Parte 10

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Creo que ya no recordaba cuando fue el último día en que sentí tan delicioso sabor pasar por mi garganta, y entonces tal vez pienso en que han pasado años desde que probé una comida tan decente como esta, solo que la de aquella ocasión la obtuve de buena manera no como ahora.

Aun así no tuve culpa para nada, ni un poco, bueno si solo un poco, pero en se esfumó cuando vi que se trataba de un bien para mi y para mi estómago. Y eso fue suficiente para que aquella culpa se disipara por completo.

En fin, durante el fin de semana decidí salir a buscar un empleo o algo para poder sustentarme. Pero nadie quería darle trabajo a una persona como yo, con cara de pocos amigos, sin una pizca de gracia. Así que creo que voy a esperar por lo poco que me quedé de vida, sino no es mucho seria mejor para mí.

Trate de distraerme limpiando mi pequeño cuartito, pero no tarde más de quince minutos debido al poco polvo que hay o lo que pequeño que este es, un poquito de todo. Poquitos muebles pero los suficientes. Una mesa, sillas, un par de platos, vasos y cucharas. De todo pero en mínimas cantidades.

Bueno, al terminar la limpieza, quise ir afuera pero me irritan las pocas personas que se atreven a merodear por el bosque, aunque se que no van más allá de esa área.
Allá donde esta el cuartito, aquel que les da miedo de solo verlo a lo lejos, ese que como he escuchado, se vuelve la base del terror cuando la noche cae.

Eso suena un poco divertido para mi. Estupido también por su manera de pensar.

Pero, me agrada de cierta manera que mi cuartito les cause miedo, es una manera de mantenerlos lejos de mí y de mi espacio.

Me gusta la soledad y eso en parte no lo puedo negar. Me encanta cuando no hay nadie quien me esté jodiendo la vida, porque la soledad me cobija, es mi compañera de vida y eso, la hace parte de mi, de Seo Mate.

"Noona"

¿Por qué él?

Ha estado en todos mis pensamientos desde que tiro el líquido sobre mi sudadera. Ese fue el punto para el comienzo de que no me dejara en paz. De qué mi vida no siguiera siendo la misma silenciosa que había sido.

Pienso que es lo que él observó o vio en mí como para estar jodiendome, para querer estar pegado a mi como si de una garrapata se tratase. No entiendo, porque él y yo somos polos opuestos.

—¡¡NOONA!!

Y hablando de el pequeño castaño, como odio que me grite cuando hay tanta gente presente y no puedo evitar ignorarlo, y menos si me saluda con esa mano agitando al aire en mi dirección.

Termino de guardar el libro y cierro el casillero, todos los presentes se pierden tras la última hora escolar, luego estoy yo que voy a donde deben suponer, si y ahora un castaño viene corriendo a mi dirección como gacela.

—Noona —respira una y otra vez—, que cansado.

Apoya sus manos en ambas rodillas, respira vez por vez hasta que se vuelve a su postura, me mira y sonríe.

—Necesito la ayuda de noona.

—No.

Doy media vuelta y camino hacia el lado contrario, escucho su risita particular antes de ponerse rápidamente a mi lado.

—Noona aún no he dicho que es lo que quiero.

Y sea lo que sea será un completo no.

—No.

No lo miro, no río y solo camino, no se que planes tiene en esa cabecita este chico pero no voy a formar parte de ellos.

—Vamos noona.

Hate.  ~Jungkook- BTS ~ [EDITANDO] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora