シューティングスター [HxH]© FINALIZADO

Capítulo 10

Seguimos caminando un rato más cuando de pronto se escuchó un estruendo y unas escaleras aparecieron en el camino.

—Debe ser una broma...—se escucharon mas comentarios de este tipo por los participantes.

—Bueno, es hora de subir el ritmo.—Satotz comenzó a dar saltos más largos y más rápido subiendo las escaleras de dos en dos.

—No sabía que estábamos primeros.—habló Gon mirando hacia atrás.

—No me di cuenta.—lo imité, habían varias personas que habían abandonado.

—Es por el ritmo. No es muy alto.—miramos a Killua. —De hecho, no moverse es la forma más rápida de cansarse.—agregó mirándonos de reojo.

—La voz de la sabiduría.—bromeé.

—Tsk.—miró para otro lado.

—Killua, ¿por qué quieres ser cazador?—cuestionó Gon.

—En realidad no quiero ser un cazador...—respondió Killua sin bajar el ritmo. —Escuche que había algo extremadamente difícil y pensé que sonaba interesante. Pero estoy decepcionado.—agregó

—Mmm.—quedó un pensativo Gon. —¿Y tú, Elizabeth?—preguntó mirándome.

Rayos, no les puedo decir "es para tener más libertad a la hora asesinar o robar para aquellas ratas de los barrios bajos."

—Ehm b-bueno porque u-uhm.—tragué en seco, no sabía que decir hasta que me acordé de la brigada.

¡Claro! Les puedo decir que ellos son los criminales que mataron a mi familia o algo así.

Hice una mueca al recordar a Pairo. —Básicamente quiero atrapar a los asesinos de mi familia.—mentí para luego sentirme mal por decir aquello, después de todo los había perdonado y sentía que estaba mal decir eso.

Me perdí recordando aquel momento.

Flashback

Había pasado muchos días escondida en algún rincón de nueva base en la que nos encontrábamos.

Ellos no intentaban hablar conmigo y yo no intentaba hablar con ellos.
Aún seguía triste, me sentía traicionada de alguna manera.
Ellos siempre supieron de ellos, quizás se me hubieran avisado yo jamás me hubiera encariñado con ellos y no hubiera sufrido tanto con su pérdida.

Pero una parte de mí sabía que sus intenciones jamás fueron hacerme daño, solo estaban haciendo su trabajo.

Voy a hablar con ellos, ya lo decidí.

Me encamine hacia donde ellos se encontraban pero antes de prescenciarme en la sala los escuché hablar.

—Ella... jamás nos va a perdonar ¿verdad?—habló una triste Pakunoda mientras jugaba con su pistola entre sus manos.

Asintió Feitan—La mocosa nos odia, después de todo tuvo razón ¿cuándo fue que aceptamos ese trabajo?—concordó.

—Sin embargo trabajo es trabajo.—suspiró Franklin.

—Y por eso la perdimos.—habló Pakunoda seguido de sollozos por parte de ella pues la estimaba demasiado, era la hermana que nunca tuvo.

La sala quedó en silencio por parte de los integrantes, sólo se escuchaba los sollozos de Pakunoda.

Y pronto también los de Elizabeth.