Te entiendo...

Capítulo 4

Carta al "amor de mi vida",
parte 4.

Y al igual que con tu sencillez me enamoraste... así de sencillo me rompiste.

La elegiste a ella y solo espero que ella te haga feliz.
Solo espero que te sepa entender cuando te encierras en ti mismo, que sepa ayudarte a sentirte mejor con apenas unas pocas palabras.
Espero de verdad que ella esté tan plenamente enamorada de ti como yo lo estaba (y lo estoy).

Pero cariño, tú te fuiste, tú me rompiste, y lo único que te pido es que ya no vuelvas cuando por fin te haya superado. No vuelvas cuando ya yo esté bien (si es que lo logro algún día).

Y algo que jamas olvidaré, algo que creo que jamás dejará de doler, es que contigo lo hice todo distinto, a ti jamás te oculté nada. Dejé que vieras todo de mi e igual te fuiste.
Contigo fui yo misma al 100%. Tú viste todo lo que siempre intenté ocultar.
Te lo enseñé todo...
Contigo olvidé mis complejos...

Pero está bien, ¿sí?
Sé que ya no estás y que probablemente ya me olvidaste por completo.

Pero que sepas que te pienso en cada respiro, en cada segundo que pasa.
Que sepas que aún deseo ese hermoso futuro contigo y aún deseo que todas aquellas promesas se cumplan..

Igual si no lo hacen: está bien... porque me enseñaste cómo se siente que un chico me ame, que haga todo por mi, que no se moleste (por muchas tonterías que yo hiciera) sencillamente porque soy yo...
Yo no sabía lo que era eso.
Antes de ti, yo me conformaba con cualquier cosa, con cualquier pedacito de cariño o de atención.
Y ya no.

Además, gracias a ti hice varios cambios drásticos en mi vida, cambios que me hacen un poquito más feliz.
Y por eso te estaré eternamente agradecida

Así que no me olvides.. cuéntales a tus hijos de mí y diles que yo te amaba de verdad (de esa forma que a día de hoy nadie lo hace).

Y si vuelves... cariño, se lo diremos a nuestros hijos. Les diremos que yo supe que eras tú desde el primer día en que nos hablamos. Desde el mismísimo "hola".

Quizás fue la distancia lo que nos lo estropeó todo y quizás no...
Quizás fue otra cosa y.. quizás tampoco.
Pero está bien. Solo no olvides que lo único que quiero es verte feliz.
Quiero que te cuides mucho y que sonrías siempre.
Quiero que cumplas tus sueños...

Jamás olvides que, estés o no estés, eres el amor de mi vida.

Sí, así termino mi carta hacia el "amor de mi vida".
Porque aún pienso que lo eres, solo que no todos tenemos la suerte de poder estar toda una vida con ese amor (yo no fui tan afortunada).

Así termino esta carta hacia aquel chico que me enseñó a amar de la forma más plena, profunda, intensa y pura.

Porque ¿qué gano con seguir dedicándote tantas palabras? ¿Acaso mis palabras escritas aumentan la probabilidad de que vuelvas? No lo creo... porque si las lágrimas, las horas que pasé pensándote y suplicándole al cielo que volvieras, las noches que me desvelé, si todo lo que te dediqué, todo lo que sufrí, no te hizo volver... mucho menos lo harán estas palabras tiradas al azar. Estas tontas palabras que intento ordenar, en vano, para expresar lo que siento.

Así termino esta carta a la persona que más me hizo sufrir, a esa misma que me rompió, no solo el corazón, sino incluso los huesos (porque así de rota me siento).

Aún siento ese dolor que sentí cuando me dijiste que te ibas, cuando me lo dijiste excusándote que tenías que hacer lo mejor para mi. Aún recuerdo ese cuchillo que sentí en el corazón, en los pulmones y en la garganta. Aquel nudo que sentí y me impidió de decir una sola palabra.

Pero, ¿y tú? ¿Lo recuerdas?
¿Recuerdas mis lágrimas brotando como si de un río se tratara..? ¿Recuerdas cómo, para consolarme, me abrazaste una última vez..? Cerré los ojos mientras me abrazabas. Intenté con todas mis fuerzas parar el tiempo pero infelizmente no pude. Intenté centrarme en todas las sensaciones a mi alrededor (gracias a ello aún siento tu perfume). ¿Recuerdas cómo me callé mientras tú te ibas?
¿Recuerdas como tú, dejándome llorando de rodillas, te fuiste sin siquiera mirar atrás? ¿Lo recuerdas...?
Y sí, incluso después de todo esto: yo te amo.

Ahora que lo pienso bien... ya no te amo, solo te quiero. Porque ¿cuál es, realmente, la diferencia entre querer y amar?

Piensa... si dices "quiero un peluche", significa que aún no lo tienes pero quieres tenerlo. Sin embargo, si dices "amo un peluche", significa que ya lo tienes y lo amas.

Y ahora que no te tengo.. ya no puedo amarte. Por muy puro y enorme que sea esto que siento por ti no puedo decir que te amo porque ya no me perteneces.
Ya no me piensas.
Ya no me quieres contigo.

No se puede amar algo que no se tiene, y por eso yo no te amo: solo te quiero.

Porque al contrario de ti yo si quiero pertenecerte y que tú me pertenezcas, yo si te pienso, yo si te quiero conmigo, yo si me quiero contigo, yo si nos quiero juntos.
Así es tesoro mío, ya no te amo. Te quiero.

Pero todo esto da igual porque hoy termino esta enorme carta que jamás leerás, aquí te la dejo por si algún día el universo me recompensa y hace que vuelvas (y que esta vez te quedes).

Solo quiero decirte, por último, que te entiendo. Que, cariño, no estoy molesta.
Entiendo todo lo que hiciste. Entiendo que te hayas enamorado de mí en algún momento y que, de igual forma, te desenamoraste.
Entiendo que ella es mejor.
Entiendo que no te merezco, entiendo que eres demasiado bueno para mí.

Y, a pesar de todo, no hay cosa por la que esté más agradecida que conocerte... no me arrepiento de haberte amado.