Te entiendo...

Capítulo 8

Carta al "amor de mi vida",
parte 5.

Hola cariño.
Sé que prometí parar de escribirte, sé que me prometí a misma pasar página y evitar cualquier pensamiento que pudiera llevarme a ti.
Pero mentí. No logré cumplir esa promesa y te escribo esto mientras lloro en mi cama (apenas una noche más que no logro dormir).

Tú me cambiaste la vida, ¿lo sabías?
Tú me marcaste por completo y por tu culpa ya no puedo disfrutar de nada en esta vida.

¿Por qué? Porque te echo de menos.
Dios... si te echo de menos...
Te echo tanto de menos que ya no logro pensar en nada más.
Y lloro. Sí... He vuelto a esos días que te prometí que no volverían.
Otro promesa rota, otra mentira.
He vuelto a dejarme dormir todas las noches después de incontables horas llorando.

¿Y sabes qué es lo peor?
Que una vez más.. no tengo a nadie.
No tengo a nadie a quien contarle esto que siento y me estoy consumiendo por dentro.
Pero les entiendo, entiendo que no tenga a nadie porque muchos se esfuerzan y yo los alejo. Soy complicada, tengo noción de ello, y ya no quiero complicar la vida de los demás.

Pero... te echo de menos. Te echo tanto de menos que ya nada en mi vida tiene sentido.
Ya nada me hace realmente feliz, ese nudo en la garganta no desaparece y ese peso en los pulmones no me deja respirar.
Te echo de menos y el sol solo quema, las nubes solo traen lluvia y el cielo no se ve azul...
Te echo de menos y los colores que me gustaban, ahora los odio, las cosas que me gustaron alguna vez de mi misma, las odio con todo mi ser.
Te echo de menos y escucho a diario aquella playlist que me hice en Spotify con todas las canciones que algún día me dedicaste, busco más canciones que me recuerden a ti pero solo las que tú me dedicaste consiguen cumplir ese papel.

Y eso si que no entiendo. ¿Cómo es posible que llegaras a amarme tanto? ¿Cómo fue que tuve la suerte de conocerte y la suerte de ser amada por ti...?

Pero sé que te perdí y que no puedo hacer nada en cuanto a eso. Sé que te perdí y sé que fue acuerdo mutuo pero también sé que ninguno de los dos quería realmente irse.
Sé que te perdí y sé que fue por mi bien y sé que es lo correcto pero también sé que no soporto estar en un universo donde tú no estés en mi vida.

Te perdí. Te perdí de verdad y te echo de menos.

¿Sabes? Recientemente tuve la oportunidad de pasar página de verdad, de conocer a otras personas y de, quien sabe, empezar un relacionamiento. Me mentí varias veces a mi misma y pensé "quizás me guste", intenté convencerme de ello...
¿Pero quieres saber la verdad? ¿Quieres saber qué veo en las demás personas?
Veo que no son tu. Veo un tono de piel distinto, un nombre sin ningún parecido, un tono de voz diferente, unos ojos menos achinados, un pelo más corto y más claro, unos labios completamente diferentes, otro uso de palabras, otro acento, altura distinta, gustos contrarios y manías diferentes.
Solo veo en lo que se difiere esa persona en ti y no puedo evitar pensar que jamás podré volver a enamorarme.

Y no te entiendo. ¿Por qué te enamoraste de mi? Con tantas chicas mejores que yo en este universo, ¿por qué yo?

Pero ahora solo pienso que jamás me volveré a enamorar de nadie y dicen que eso es una tontería, que tarde o temprano nuestro corazón pasa página y que aunque nunca dejemos de amar a esa persona, aparecerá otra que amaremos más.
¿Es eso siquiera posible? ¿Es posible amar a alguien más de lo que te amé a ti?

Me rodean personas buenas. ¿Entiendes? Personas que serían capaces de quererme y soportarme con todos mis estupidos defectos. Personas como las que deseaste que conociera. Personas de las cuales me enamoraría fácilmente antes de conocerte a ti...
Pero no hay forma de volver atrás. Te conocí y desde entonces... nadie me sorprende, nadie me agrada y nadie me hace sentir como tú lo hiciste. Te conocí y ahora mi nivel de comparación de personas está demasiado elevado y no hay nadie que te llegue a los talones. Y aunque fue una bendición poder coincidir contigo en esta vida, conocerte fue también un gran castigo para mi.

