Ruta 1 de la región Unova...
- Recuérdame de nuevo por qué estamos aquí. – dijo Ash Ketchum, hablándole a la chica sentada frente a la orilla de un gran río, con una caña de pescar en las manos. La pelirroja se dio la vuelta mirando por encima del hombro.
- Porque los locales dijeron que este era el mejor lugar para pescar. – replicó Misty. – Y tú me prometiste que me dejarías capturar un nuevo Pokémon.
Ash exhaló un suspiro. Así era; desde que habían llegado a la región de Unova juntos Misty había deseado poder capturar algún nuevo Pokémon para ella, y cuando les dijeron de ese sitio de pesca, la pelirroja no pudo resistirse. Ash se estaba impacientando un poco, pues la pesca no era exactamente una de sus actividades predilectas ya que implicaba más esperar y él no era bueno para eso. De hecho, era sorprendente que una chica tan temperamental como Misty fuese capaz de disfrutar una actividad tranquila y relajante como la pesca. De nuevo, si eso le daba un poco de paz y tranquilidad, estaba bien, aunque sin duda podría haber esperado algo más que estar pescando un Basculin tras otro, casi todos de raya azul y muy ocasionalmente de raya roja. Estos eran tan comunes como los Magikarps y podían llegar a ser tan violentos como los Carvanhas. No era exactamente una buena combinación para Misty, que siempre los arrojaba de vuelta.
Entre otras cosas, el entrenador no pudo evitar recordar que fue gracias a la pesca que él y Misty tuvieron su primer encuentro, cuando ella literalmente lo sacó del río junto con Pikachu. Tampoco se le olvidaba la bofetada que ella le dio, y su mejilla izquierda parecía recordárselo cada vez que pensaba en ello. Nunca se imaginó que esa chica enojona a la que le robó su bicicleta mientras intentaba proteger a Pikachu de esa parvada de Spearows llegaría a convertirse en su amiga más importante, y en alguien tan especial para él. Eran buenos recuerdos, y se sentía feliz de que ella pudo finalmente tomarse un año sabático del gimnasio y volver a viajar con él, por los viejos tiempos.
- ¿Hmm? ¡Ya picó algo! – gritó de repente Misty.
Ash y Pikachu voltearon. Mientras la pelirroja empezaba a jalar, una especie de remolino se formó en el agua, arrastrando el anzuelo y el hilo. Misty trató de enrollarlo rápido, pero lo que fuera que había picado le dio un tirón tan fuerte que involuntariamente la hizo ponerse de pie y empezó a arrastrarla hacia la orilla.
- ¡Huy, es uno grande, y también muy fuerte! – gritó la pelirroja. – ¡Ash, ayúdame!
- ¡Ya voy! – dijo el chico, poniéndose detrás de ella y sujetando la caña muy cerca de las manos de Misty.
La pelirroja se estremeció un poco por la cercanía de ambos, pero rápidamente se enfocó en lo que tenía que hacer: enrollar el hilo en el carrete y sacar a su presa del agua. Mientras Ash le ayudaba a jalar, ella le daba vuelta al carrete lo más rápido posible, mientras la presa luchaba contra ellos. Podría haber podido jalar a uno solo de los dos, pero juntos tenían fuerza suficiente. Finalmente, después de varios minutos de forcejeo, con un gran salpicón lograron sacarla.
- ¡Wow! – exclamó Misty. – ¡Es una Milotic!
Considerada por muchos como el Pokémon más hermoso, y también uno de los más poderosos, la sirena de color amarillo crema con aletas rosas en su cabeza los miró fijamente con sus penetrantes ojos rojos, cuyas largas antenas como pestañas evidenciaban que era hembra. El anzuelo de Misty se le había enredado alrededor de la punta de su cola, y la estaba sacudiendo violentamente. La pelirroja se percató que las escamas en ella cambiaban de color con los movimientos, en un hermoso efecto prismático.
- ¡No podemos dejarla ir, tengo que capturarla! – exclamó Misty.
