Pueblo Paleta, residencia Ketchum...
¿Cuándo fue la primera vez que se hospedó en esta casa? ¿Diez, casi once años o tal vez un poco más? Ya había perdido la cuenta. Pero aun así, la residencia de la familia Ketchum siempre se sintió como un segundo hogar, un sitio cálido, familiar y acogedor donde ella siempre era bienvenida.
A raíz de la celebración que tendría lugar al día siguiente, Pueblo Paleta estaba abarrotado de turistas, y el hogar de los Ketchum había tenido que hospedar a varios de los amigos de Ash ya que los hoteles estaban repletos de gente. No era para menos: haber ganado la Liga Índigo era un gran motivo de celebración, pero sin duda, la pequeña casa necesitaría remodelaciones para acomodar a tantas personas la próxima vez.
Al momento de sortear las habitaciones, May, Dawn y Serena se quedaron juntas en el cuarto de huéspedes, que por fortuna tenía dos camas grandes. El sofá en la sala se lo ganó Max, de modo que Brock, Cilan, Clemont y Bonnie tuvieron que dormir en sacos o colchonetas inflables. Iris dijo que no le molestaba dormir en el árbol de afuera, y lo habría hecho de no ser por la insistencia de Delia de no quedarse a la intemperie. Y en cuanto a Misty, le tocó compartir el cuarto con Delia. Ash era el único que tenía su cuarto solo para él.
La pelirroja de repente abrió los ojos. Al ver el reloj digital en la mesita de noche, se dio cuenta de que eran casi las doce de la noche. Dándose la vuelta, vio a Delia todavía dormida y de espaldas a ella. Era una suerte que tuviese una cama matrimonial. Misty se levantó con cuidado para no despertarla; de pronto le dio sed con el calor que hacía. Se puso unas pantuflas y bajó para ir por un poco de agua.
Al bajar las escaleras, vio una luz tenue que venía desde la cocina. Por lo visto alguien más se había parado, y posiblemente para asaltar el refrigerador. Y con toda certeza, era Ash, preparándose un gran sándwich con todo lo que pudo encontrar. Ya estaba poniéndole la segunda rebanada de pan encima cuando vio a la pelirroja en la entrada.
- ¿Te lo vas a comer tú solo? – preguntó Misty con una sonrisa.
- Esa era la idea. – admitió Ash. – ¿Quieres un poco?
- Solo venía por un poco de agua, pero ya que insistes. – aceptó ella.
Ash partió diagonalmente su sándwich para darle un trozo a Misty, aunque no se le escapó que deliberadamente se quedó con el más grande. Bueno, no era que fuese a molestarlo, y era mucho decir que él le ofreciera algo de su comida. Años atrás eso habría sido impensable.
- Fuera de venir por un bocadillo nocturno... ¿alguna razón por la cual estés despierto a esta hora? – preguntó Misty.
- ¿Se nota? – dijo él, levantando una ceja.
- Ash, nos conocemos desde que eras un entrenador novato. He aprendido a leerte mejor que nadie. – replicó ella con un pequeño deje de orgullo.
- Hm... ¿por qué no vamos afuera un rato, para no despertar a los demás? Creo que tal vez me vendría bien hablar con alguien. – admitió él.
Cerrando la puerta del refrigerador, Ash y Misty se deslizaron con mucho cuidado por la sala. Todos dormían en silencio, excepto Brock que murmuraba algo de "Lucy, mi reina bella" abrazando su almohada. Al llegar a la puerta, Ash quitó el seguro y la abrió. Misty la cerró detrás de ella con cuidado para no hacer ruido y los dos fueron a ponerse junto a la cerca del jardín.
Una de las cosas que más le gustaba a Misty de Pueblo Paleta era lo pacífico y tranquilo que podía ser el lugar. Perfecto para relajarse cuando querías alejarte de todo y de todos. Los dos miraron hacia el cielo nocturno. La luna estaba bastante brillante, opacando a todas las estrellas aquella noche.
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Semana PokéShipping 2017
RomanceColección de historias cortas de Ash y Misty, celebrando la semana PokéShipping 2017, del 1 al 7 de Noviembre. Día 1: Pesca Día 2: Celos Día 3: Si Misty hubiera elegido quedarse con Rudy Día 4: Perdidos juntos Día 5: El dolor de memorias inexistente...