Y, por lo que acabo de escribir, quizás alguien pudiera pensar que desearía no haberte conocido pero... no es así.
Si pudiera volver el tiempo atrás, no evitaría conocerte. Más bien lo contrario...

Me hubiera fijado más en ti. Hubiera contado tus lunares y hubiera hecho de todo para hacer llamadas de vídeo todos los días. Hubiera dibujado miles de veces tu cara para que mis manos se adaptaran a tu rostro y a tus tonos y a todo lo que compone tu ser. Hubiera apuntado y guardado cada palabra bonita que me dijiste. Hubiera escuchado más veces aquellas canciones que me dedicabas y hubiera tenido el cuidado de apuntarlas todas y cada una de ellas (hay muchas que no recuerdo y no las apunté... solo deseo algún día encontrarme con ellas por casualidad).
Además... hubiera contado mis lunares para que los supieras. Te hubiera regalado muchos dibujos. Te hubiera dedicado muchas más palabras bonitas. Te hubiera dedicado más canciones.
Me hubiera inventado un idioma de palabras descriptivas para explicarte como te veían mis ojos y como me hacías sentir. Hubiera escrito miles de canciones y te hubiera dedicado cada una de ellas. Te hubiera escrito mucho más y no tendría miedo a las consecuencias.

Si volviera el tiempo atrás.. aprovecharía mucho mejor el poco tiempo que tuvimos.

Pero en verdad, ¿podría yo haberlo aprovechado más?
Todos los segundos de mi día eran para ti. Eras mi único pensamiento y mi único motivo para respirar. Te hablaba 24/7 y te contaba todo lo que rondaba por mi mente. Cuando no hablábamos, buscaba canciones para dedicarte u observaba tus fotos.
¿De verdad podía haberlo aprovechado mejor?
No lo sé... pero si volviera el tiempo atrás, seguramente conseguiría alguna forma de aprovecharlo más.

Y ahora estoy aquí, en mi habitación, llorando como una niña perdida en una gran ciudad. Deseando con todas mis fuerzas que puedas volver a mi vida aún sabiendo que no es posible...

Lo peor es que mi vida estaba mejorando. A poco y poco, ya todo se estaba arreglando... pero yo siempre tengo que estropearlo todo, ¿no es así?

Yo solita he podido alejar a las pocas personas que se importaban conmigo. Yo solita he podido hartar a todos los que siquiera se esforzaban. Yo solita volví a estropear mi vida y esta vez no sé si lograré arreglarla.
Pero las entiendo, entiendo a esas personas. Yo tampoco que aguantaría a mi misma y si lo hago es porque no tengo elección.

¿Sabes?
Me conseguí una amiga.
Una muy buena amiga a la que quise con todo mi corazoncito roto.
Pero esa atención no podía durar para siempre... primero porque a ella no le gustaba tanta atención y segundo porque mi atención siempre vuelve a ti.
A ella sí que no la entiendo, aún sabiendo lo complicada que soy.. ella sigue aquí, aún no se fue, al menos no del todo...
Y hay muchas cosas que no le puedo contar, por eso siento que estoy construyendo muros que me separan de ella. ¿Pero como le cuento todo esto que siento? Si ni siquiera escribiendo consigo que se me entienda..
Entonces le digo a ella que la echo de menos y que la noto diferente sin motivo, pero quizás el motivo sea yo. Quizás yo simplemente estoy volviendo a mi época mala. O quizás ella poco a poco se está hartando.
Pero probablemente soy yo (siempre soy yo), simplemente estoy volviendo a aquella horrible época que me da pavor de tan solo pensarla.
Digo "quizás" pero si lo pienso bien, ya es más que seguro:
Llevo semanas durmiendo apenas 4 horas por noche... incluso una noche la pasé completamente en blanco, y lloro más agua de la que bebo durante el día.
Pero eso no se lo puedo contar. Eso nadie lo puede saber porque nadie lo lograría entender.

Y bueno... sé que prometí no volver a escribirte pero te echo de menos y necesitaba desahogarme de alguna forma.

Te echo de menos, de verdad lo hago.
Y sé que te perdí, sé que no leerás esta carta y sé que no volveré a saber de ti pero te echo de menos y esta noche el dolor se hizo demasiado difícil de soportar.

Te amo. Aún te amo.
Pero te entiendo...