Pero no hizo falta, que tuviera que ir con cuidado. Justo, cuando sus pies, bajaban del colchón, la puerta del camarote se abría, para descubrirle a un Gerard, que se cruzaba de brazos y la miraba enfurruñado.
-Buenos días princesa –Soltó con cierta pretensión-, espero que fuera reparadora la siesta. Y ahora, podrá decirme qué hace en mí barco.
Éste era idiota y aún no lo sabía. Pensó Harmonie, deteniéndose a mirarlo con el ceño fruncido por unos segundos.
-Dime por favor –alzó una palma al aire-, que no te has convertido en un secuestrador.
- ¡Qué! –Soltó con indignación Gerard-. ¿Para qué demonios querría secuestrarte? –Frunció el ceño-. Lo único que me faltaba, es trabajar como canguro de ti –Chascó los dedos, para hablar con tono impertinente-. Ah no espera, sí es lo que me va a tocar por 5 días.
-Haber idiota –Se acercó a él, enfadada por el tono empleado con ella-. Tampoco me gustaría a mí, estar contigo por...
- ¿Seguro? –Inquirió con tono burlón, alzando una ceja.
-Acepta Gerard, que no soy la niña tonta de años atrás –Afinó la mirada-. Antes de correr tras de ti –Observó como éste, endurecía su mirada-, me tiro por un barranco.
-Si eso es así –la miró con aire de superioridad-, cómo explicas tú presencia aquí.
-Me drogaron –Soltó directa y segura.
-Explícate eso –dio un paso a ella, con el ceño fruncido-. ¿Dónde estaban tus guardaespaldas? –Hizo un gesto negativo con su cabeza-. Una vez más, ibas sola ¿Verdad? Y luego, me presumes de haber madurado –Soltó con gran sorna.
-Quieres dejar de ser tan quisquilloso y de darme a entender, que eres perfecto en responsabilidad –Protestó con cierta consternación e impaciencia.
-Porque es así –Gruñó.
- ¡Y un cuerno! –Soltó sulfurándose y dando los pasos, necesarios hasta posicionarse a un palmo de él, para poder darle un par de golpes en su caja torácica con su dedo índice de la mano izquierda-. Has sido descuidado, so listillo.
- ¿Descuidado? –Enarcó una ceja.
-Sí –Sonrió con cierta petulancia, además de erguir el pecho de satisfacción-. Por fin mi padre, ha podido ver que no eres persona de confianza. Por ello, que yo me encuentro aquí.
-Un segundo – la interrumpió, alzando la mano, con cierto aire jocoso-. Hace un momento, me acusabas de secuestro y ahora, que has venido tú de forma voluntaria por algo en referencia a tú padre –Rio con falsedad-. Harmonie pequeña, no se tratará todo esto, de una trama tuya para intentar seducirme ¿Aun te sientes despechada por mí rechazo de hace unos años?
Harmonie, lo miró seria por unos diez segundos y luego, teatralizó una falsa carcajada, poniendo el comentario del hombre, como el mejor chiste del mundo.
-Joder –hizo que se limpiaba una lágrima del ojo, a causa de tanto reír-. Le diré a mí padre, que no te denuncie y te contrate como bufón para las galas benéficas –Éste, ante aquella cháchara, carraspeó un poco como muestra de empezar a impacientarse-. Y en referencia, a que vaya tras de ti, por acostarme contigo –hizo un gesto negativo con su cabeza y cierta mueca de burla-. No creo como tú, no paras de recalcarme. Que, a tu edad, puedas o sepas...
¡Olé!
Festejó para sí, con cierta ovación española, cuando se vio abducida por el agarre del hombre y empujada contra la puerta del camarote, para ser callada con los labios masculinos. Algo, que llevaba años soñando y que no se esperaba, que fuera a suceder nunca.
Y por ello, como sabía que simplemente la estaba besando por haberlo sacado de sus casillas, y no iban a existir más probabilidades de que volviera a ocurrir, que iba aprovecharse en exprimir aquel beso todo lo que pudiera. Aún sin haber besado nunca a nadie.
Condujo sus manos a la nuca del hombre, afianzando de aquel modo los labios a ella. Y abriendo sus propios labios, para corresponder como se esperaba que debía hacer, un beso de aquel libre.
Pudiendo sentir, como Gerard gruñía levemente mientras la aplastaba más contra la puerta, por cierto, ímpetu ante aquel deseo.
Y ahora, entendía por qué la gente moría de amor.
El contacto que estaba teniendo con Gerard, a como habían sido los pequeños roces inocentes, no tenían nada que ver con aquella vibración que le corría por todo el cuerpo, haciéndole sentirse como el centro del universo.
Besarte, con la persona amada, era recargar tu existencia de vitalidad. Tener ganas de vivir para siempre y no morir nunca. Nada importaba, si estabas junto a ella.
Su corazón gritó en silencio, bajando el nivel de pasión en su beso, al comprender que ella, no iba a tener ése motor de amor a su lado. Ella, no tenía la misma suerte que sus hermanas. Ella, había entregado su corazón a un hombre, que no quería saber o reconocer sus sentimientos por ella.
Aplastada en el dolor de la realidad, puso fin al beso. Quedando su cabeza junto a la de él, mientras los dos recuperaban el aliento, con sus propias cavilaciones.
Era una idiota. Y ahora, estaba encerrada en aquel barco con él, por cinco días. ¿Qué había ocurrido, no comprendía nada?
-Te odio –Soltó en un leve quejido, sin mirarlo, siendo fuerte en retener las lágrimas que su corazón quería derramar.
-Pues espero que sea cierto –Escupió con tono amargado, separándose de ella para salir al pasillo.
-Claro que es cierto –Alzó la mirada llena de rabia-. Como voy a sentir simpatía, por una rata que se quiere aprovechar de un momento de dolor de mí familia.
-Mira Harmonie –Su respiración aún seguía irregular-, no sé qué tonterías te crees, pero estás muy equivocada.
-Sabes que no es verdad. Sabes que mi padre, ha averiguado lo de las fotos en casa de Kénan con Jacqueline –Sus ojos acumulaban lágrimas por la tristeza de amar, a alguien que iba a dañar la felicidad de su familia-. Por eso vine aquí, escuché como decían que las debías llevar encima. Y tú, fuiste quien me tuviste que drogar para que no entorpeciera tu plan. Lo vas a enviar desde alta mar ¿Verdad?
- ¿En serio, me crees capaz de algo así? –soltó sorprendido-. Puedes revolver todo el barco, y comprobar que estáis equivocados - ¿Acaso, sus ojos tenían un brillo de tristeza? -. Nunca haría nada que os pudiera perjudicar. Pensé, que bajo ésa rabia que tienes hacia mí, al menos sabías eso –Aspiró con fuerza-. Siéntete libre de hacer lo que quieras, tienes cinco días por delante para revolver todo –Y salió de allí.
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Embaucando A Mí Príncesa (Segunda Parte Deberes De Príncesa)
RomancePortada realizada por @sarelighlp El mundo de su hermana Jacqueline, parece haber dejado de girar en sentido catastrófico, para encaminarse en el camino de la felicidad. Algo que ella, Harmonie, no cree que la vaya a encontrar jamás. Su corazón...