Cuando llegue al hospital Angela no estaba en el área de espera, le pregunte a la enfermera que si estaba en la habitación y me dijo que no, que no sabía nada de ella desde hace unas horas, la había perdido otra vez, dios ¿porque soy tan bueno perdiendo las cosas? o bueno en este caso en perder a Angela, lo que me preocupó muchísimo, necesitaba verla, abrazarla, saber como estaba. En cuanto a la señora María la enfermera me dijo que estaba mejor pero que todavía estaba débil por la pérdida de sangre y por los medicamentos tan fuertes que le estaban colocando para el dolor, estuve unos minutos hablando con la enfermera y me fui a buscar a Angela no sabía que hacer ni donde buscar hasta que recordé que mi plaza favorita también es la suya entonces fui hasta allá lo mas rápido posible.
Cuando llegue a la plaza empecé a buscarla con la mirada por todas partes hasta que la vi, estaba sentada en el banco donde me encontró aquel día, mirando a las personas que pasaban por ahí con una mirada perdida como si su mente no estuviera en ese lugar, el reflejo de la luz del sol le iluminaba la mirada y hacía que sus ojos vidriosos brillaran mientras pequeñas lágrimas se escapaban de sus ojos y corrían por sus mejillas, me acerque a ella lentamente mientras veía sus lágrimas caer suavemente en su blusa, ella no hacía ningún sonido como si las lágrimas se escaparan al pasar de un recuerdo, cuando ya estaba cerca de ella volvió y en cuanto me vio se limpió las lágrimas de sus mejillas y miro sus pies.
-Hola. -Le dije sentándome a su lado sin dejar de mirarla, estaba devastada.
-Hola. -Me dijo sin levantar la mirada.
Entonces la tome con un dedo por la barbilla y le levante la cabeza suavemente para poder mirarla a esos hermosos ojos de ángel que tiene.
-¿Que haces aquí?.-Me pregunto ahora si mirándome a los ojos, tenía unas ojeras profundas y oscuras, no había dormido.
-Vine por ti. -Le dije sin dudar ni por un segundo que esa era la mejor decisión que podía haber tomado en mucho tiempo.
-Daniel, no necesito que me tengas lastima. -Me dijo retirando mi mano de su rostro y apartando la mirada hacia las personas que pasaban.
-No te tengo lástima Angela. -Le dije mirandola confundido mientras volvía a tomarla de la barbilla.
-Solo quiero ayudarte.-Le dije dulcemente.
-No quiero tu ayuda. -Me dijo un poco molesta y con una mirada penetrante, sin titubear.
-Pues yo no te estoy preguntando si la quieres solo te la estoy dando porque me importas. -Le dije un poco brusco, pero era cierto me importaba y no la iba a dejar sola aunque me lo pidiera.
Un enorme silencio nos invadió por unos minutos, dios sentí que pasaron tan lento como si hubieran sido horas, yo la observaba atento tratando de desifrar lo que pensaba y también me preguntaba ¿porque reaccionó así? ¿acaso estoy haciendo algo mal?, mientras mi cabeza estaba a mil por hora ella tenía la mirada perdida en el inmenso parque, estaba callada, pensativa y sorprendentemente hermosa, hasta que al fin me habló.
-¿Que es lo que quieres de mi?. -Me preguntó mirándome a los ojos, dejandome ver lo vidriosos que estaban los suyos.
-Nada Angela, ¿porque crees que querría algo de ti?. -¿Acaso alguien la a utilizado?.
-Entonces ¿porque viniste por mi?.
-Porque me preocupo por ti y además que cuando llegué al hospital no estabas, le pregunté a la enfermera donde estabas y me dijo que no sabía nada de ti desde hace unas horas así que vine a buscarte, quería saber como estabas pero al parecer no estas muy bien, pero no te preocupes a veces una persona necesita un abrazo que le diga que todo está bien, una mirada de no te preocupes y un beso de nunca me iré, y yo quiero ser esa persona que este ahí para ti en las buenas y en las malas, pero si tu no me dejas acercarme a ti no puedo hacer nada.
Angela no dijo ni una sola palabra y regreso el incomodo silencio pero pronto se termino.
-Sabes, a veces me siento sola a pesar de tener familia. Me siento triste, a pesar de reírme de todo en la prepa. Me siento débil, a pesar de demostrar ser fuerte. -Dijo melancólica.
-Las personas tienen que llorar y desahogarse a veces, no porque no sean fuertes, sino porque lo han sido por mucho tiempo y tu mas que nadie as sido muy fuerte por pasar esto tan difícil de tu mamá sola.-Le dije mirandola dulcemente.
Angela se quedo callada por unos minutos pensando y mirando a las personas que estaban en la plaza.
-Tengo mucho miedo. -Dijo mientras una lagrima salía y bajaba lentamente por su mejilla.
-Lo se. -Le dije mirándola mientras ella cerraba los ojos.
Luego los abrió lentamente y volteó a verme.
-No quiero que me lastimen. -Dijo casi susurrando.
-Angela, pero no te voy a lastimar.-Le dije mirandola a los ojos.
En ese momento Angela me miro fijamente a los ojos y me abrazó yo me quede impresionado pero al instante la abrasé con todas mis ganas mientras la presionaba contra mi cuerpo, ella me abrazo mas fuerte y comenzó a llorar de nuevo, estábamos tan cerca que podía sentir los latidos de su corazón en mi pecho pero esta vez eran mucho mas fuertes que la vez que la abracé en el hospital y eso me encantó, su respiración era entrecortada y sentía como suavemente chocaba contra mi nuca mientras ella lloraba muy silenciosamente, luego de un rato se separó de mi lentamente, estábamos tan cerca que nuestras narices se rozaban, podía sentir su agitada respiración impactando suavemente sobre mis labios, dios eso me estaba enloqueciendo moría por besarla, los dos nos quedamos juntos por un instante, ya no podía contenerme mas entonces cerré los ojos y me acerque mas a ella casi rozando sus labios y en eso una gota de lluvia calló justo sobre su frente, ella se alejó un poco sonrió y comenzó a llover super fuerte sobre nosotros, miramos hacia ariba riendonos, no podíamos creer que eso nos estuviera pasando a nosotros era como si estuviéramos en una película romántica, nos quedamos ahí bajo la lluvia sin movernos sintiendo cada gota caer sobre nuestros cuerpos, me acerque mas a ella y la tomé con ambas manos por la cintura acortando aun mas la distancia entre nosotros hasta que nuestras narices volvieron a encontrarse la tome por la nuca acariciando con mi pulgar su mejilla, ella cerró los ojos al sentir mi tacto sobre su piel y suavemente la besé de la manera mas dulce del mundo, se lo merecía y no podía ser otra persona quien le diera ese beso solo yo y ella lo sabía, sus labios eran gruesos y suaves como la seda, al solo rozarlos me enloqueció, no podía creer que la chica que me atrapó aquel día en la clase me haría sentir tantas cosas con solo un beso.
Espero que les este gustando
Voten y comenten si tienen alguna sugerencia o solo su opinión, bueno comenten lo que quieran😂🙈Bye❤🌹
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Los ojos de un Angel
RomanceAngela se quedo callada por unos minutos pensando y mirando a las personas que estaban en la plaza. -Tengo mucho miedo. -Dijo mientras una lágrima salía y bajaba lentamente por su mejilla. -Lo se. -Le dije mirándola mientras ella cerraba los ojos. ...