Marinette llego a la escuela sosteniendo un caja y con cara de no haber dormido nada.
Yo tambien estoy exhausto, pero no me arrepiento, pude estar horas con ella viendo como cosía.
Estaba haciendo un elaborado vestido que le encargo rosita.
A ella pareció encantarle y Marinette parecía satisfecha.
Una mano en mi hombro me saco de mis pensamientos.
- niño rico cierra la boca que hay moscas
- No tenía la boca abierta
- si la tenías, y dejame decirte que ella aun te odia.
Solté un sonoro suspiro
- asi que hablarle bien de mi no funcionó
- nop, pero además creo que alguien mas le gusta y no quiere admitirlo y mucho menos decirme quien es el afortunado.
Chat noir? Pensé para mis adentros
- solo con que me viera yo seria feliz
- Darías tu vida por ello?
- Sin dudarlo
- Que barata es tu vida niño rico
