MI VUELTA DEBE SER LENTA, PERO INTENTARÉ QUE CADA SEMANA HAYA UN CAPITULO DE ALGUNA NOVELA. NO SE SI DE LA MISMA O DE DIFERENTE. MIL GRACIAS
El beso que sintió en la coronilla con mucha delicadeza, hizo que saliera de su atontamiento, alzara su rostro y se topara con la mirada cariñosa de su cuñado, quien le ofrecía una leve sonrisa.
-Espero llegues a perdonarme -Le dijo con voz rota, viendo como el hombre fruncía el ceño-. Es el día de tu boda, debéis marcharos de luna de miel...
-Ni hablar -Utilizó tono reprendedor-. Nunca más, vuelvas a indicar una cosa como ésa -indicó apretándola aún más contra su cuerpo-. Nunca podría disfrutar, sabiendo que una de vosotras, está sufriendo. Y lo mismo de parte de Jacqui.
-Gracias -Intentó sonreír, pero sus ojos volvieron a volcarse en un mar de lágrimas.
-Harmonie, si no quieres hablar de lo ocurrido, lo entiendo perfectamente -Su voz iba con cierta cautela-. Pero si te hizo algo en el velero, soy el primero en romperle...
-No -Negó con gesto de cabeza-. Solo me abrió los ojos, nada más... -Aspiró con fuerza, tratando de detener su llanto-. Pero muchas gracias por querer romperle la cara por mí.
-Para eso estamos -Volvió a darle un fuerte apretón.
***
- ¡Se acabó! -Vociferó peligrosamente Emanuelle, delante de su marido, Kénan y Jacqui, quienes se hallaban sentados en una silla con cara de irritación, sin poder mediar palabra castigados-. El siguiente de los tres, que se acerque a menos de un metro de Harmonie o trace, un maldito plan, se las va a tener que ver conmigo.
-Pero cielo... -Fue a protestar el monarca, callando ante la mirada que ésta le dirigió.
- ¡Pero en qué diantres pensáis! -Siguió riñendo-. Acaso no habéis aprendido con lo vuestro -Señaló a la pareja de recién casados.
-No te olvides de incluirte, suegra querida ¡Ouch! -Se quejó ante la patada que recibió por parte de Jacqui-. Te recuerdo que la carcelera fue ella -La fulminó con la mirada, mientras se frotaba la pierna-. Y hoy, solo actuamos como salvamento ante un nuevo ataque carcelero.
- ¿Tú también lo sabias? -Preguntó Ramón, con mirada suspicaz, ignorando la pulla de Kénan, hacia ellos.
-Por supuesto que no -soltó con altanería y barbilla alzada Emanuelle-, nunca te habría dejado que la durmieras.
-Eso no, cielo -Se inclinó hacia delante el monarca con sonrisa divertida-. Lo de sus sentimientos por Gerard.
Por unos segundos, parecía que Emanuelle, intentaba negar aquella acusación con su ceño fruncido, pero aceptó mostrar la realidad.
-Lo sabía, pero no gracias a ti -Le reprochó con enfado-. Desde aquel día, que fue a buscarlo a su casa. Mis hombres me informaron.
-Increíble -Siseó Jacqueline con incredulidad.
-No utilices ése tono conmigo -Le encaró la mujer mayor-. Sois nuestras hijas y también princesas -Su voz iba cargada de rabia-. Tenemos que saber mucho de vuestra vida personal, por si alguien os utiliza, poder saber como defenderos...
-Pues lo siento, pero resulta deprimente que hasta en ése punto, tampoco tengamos intimidad alguna.
-No llegamos a tanto -Intervino su padre.
-Déjame diferir de ello -Soltó con sarcasmo-. Y ahora, sabiendo que incluso tú, sabías de sus sentimientos, quieres que me crea que no vas actuar en nada -Achicó su mirada, mientras se alzaba de la silla.
ESTÁS LEYENDO
Embaucando A Mí Príncesa (Segunda Parte Deberes De Príncesa)
RomancePortada realizada por @sarelighlp El mundo de su hermana Jacqueline, parece haber dejado de girar en sentido catastrófico, para encaminarse en el camino de la felicidad. Algo que ella, Harmonie, no cree que la vaya a encontrar jamás. Su corazón...