El forcejeo continuó, con Ash y Misty jalando para evitar que se les fuera, mientras Milotic sacudía su cola tratando de romper el hilo de pescar y liberarse. Al ver que no podía soltarse, les lanzó un potente chorro de Hidrobomba, empapándolos hasta los huesos y arrastrando la mochila de Misty fuera de su alcance.
- ¡Mi mochila! – exclamó Misty. – ¡Mis Pokébolas están en ella!
- ¡Usa una de las mías! – dijo Ash, soltando una mano por un momento para sacarse una esfera del bolsillo. – ¡Pikachu, usa un Atactrueno en Milotic!
- ¡Pika-CHUUUUUUUUUUUUUUU!
El ratón eléctrico lanzó una potente descarga sobre la sirena. Una vez que cesó trató de lanzarles otra Hidrobomba, pero unas chispas aparecieron en ella, evidenciando que el ataque la había paralizado. Misty pudo ver la Pokébola que Ash le había dado: era una Bola de Red, bastante efectiva para atrapar Pokémon de tipo Agua o Insecto, pero a Misty le importaban poco los segundos. No había tiempo de ir a buscar una de las suyas ya que tenían que sujetar la cuerda de la caña entre los dos para evitar que Milotic los arrastrara al agua. Ya después se arreglarían con eso.
- ¡Ve, Bola de Red! – gritó Misty, lanzándola.
La Bola de Red golpeó a Milotic en el pecho, absorbiéndola en una luz roja, y al desaparecer Milotic, Ash y Misty cayeron de sentón en el suelo, con ella encima de él. La esfera aterrizó al borde del agua y empezó a sacudirse, mientras los dos miraban fijamente el botón parpadeando de manera intermitente de rojo. Se sacudió una, dos, tres veces... y finalmente se detuvo, para su gran alivio. Después de dar un suspiro, la pareja se miró, y fue entonces que se dieron cuenta de la posición en la que habían caído. Los dos se ruborizaron y rápidamente se alejaron, mientras Misty iba a recoger la Bola de Red.
- Y bien... ¿qué haremos con ella? – preguntó Misty.
- Tú eras la que quería capturarla, es obvio, ¿no? – replicó Ash.
- Sí pero... la capturé con una de tus Pokébolas. Además, si Pikachu no la hubiera paralizado tal vez se nos habría escapado. – dijo Misty.
- Yo no la necesito, puedes quedártela. – dijo Ash, encogiéndose de hombros.
Misty miró la Bola de Red fijamente. En otro tiempo con muchísimo gusto habría aceptado ese trato sin cuestionar, pero ahora, considerando que no habría podido atraparla sin la ayuda de Ash y de Pikachu, no se sentía bien quedándose con ella así nada más. Y entonces, la pelirroja sonrió al ocurrírsele una maravillosa idea.
- ¿Por qué no la compartimos? – le propuso. – De cierta forma, entre ambos la capturamos. ¿No crees que podría ser de los dos?
- ¿De los dos? – repitió Ash levantando una ceja. Pikachu hizo lo mismo.
- Piénsalo, nunca hemos tenido un Pokémon que cuidemos juntos. – insistió la pelirroja. – ¿No crees que sería lindo?
Ash y Pikachu intercambiaron miradas, y luego volvieron a mirar a Misty, que sonreía ampliamente. La idea no sonaba del todo mal, y el muchacho no pudo evitar sonreír también.
Nada mal para un día de pesca, valió la pena sentarse todo el día en medio de tantos Basculins para haber atrapado una Milotic entre los dos. Una excelente captura conjunta.
FIN.
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Semana PokéShipping 2017
RomanceColección de historias cortas de Ash y Misty, celebrando la semana PokéShipping 2017, del 1 al 7 de Noviembre. Día 1: Pesca Día 2: Celos Día 3: Si Misty hubiera elegido quedarse con Rudy Día 4: Perdidos juntos Día 5: El dolor de memorias inexistente...