Alone

51 10 0
                                    

Nota:

Esta historia viene a raíz de unos pensamientos de medianoche, así que tengo que asumir que no será la más larga que haya hecho.

Sin más, a leer.

---------------

Jungkook estaba en una cafetería con sus audífonos puestos, música a todo volumen y un gran café negro entre sus manos, no quería que nadie se le acercara.

Había llegado ahí a raíz de una semana tan pesada y tan jodida, que culminó con una fea y fuerte pelea con sus padres, los cuales se estaban quedando en su casa por ese fin de semana, por lo que había salido de ahí sin decirle nada a nadie, en realidad en su mente sentía que a nadie le podía interesar.

Estaba completamente solo en aquella cafetería, y sabía que así permanecería, pues su humor no le permitiría ser amable ese día. Ya hasta la joven que le atendía se había cansado de su actitud pesada.

Prefirió retirarse, ¿Qué iba a estar haciendo en ese lugar? Nada más llenar un espacio que otra persona que no estuviera tratando a todos como la mismísima mierda podría ocupar. En realidad en ese momento sentía que sí desapareciera todo estaría mejor, que no hacía nada más que llenar un espacio en el mundo que alguien más podría llenar con facilidad.

No. Jungkook no tenía pensamientos suicidas ni tampoco era alguien que padeciera de depresión. Pero cuando incluso sus padres le hacían sentir un fenómeno o una basura ese pensamiento calaba en su mente para hacerle llorar tanto como su cuerpo se lo permitiera.

El joven caminaba por las calles de Seul sin un destino en específico, o eso quería creer él. Se había cruzado con un amigo de su infancia al cual, en otra ocasión, hubiera corrido a abrazar y hubiera pasado el resto de la tarde con él sí eso era posible, pero ese día corrió para que no le viera, para no tener que hablar con él y hacerle perder su tiempo. ¿Quién quería perder su tiempo con un ser tan aburrido y triste como el que era él en ese momento?

Sin darse cuenta había llegado a un parque, pero su suerte, karma, o lo que sea que estaba haciendo que su día fuera tan asqueroso como lo estaba haciendo, lo habían traído al parque al cual iba a jugar cuando solo era un niño y su abuela, quien le cuidaba, lo llevaba.

¿Cuánto había caminado entonces? Se había mudado lejos de esa zona por todos los recuerdos que le traía. No eran malos, había reído mucho cuando era pequeño, pero también recuerda cuando su padre le reprendió por haberse aburrido al ir con él y eso sumado a la nostalgia, solo le hacía llorar.

En efecto, eso hizo, estaba sentado en un columpio, meciendo este con levedad mientras las lágrimas caían. Habían personas en el parque, personas que habían visto su estado emocional y le habían demostrado lo poco que valía porque esas personas le habían ignorado y se habían alejado casi corriendo, haciéndole saber lo poco que valía, porque así lo veía. Una persona siendo ignorada y en vez de pensar en lo idiota que era la sociedad pensaba en lo idiota que era él por llorar en un columpio de el parque al cual iba de niño.

Se sentía solo, se sentía horrible. No importaba sí en su teléfono habían mil y un llamadas perdidas o mensajes de quien fueran, se sentía solo porque él pensaba que nadie que le llamará realmente quería saber sí estaba bien emocionalmente, solo querían saber que no tendrían que pagar un rescate.

Se sentía solo, el sentimiento que prevalecía y controlaba los otros era ese, se sentía horriblemente solo. Eso le hacía sentir enojado, triste, frustrado y cualquier cosa mala en él.

El pobre Jungkook se sentía solo y eso le llevaba a sentirse como la mismísima mierda.

Cerró sus ojos por un momento, intentando que las lágrimas que caían por sus mejillas pararán y sintió unos brazos que rodeaban su cuello por detrás, seguidos por un rostro que se apoyó en su hombro.

No supo si gritar o agradecer a quien le reconfortaba un poco con ese extraño abrazo. Sus lágrimas, en lugar de parar, fluyeron con más rapidez porque él sabía que eso era lo que necesitaba.

-No estás solo, Kookie. -Reconoció con facilidad aquella voz, era la voz de su novio, de Yoongi.-
-Yoongi... -Su voz se escuchaba ahogada y forzada, todo gracias a su llanto.-
-No estás solo. -Por primera vez en todo el día, una pequeña sonrisa se formó en los labios del pequeño.-

Yoongi se puso de pie y fue frente a Jungkook, haciendo que él también se pudiera de pie para así abrazarle, abrazarle fuerte contra su cuerpo y dejar un beso en su mejilla, limpiando las lágrimas que caían.-

-Te busqué mucho Kookie, no vuelvas a salir así de casa. -La voz de Yoongi sonaba dulce y reflejaba el alivio de haber encontrado a su novio.-
-¿Cómo... cómo me encontraste? -A Jungkook aún le costaba hablar, pero aquellas dulces acciones de Yoongi le habían permitido dejar de llorar.-
-¿Qué clase de novio sería sí no supiera a donde te vas cuando estás triste? -Se le dedicó una corta sonrisa a Jeongguk, este sonrió.-
-Eres el mejor, Yoongi.

Y es que Jungkook había olvidado ese pequeño detalle, mientras tuviera a Yoongi con él, nunca estaría solo.

----------------

¿Les gustó? ¿Muy triste? Pues aquí un secreto, la primera parte es como me siento, el final es lo que me gustaría que pasara pero obvio, la vida no es un cuento y eso no va a pasar, je.

Perdonen sí las deprimo, tampoco es mi intención.

Recuerden que las quiero, a quien me siga a pesar de que es algo difícil que actualice, le tengo un pequeño aprecio en mi corazón.

A Little Bit of Love (GiKook One Shots)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora