-OCTAVO-

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El beso era cálido. Era de las pocas veces que ambos sentían sinceridad en un beso.

-B-bryan- exclamó apenado el rizado cuando se separó de él.

-¿Qué pasa Freddy? Sé que sientes lo mismo que yo.

-No, osea sí. Pero no quiero ir tan rápido.

-Tienes razón. Sabes, me gustas mucho y no quiero arruinarlo ¿quieres volver a tu puesto?- el chico asintió.

Cuando estuvieron frente al puesto se quedaron estáticos.

-¿Qué carambas pasó aquí?

-Pues si ya sabes como me cae para que me lo dejas aquí- el rubio se encogió de hombros.

El local estaba completamente vacío y sucio. Las salsas estaban regadas por todos lados y ambos chicos estaban completamente sucios.

-Pinche Alonso, le voy a decir a tu madre que te corte el internet.

-Ay si, si yo te dije que no lo dejaras pero con tal de largarte con este bombón.

Freddy puso los ojos en blanco y luego mal miró al chico.

-¿Y tú José? ¿Piensas ir así a la oficina?

-En mi defensa diré que no pedí venir aquí.

Bryan rodó los ojos- Mejor vámonos, tienes que ir a tu casa a cambiarte. Freddy- se dirigó ahora a él- tengo que irme, pero vengo mañana.

-Contaré las horas que falten.

-Aaay que weba con sus vidas, ay cierras cuando te vayas ¿no Freddo?

-¿Qué? ¡No! Tú te quedas y limpias tu mugrero.

-Pero Freeeeddiiiiiiii

-Nada de Freddy, ve por tus paños.



¿Quiere un taco?|CANCELADA|Donde viven las historias. Descúbrelo ahora