Monte Coronet de la región Sinnoh...
Otra vez. Ni siquiera con un mapa y una brújula podían evitar perderse del camino. Misty dudaba que incluso con un GPS Ash fuese capaz de orientarse fuera de su propia casa, mucho menos iba a hacerlo en medio de una montaña helada. Y para empeorar las cosas...
- ¡ESTO ES TU CULPA! – gritaba Misty, corriendo tan rápido como podía.
- ¡¿MI CULPA?! ¡TÚ FUISTE LA QUE PATEÓ A ESE SNOVER! – se defendió Ash.
- ¡PORQUE TÚ ME EMPUJASTE!
- ¡PIKAPIKA! – Ellos no entendían idioma Pokémon, pero no era difícil suponer que Pikachu en ese momento estaría diciéndoles algo como "¡CÁLLENSE Y SIGAN CORRIENDO!"
- ¡SNOW!
Detrás de Ash, Misty y Pikachu se encontraban una nueva definición de "cuando los árboles atacan". Un grupo de furiosos Abomasnows los estaba correteando, y la razón fue que cuando Misty se detuvo bruscamente por haberse topado con un pequeño tocón viviente o eso parecía, Ash la empujó por atrás, y ella accidentalmente lo pateó. Era un Snover, que inmediatamente empezó a gemir llamando al resto de los suyos, y estos no estaban nada felices.
El trío llegó hasta una colina nevada que iba hacia abajo unos veinte metros. Al pie de esta se podía ver una cueva al otro lado. La ventaja que tenían era que los Abomasnows eran relativamente lentos (lo que dado su tamaño no era decir mucho) pero también eran muy persistentes. El chico y la chica intercambiaron miradas; entre dejar que los Abomasnows alcanzaran y bajar por ahí para esconderse en la cueva y esperar que se fueran, la decisión era muy obvia. Ash agarró a Pikachu y saltó para deslizarse por la colina, y Misty lo siguió de inmediato.
Una vez abajo, se metieron a la cueva, rezando por que no hubiese ningún otro Pokémon potencialmente feroz adentro, y se quedaron esperando. Por suerte para ellos, la entrada era relativamente pequeña y un Abomasnow no cabría allí dentro. Oyeron como seguían gruñendo, como si discutieran haberlos perdido, y finalmente oyeron los pasos alejándose. Esperando unos minutos, Misty mandó a Ash a echar un vistazo para asegurarse que se habían ido. El chico se asomó por la entrada con cautela, pero ya para entonces, solo podía ver las puntas superiores de las cabezas de los Abomasnows alejándose por el camino lentamente. Él y Pikachu dieron un suspiro de alivio.
- Ya se fueron. – le dijo a Misty.
- Uff, casi me da un ataque. – dijo la pelirroja, dejándose caer sobre sus rodillas, jadeando para recuperar el aliento. – ¿Qué vamos a hacer ahora?
- Quizás deberíamos descansar. Ya está oscureciendo después de todo, y creo que se avecina una tormenta. – dijo Ash.
- Vaya, la primera cosa sensata que dices hoy. – dijo Misty con algo de sarcasmo.
Ash frunció el cejo, pero estaba demasiado cansado de tanto correr como para replicarle. Con un suspiro, se bajó la mochila y decidió prender una fogata. Misty hizo lo propio, pero entonces se percató de algo antes de abrirla.
- ¡Mi saco de dormir! – exclamó la chica, abriendo frenéticamente la mochila y empezando a aventar afuera las cosas que había adentro solo para estar segura.
- ¿Qué pasa? – preguntó Ash.
- ¡Mi saco no está! – gritó la pelirroja. – ¡Debí perderlo mientras estábamos escapando!
- Te dije que no lo llevaras afuera. – dijo Ash. – En mi mochila había más espacio, podía habértelo guardado sin problemas.
Misty odiaba que Ash le dijera "te lo dije", especialmente cuando tenía razón. Ahí no podía molestarse con él, y menos cuando le ofreció llevársela. ¿Por qué tuvo que sobrecargar su mochila de recuerdos y no dejar espacio para cargar un elemento tan importante como era su saco de dormir? Creyó que lo tenía bien sujeto, pero la correa debió soltársele mientras estaban huyendo de los Abomasnows.
Ash soltó un suspiro de resignación, y después de sacar su propio saco, lo desenrolló y se lo lanzó. La chica lo atrapó, y se quedó viéndolo confusa.
- Si quieres usa el mío. Saldré a ver si consigo algo para encender la fogata. Vamos, Pikachu.
