Capítulo 20.

1.3K 203 53
                                    

"Quedate aquí, no tardo."

Si alguna vez Chrollo les dice algo así, huyan.

He pasado más de dos horas en la recepción —o algo así— de los Zoldyck, un tipo raro con lentes está que juega con una moneda entre sus dedos y el simple sonido que esto hace me tiene irritada.

—Ehm, disculpa. ¿Podrías dejar de hacer ese ruido? —espeté tratando de no sonar tan demandante, creí que había dado resultado pero una moneda golpeó mi frente.

—¡Oye? ¡¿Pero qué te pasa?! —gruñí tocándome el lugar adolorido.

—¿Eso responde a tu pregunta? —cuestionó cínico.

Yo chasqueé la lengua desviando la mirada me crucé de brazos.

Si Chrollo no sale por esa puerta en los próximos 10 segundos le voy a arrancar la yugular.

Y como si los dioses me escucharan él salió por la puerta... acompañado por un pelinegro lleno de agujas en su vestimenta.

—Ni tirdi. —lo imité—. No vuelvo a confiar en ti, me hubieras dejado en la Ciudad, era mejor que estar aquí. —lo último lo dije en voz baja temiendo por mi vida.

—Era algo de suma importancia, lo siento Elizabeth. —se disculpó sacándose su boina haciendo que sus cabellos negros salieran por doquier.

Alguien traiga un tarro para recoger mi baba.

—Cierra la boca que se te cae la baba. —habló el loco de las agujas pareciendo inocente.

—Insolente. —espeté seca, nos miramos con odio —o bueno sólo yo—.

Chrollo iba a regañarnos pero Gotoh lo interrumpió—Chrollo-dono, por aquí. — señaló una puerta para que lo sigamos


Yo seguía lanzándole miradas asesinas a Illumi, era un odio a primera vista.

Una mano se posó en mi cabeza girándola haciendo que quede ante unos peculiares ojos grises —¿Acaso te gusta? —alzó una ceja.

Abrí mis ojos atónita. —¡No! —exclamé haciendo que los demás me mirarán, sonreí en son de disculpa—. ¿Tú no sabes distinguir miradas de odio y miradas de amor? —bufé bajo—. Además, ¿por qué crees que me gustan todos los que veo? —cuestioné recordando el similar incidente con Hisoka.

—Pakunoda me dijo que alguien que yo conozco te gusta. Quería adivinar quién era.

¿Han sentido alguna vez algo llamado vértigo? Bueno así me sentí yo, me cogí de su hombro evitando caer al suelo. Iba a morir por una taquicardia.

—¿C-c-cómo...? ¿Q-qué dices? Pakunoda no... —balbuceé mareada.

—¿Estás bien, Elizabeth? —cuestionó preocupado.

Asentí eufóricamente. —Sí, sí, sí. No, no no.—Chrollo me miró confundido, suspiré—. O sea que no, no me gusta nadie. —mentí—. Pakunoda está loca. —reí nerviosa.

Él me miró interrogante un momento para luego encogerse de hombros.

Solté todo el aire que tenía atascado.

Esa Pakunoda, me las va a pagar. Gruñí entre pensamientos.

—Aquí es, disfrute su estadía. Cualquier cosa, estoy a sus servicios. —Gotoh hizo una reverencia para luego darse media vuelta e irse.

Fruncí el ceño. —¿Nuestra estadía aquí? ¿De que habla Chrollo? —cuestioné.

—Se van a quedar aquí hasta mañana, ya que mi padre y Chrollo pasaron hablando sin medir el tiempo. —respondió Illumi.

Lo miré asqueada. —¿Sigues aquí? —espeté.

Un golpe en la cabeza se hizo presente. —Auch, ¿por qué hiciste eso? —me quejé tocándome el lugar adolorido.

—No seas irrespetuosa Elizabeth, no estamos en nuestro hogar. —hizo incapié en la última palabra, tenía razón, cualquier movimiento en falso significaría la muerte.

Tragué el seco para luego inclinarme en son de disculpa. —Lo siento, Illumi.

El negó con la cabeza haciendo un sonido de negación con su boca. —Eres divertida. —comentó para luego irse por donde vinimos.

Fruncí el ceño, ¿está bien de la cabeza?

Nos adentramos a la habitación, habían dos camas, suspiré resignada.

Desearía que estuviéramos en un libro para que hubiera sólo una cama y por obra del destino nos hubiera tocado dormir juntos.

—Si quieres puedes bañarte tú primero. —habló Chrollo.

Negué con la cabeza. —No, anda tú primero. Seguro y me demoro más que tú.

Él asintió y se dirigió al baño con su ropa.

Escuché la ducha caer en el suelo del baño y no pude evitar sonrojarme.

¿Qué? Soy una chica.

—¡Cierto! Chrollo, ¿ya me puedes decir para qué vinimos? —hable un poco más fuerte para que me escuche.

—Eran negocios. —rodee los ojos ante su limitada respuesta.

—Sí, lo sé, pero ¿de qué? —volví a preguntar.

—Estábamos negociando acerca de una tregua temporal. —abrí los ojos sorprendida.

—¿Cómo dices que dijistes? —hablé sin poder creérmelo.

—Qué estábamos... —lo interrumpí

—Sí, sí escuché. A lo que me refería es que es algo wow, sorprendente. ¿Lo conseguiste? —el sonido de la ducha paró al igual que su voz.

La puerta del baño se abrió dejándo paso algo de vapor y este rodeaba a un Chrollo ya cambiado con ropa livianas y cabello mojado, tenía una toalla alrededor de su cuello.

—Se podría decirse. —hizo una mueca—. Ya está listo el baño, por si te quieres bañar.

Trague en seco al ver pequeñas gotas de sus cabellos caer, era una especie de seducción.

—¿Elizabeth? —una mano se paseó por mis ojos llamando mi atención.

Me levanté de un salto. —S-sí, a eso iba, baño jaja. —balbuceé nerviosa mientras me adentraba rápido con mi ropa al baño.

Me deslicé sobre la puerta suspirando como una estúpida enamoradiza.

Definitivamente el amor no correspondido era una mierda.

.

.

.

.

.

.

.

¡Gracias por leer, votar y comentar!

Llegamos a los 1k de leído y 400 votos, no sé porqué pero eso me hizo demasiado feliz:(( ♡gracias♡

Espero que les haya gustado, nos leemos en el próximo.
Pd: como que estuvo muy corto ahq.

Adiós ;))

シューティングスター [HxH]© FINALIZADODonde viven las historias. Descúbrelo ahora