Mas Allá De Nuestros Miedos

III

-¿crees que me quedaria el cabello rubio?

Matt la miro desconcertado.

-¿planeas cambiar tu look o algo asi?-, Audrey se encogio de hombros -. Tu pelo esta bien asi. Me gusta.

-no lo se. Quisiera cambiar . No se exactamente en que, pero estoy arta de que todos los dias sean tan...tu me entiendes-. Matt nego con la cabeza -. Me levanto y ya no se para que, voy por ahi leyendo las manos de la gente y diciendole que hacer con su vida cuando no se que hacer para que la mia funcione.

-estas redundando.

-lo se. Si no ocupe ningun sinonimo es para dejar en claro que doy consejos en un ámbito en el que soy completamente inexperta.

El chico tomo una de sus manos.

-tu vida esta funcionando.

-no. Estoy agotada, estresada, estoy... todo lo que quiero es tirar todo por la borda. Y lo peor es que ni siquiera es tan terrible.

-no entiendo.

-lo que quiero decir es que hay demaciada gente que se siente ignorada por todos, mientras yo ignoro a todos; hay tanta desgracia,  tantas personas que solo sobreviven por la esperanza de que todo cambie. Gente que no tiene que comer, o dónde dormir. A mi no me pasa nada de eso, y sin embargo me siento como si nada tuviera sentido.  Y luego pienso y creo que soy una cobarde,  quejandome cuando llebo una buena vida. Me siento vacia, pero eso no es suficiente para autocompadeserme. Casi quisiera que  me ocurriera alguna desventura, por lo menos asi podria victimisarme sin sentirme rara.

《Doce años antes》

-¿y?¿que dices?

-que no es asunto tuyo.

-no te pongas asi, solo queria ser amable.

-no requiero de tu amabilidad,  gracias -, dijo regalandole una sonrisa falsa.

-esta bien, después no te quejes.

Audrey se cruso de brazos mientras veia como se marchaba. Era la quinta ves que alguien se le acercaba. ¿por que nadie entendia que quería estar sola?

Se sentia un poco mala al ser asi de grosera con esa chica que, después de todo,  tenia buenas intenciones. Pero habia venido en un mal momento.

Ella nesesitaba la soledad, por que de otro modo no se sentia libre. Era inevitable actuar diferente cuando habia gente, por eso no le agradaba la compañia de nadie que no fuera Matt. Y es que en Matt confiaba tanto como en si misma, y quizás mas. Audrey sentia que se conocian a un punto en el que pasaban a ser una sola persona, y la verdad no estaba tan equivocada.

《Dos años despues de lo anterior, diez años antes del tiempo presente》

"¿no te gustaría salir de ahi?"

"Claro que me gustaria, Audrey.  Pero no se como"

"Quisiera poder hacer algo"

"No importa.  Tampoco es como que fuera tan malo estar aquí. "

"Al menos no tienes que ir a la escuela. "

"No se porque no te gusta la escuela.  Conoces gente nueva y aprendes cosas que ocurren muy lejos. "

"No hace falta conocer gente nueva,  me tienes a mi. "

"Si, pero...no niego que me gustaria hablar con otras personas. "

Audrey se quedo quieta con la vista fija en su diario de vida.

"Lo siento,  pense que era suficiente. "

"No estas celosa,  verdad?

"Lo estoy. Eres como mi hermanito y no te cambiaria por nadie, pero tu preferirias quedarte con alguien que ni siquiera conoces. "

"Yo no eh dicho eso! "

"Es lo mismo. No quiero que me cambies por nadie."

Ahora fue Matt quien tardo en responder.

"No lo haria aunque pudiera. "

《Seis meses despues de lo anterior,  nueve  años antes del tiempo presente 》

Matt estaba confundido.  ¿que habia pasado exactamente?

Le daba un no se que admitirlo. Aun no sabia por que le habia dicho aquello.

Audrey le habia preguntado si era feliz con ella. Y el le habia dicho que no.

La mueca de decepcion de Audrey le hacia sentir molesto .

Ella le habia preguntado por que, y si deseaba algo que no tenia. Y el le dijo que a ella.

¿como pudo ser tan estupido?

Le dijo que le gustaba, y eso era una tonteria. Ella no le gusta ¿o si?

No conocia a nadie mas, ¿en quien se hiba a fijar si no era en Audrey?

Y lo que dijo después le parecia aún más ridículo.

《Seis meses despues de lo anterior, nueve años antes del tiempo presente 》

Audrey aun se sentia algo rara. El hecho de que le gustara a Matt no le sorprendia, pues no conocia a nadie mas.

El problema era si a ella le gustaba.

En la oscuridad se daba una y mil vueltas,  sin conseguir dormir.

Y su vista va al diario cerrado.

Como un robot va y lo abre, con movimientos automatisados. La primera pagina , tan vacia como siempre,  parecía burlarse de ella.

Sin pensarlo demaciado acerco el diario a sus labios y lo beso. Algo dentro de ella le decia que el beso llegaria hasta Matt.

Espero cinco segundos,  cinco minutos ,  media hora  y no paso nada.

Algo abrumada (pero definitivamente no arrepentida), regreso a su cama.

Pero al acercarse sintio algo raro. Un bulto caliente que se ocultaba entre las cobijas.

Con sumo cuidado retiro las frasadas y observo a su amigo...