Dicho esto, Ash y Pikachu salieron de la cueva. Con suerte, tal vez los Abomasnows habían dejado a su paso algún rastro de madera por ahí que podían usar para prender el fuego. Misty entretanto, se quedó viendo el saco de dormir de Ash, todavía más confundida.
No era la primera vez que se perdían, ni tampoco en una montaña helada. Misty notó que el saco de dormir de Ash era inusualmente grande para él. ¿Dormiría más cómodo así?
Al cabo de unos minutos, Ash volvió con algo de madera y con ayuda de su Infernape encendieron el fuego. La noche ya empezaba a caer y tal como dijo Ash se avecinaba una gran ventisca, así que los dos empezaron a poner una pared de nieve para refugiarse de ella. Al sentir que les empezaba a ganar el sueño, Misty abrió el saco de Ash y se dispuso a meterse en él, pero se detuvo al ver al entrenador haciendo una cama improvisada en el suelo.
- "Esto no está bien." – pensó la pelirroja. – "Quizás sea su culpa que estemos perdidos, pero él no tiene que pasar mal la noche por eso."
Ash estaba tratando de colocar unas rocas lisas a modo de almohada. No se veía nada cómodo, y aun así él estaba dispuesto a que ella pudiese dormir en el saco de él. Si este era lo bastante grande... ¿deberían compartirlo, solo por esa noche?
- Oye, Ash...
- ¿Sí? – dijo él, sin mirarla y todavía terminando de arreglar su cama improvisada de roca y tierra.
- Tu saco es lo bastante grande para los dos, no tienes que hacer eso. – dijo ruborizándose ligeramente.
- No hay problema. – dijo Ash. – No quiero incomodarte.
- Oye, sé que estamos perdidos por culpa tuya, pero tampoco tienes que pasar frío y dormir incómodo. – dijo Misty. El entrenador volteó a verla, y al darse cuenta de las implicaciones, inmediatamente adoptó una expresión frenética. – ¡S-solo no te vayas a hacer ideas equivocadas! ¡Esto es solo por necesidad, nada más!
- No creerás que estaba pensando en... eso, ¿o sí? – dijo el entrenador arqueando una ceja.
- ¡Claro que no! – dijo Misty, jugando con sus dedos. – Tú no eres... esa clase de persona, yo lo sé. Así que bueno... no me molesta si a ti no. A menos que ronques, claro.
Unos minutos después, e ignorando ese último comentario sobre roncar, los dos yacían enrollados en el saco. Ash no tardó en quedarse dormido junto con Pikachu, pero Misty todavía mantenía los ojos abiertos. Era extraño, no se sentía incómoda ni nerviosa de tener a Ash tan cerca. De hecho, hasta se le hacía... realmente tierno verlo así, relajado y tranquilo.
- Qué calidez... – susurró la pelirroja, cuidando de no despertarlo.
Ella dudaba que fuese por el calor corporal de estar tan cerca. Esta calidez provenía de otro lugar, que no podía explicar exactamente. Pero no se le hacía desagradable, así que eso no importaba.
- Ash..., nunca me atrevería a decirte esto mientras estás despierto. – susurró. – Pero quisiera que supieras que realmente valoro todo el tiempo que hemos pasado juntos. Pienso que eres un entrenador increíble, y el mejor amigo que alguien como yo pudiera desear. Y también... quisiera que supieras que te amo...
Era una suerte que el chico tuviera el sueño tan pesado. No se daría cuenta, y era mejor así. Habían sido amigos durante años, y pese a sus ocasionales riñas, esa amistad era la relación más importante que Misty tenía en su vida. Siempre se tuvieron uno al otro para apoyarse y motivarse cuando era necesario, y ella no quería que eso cambiara.
Sonriendo, la chica se llevó dos dedos hacia los labios y los besó, para luego plantarlos suavemente en los de Ash. El entrenador solo se sacudió un poco, pero no se despertó.
- Dormilón como siempre. Si sus ronquidos no despiertan nada lo hará. – murmuró divertida.
No que estuviera roncando realmente. Con mucho cuidado, se acomodó en el pecho de él y cerró sus ojos. Ya tendría tiempo de regañarlo mañana cuando pudieran salir de ahí y encontrar su camino para bajar de esta montaña. Si era con él, tal vez perderse no fuese tan malo.
FIN.
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Semana PokéShipping 2017
Roman d'amourColección de historias cortas de Ash y Misty, celebrando la semana PokéShipping 2017, del 1 al 7 de Noviembre. Día 1: Pesca Día 2: Celos Día 3: Si Misty hubiera elegido quedarse con Rudy Día 4: Perdidos juntos Día 5: El dolor de memorias inexistente...