Capitulo 0

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Se que no merezco que me lean luego de que dejo todo tirado por tanto tiempo, pero como excusa diré que el día de hoy mis niveles de estrés alcanzaron nuevos horizontes, el unico modo de lidiar con ello fue escribir y escribir y... bueno, esto salió... en mi mente ya tiene forma, pero creo que necesito trabajar bajo presión....

-Lo siento, Kyuhyun, hoy estoy ocupado, otro día será- dijo el chico al otro lado de la linea como disculpa, aunque Kyuhyun tenía el presentimiento de que dicho muchacho seguro que o lo lamentaba.

Cortó la llamada e intentó recomponer la expresión antes de voltear a ver a su primo Heechul, que estaba sentado al borde de la pequeña cama individual esperando por una respuesta.

-¿y bien? ¿vendrá hoy tu maravilloso novio a conocerme?-

-dijo que estaba ocupado hoy, supongo que será hasta que regresemos a clases- dijo el menor intentando restarle importancia a hecho.

-claro que está ocupado, es viernes por la noche, ¿quien no lo estaría además de tu y yo?-

Al menor le dolía la insinuación que su primo estaba haciendo, pero debía aceptar que era verdad, era viernes por la noche, y Siwon no estaría disponible, al menos no para él.

Desde que su primo Heechul había puesto un pie en Busan, Kyuhyun le había prometido que le presentaría al novio del que tanto le había platicado cada vez que hablaban. Pero eso había sido algo así como dos semanas atrás, y nada había salido como lo había esperado.

Heechul por su parte tenía bastante curiosidad, aún desde antes de su llegada, su pequeño primo no había parado de hablar de ese tal Siwon, y como de maravilloso era. Fue entonces, que como se trataba de una persona tan importante en la vida de su pariente favorito, que ese supuesto novio tendría que pasar por la aprobación de Heechul.

Ahora es que se daba cuenta de que Kyuhyun, tan estupidamente enamorado como estaba, podría estar exagerando, y solo no podía ver lo pésima idea que esta relación estaba resultando.

Ante los ojos de Kim Heechul, Siwon no era más que un perdedor que tendría que pagar por hacer sufrir a su preciado primo.

-¿puedo al menos ver una foto de él?- 

En todo ese tiempo, Kyu no le había mostrado ninguna foto del tan mencionado hombre, o por lo menos una donde aparecieran ellos dos juntos. Ese detalle activó todas las alarmas de su mente con respecto a la situación.

Kyuhyun rapidamente desbloqueó su celular para poder mostrarle algunas de las fotos que tan celosamente atesoraba en la memoria del aparato. Eran pocas, pero él estaba bien con eso.

Además de todo, eran solo suyas, pues tampoco se había permitido subirlas a ninguna de sus pocas redes sociales. No es como si Siwon le hubiese prohibido hacer tal cosa, pero seguro que tampoco le agradaba mucho la idea, es por eso que las atesoraba de ese modo, era algo solo de ellos.

Al ver la dichosa imagen,Heechul escondió su sorpresa y enojo lo mejor y más rapido que pudo.

Conocía a este tipo. Bueno, tanto como conocer, no, pero si que lo había visto antes.

Cuando había recién llegado, un par de semanas atrás, se había reunido con unos viejos amigos de la infancia, de antes de mudarse a Seúl.

Todo había comenzado con una comida, con sobremesa incluída, en la que se pusieron al tanto de sus vidas, para terminar en cualquier antro donde los dejaran entrar sin identificación.

Ahí era donde lo había visto, un tipo como ese no pasaba desapercibido, y obviamente había llamado su atención desde el primer segundo, pero los intentos de coqueteo del chico quedaron en nada al darse cuenta Heechul de que no era precisamente su primera opción aquella noche, pues Siwon tenía su atención dividida entre otro par de chicos que rondaban por el lugar. Su ego le impidió hacer cualquier movimiento sobre el tipo, aunque era consciente de que el tal Siwon no le había perdido de vista en casi todo lo que quedó de la noche. Pero lo ignoró, no iba a ser el plan B de nadie.

Kim Heechul decidió entonces que Siwon necesitaba aprender una merecida lección, y él estaba gustoso de enseñarle que con su familia no se jugaba.

-¿hace cuanto que son novios?- inquirió de pronto, necesitaba saber en que terrenos estaba pisando antes de hacer nada.

-hace como seis o siete meses- aunque Siwon nunca usaba la palabra "novios", a Kyuhyun le gustaba pensar en ellos de ese modo. Porque lo eran, a pesar de que Siwon era más del tipo que usaba frases que llevaran la palabra "mio" en ellas. "Mi chico...", "mi acompañante...", "mio..." "mio..." "mio...".

Siempre cómodo haciendo las cosas a su manera, Kyuhyun era incapaz de predecir su siguiente movimiento. Un día era buen con él, y al siguiente podía ignorarlo por completo, como si fuera invisible. A la hora del almuerzo, aunque tenía permitido sentarse a su mesa con sus amigos, pocas veces lo hacía, pues si bien los considerador "populares" no lo molestaban nunca, tampoco podía decir que fueran amigos.

Su relación más cordial en aquella mesa, era con Yesung, el chico que parecía no encajar con el estereotipo de popularidad, pues pertenecía al club de canto, una actividad que no era precisamente considerada "genial" ni nada por el estilo, como lo eran los deportes y la gimnasia que el resto de los presentes practicaban.

-Y aun así no sales con él en viernes por la noche-

-los antros y bares no son lo mio, hyung-

-¿como lo sabes si nunca probaste ir a uno?- atacó Hee.

Kyuhyun se encogió de hombros. -sólo lo sé- Hee suspiró exasperado, este chico no tenía remedio.

Un par de días pasaron, en los que Heechul no había parado de despotricar contra Siwon, y Kyuhyun, tanto como adoraba a su primo, en esos momentos deseaba que regresara a Seúl, pero bien sabía que eso no era posible, al menos por un tiempo.

Sus tíos, guardando todo su orgullo en no sé donde, habían enviado a su único hijo con sus parientes más cercanos, pues no estaban pasando un buen momento económico.

La madre de Kyuhyun, que era hermana de la madre de Heechul, lo había recibido sin siquiera preguntar por cuanto tiempo sería aquello.

-No me gusta verte así- le dijo cierta tarde, mientras Kyuhyun intentaba no llorar por culpa del estúpido que le había dejado plantado. Más que tristeza, Kyuhyun estaba poseído por el enojo de no ser ésta la primera vez que algo así sucedía.

Sin más, aceptó lo que su primo llevaba días proponiéndole, aún sin saber lo que planeaba en realidad. No le importaba mucho en ese momento.

-Ya verás, ese niño mimado aprenderá una cosa o dos- sonrió Hee para sí mismo.

Y hasta aquí... Escribí dos capítulos, pero en mi libreta, y necesito corregirlo, cuando termine un repentino deber que me surgió...

Una merecida lecciónWhere stories live. Discover now