Me encontraba recorriendo una isla desolada, paseando por la playa, tan concentrada en la textura de la arena, en el ruido del mar, y el increíble olor salado. Cuando de lejos, veo a un muchacho trotando hacia mi. -¿Qué mierda?- pasa al lado mio, lanzándome una mirada sensual. Me quedo boquiabierta dándome la vuelta para ver hacia donde va. Él ya no estaba. Volvía a estar sola. ¿Qué fue eso?, era el mismo muchacho que me encuentro la mayoría de veces en mis sueños. ¿De dónde sale?, ¿Qué busca de mi?
Centrándome devuelta en las lejanías del mar, decido recorrer más allá de las olas, adentrándome al mar. Estaba casi por adentrarme completamente, cuando escucho un chapuzón a mi lado izquierdo.
-¿Qué estás haciendo?-murmuran en mi oreja, dándome escalofríos hasta en los huesos. -si eso es posible, ja-
Decido ignorar quién fuera que me habló, y seguir con mi paso hacia el horizonte, una vez sumergida, siento que me tironean hacia fuera.
-¿Pero qué diablos quieres? Dejame en paz-grito a toda voz, sin darme vuelta.
-A ti. -Balbucea depositándome un beso en el lóbulo derecho. Rapidamente siento que me quema, me alejo haciendo que la marea y mis pies vayan en contra mía. Produciendome una gran caída, hundiéndome en el agua. Instantáneamente siento que me sujetan de las caderas y bajo mi cuello, me elevan como si no pesara nada. -pues claro, si eres terrible flacucha-
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Encadenado A La Perdición.
FantasíaMirla, a pesar de tener una cara de niña tierna y buena, es muy fría y áspera. Tiene muy poca confianza, y no demuestra sus sentimientos o su estado de animo. Tiene extraños encuentros en sus sueños, no los entiende. Esa persona que siempre aparece...
