengo es apenas lo suficiente como pagar la escuela, que no es privada pero de todas formas tengo que gastar para estar ahí. Y también para un poco de despensa para la semana, despensa que me alcanza para tres días y eso es mucho.

Porque son una persona de hambre voraz, ninguna despensa me dura más de tres días y debo pensar seriamente en ello.

Como se debía, trabaje el tiempo que era y cobre la semana que me debían.

Fui por lo que se supone era la despensa, conseguí tres latas de cereales, ya saben, arroz, frijol, agua embotellada de al menos cinco litros y cuatro manzanas que por cierto son muy caras. Ah, y también una sabana nueva o seminueva para los fríos que se aproximan.

A la otra sabana tuve que quitarle un pedazo para tapar la ventana ya que por ahí era donde entraba el jodido frío. Mierda.

Y ahí se fue las tres cuartas partes del dinero, lo que resta lo ocuparé para la semana, no es mucho así que no se para que pueda alcanzarme.

Llegue a casa, hice la limpieza, no soy muy sucia y como estoy sola no hay mucho que tenga que limpiar, pero algo es algo.

Esa misma tarde lave las pocas prendas de ropa que tengo. Cinco playeras, dos sudaderas, tres pantalones y un par de zapatos, los que llevó siempre a todos lados y tres juegos de ropa interior. Y también unas sandalias usadas, pero que solo ocupo cuando estoy aquí aunque a veces suelo andar descalza, de todos modos nadie se da cuenta de ello. Eso es lo bueno de vivir alejada de la civilización.

Camino hasta el pozo donde tengo que acarrear agua para poder lavar, es bueno que ya haya agua allí, porque es demasiado cansado tener que ir hasta el río, doy las vueltas de siempre, dos o tres incluso más, hasta que el agua sea suficiente.

No pienso ni quiero acarrear agua durante la semana, así que me ahorro ese trabajo y lo hago de una vez.

Me siento bien el estar aquí sola. Estoy fuera o casi fuera de la ciudad, pasando el bosque. Las personas no asoman ni las narices por aquí a menos que sean fiestas de fin de año.

Aquí no hay luz, solo la de la luna, y por ello también nadie se acerca, el bosque suele ser tenebroso para algunos y para otros es como su refugio, este es mi caso, el único caso.

Para cuando anochece decido una vez más no cenar y solo preparo un cafe y lo bebo, quiero que la comida que traje dure un poco más. Aunque lo dudo mucho que llegue a pasar eso.

Cosas como estas es que a veces quiero salir por la puerta falsa, pero eso es para cobardes y yo solo soy una mediocre que es odiada y odia a todos y todo.

Asi que prefiero seguir asi, aunque la idea de regresar a las andadas vuelven a mi cabeza, pero no, ya no, prometi ya no hacerlo nunca más.

Pero, ¿A quien le afectara? Solo a mi, ¿A que podría aspirar una huérfana? O una drogadicta, una borracha, una delincuente, una....miserable como toda la puta sociedad me ha calificado.

Hate.  ~Jungkook- BTS ~ [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora