Carta a la que pensé
que sería mi amiga.Hola. Hace tiempo que no pienso en ti, hace tiempo que no te escribo.
Hoy me acordé de ti y de lo que significabas para mi. Siempre fui de esas personas que lo dan todo a todos, y tu no fuiste excepción. ¿No es así?
Pero una vez más, me rompí por completo. Tú me rompiste.
Pero no pasa nada: te entiendo.Lo interesante es que de ti si esperaba que me retribuyeras lo bueno, si esperaba que todo fuera bien.
Es decir, es fácil que una amistad chica/chico vaya mal, y más fácil aún que un amor vaya mal, pero una amistad entre dos chicas no debería tener que ir mal.
¿Y todo por qué? ¿Egoísmo? ¿Celos?
Pero está bien, es normal, supongo que a día de hoy las chicas son así.Que irónico, al principio me caíste mal pero al conocerte pensé que me había equivocado, que te había juzgado mal. Aunque, ahora que lo pienso, no fue así, ¿verdad? Te juzgué muy bien y lo cierto es que el tiempo demostró que eras aquella culebra venenosa que me imaginé que eras.
Pero empecemos por el principio, ¿si?
Cuando te conocí, me caíste mal. Es cierto y lo admito. Me caíste mal porque en apenas segundos lograste capturar toda la atención de la que era mi única amiga en aquel entonces.
Cuando tu no estabas, ella hablaba conmigo y me quería (creo), pero llegaste y perdí su cariño. Todo lo dirigió a ti.Pero está bien, éramos niñas y las niñas tienen eso: no saben realmente repartir el cariño. Pero, ¿por qué tenían la necesidad de burlarse de mi, de tratarme mal y de hacer que mis complejos aumentaran aún más (algo que no sabía que sería posible)? ¿Era eso realmente necesario? ¿Tenían que herirme? Y después, ¿tenía eso que hacerse una tradición?
Supongo que tú no tuviste toda la culpa, la tuvo ella que fingió ser mi amiga. Pero también recuerdo muy bien cómo disfrutabas de ello. Como reías con malicia cada vez que me veías apartada en una esquina triste o llorando. Podías haber hecho algo, ¿lo sabes?
Jamás te preocupó hacerme daño pero está bien. Te entiendo. Un bicho raro no merece compasión.Con el tiempo las circunstancias cambiaron. Se formó un pequeño grupo de amigos con los que hablaba a diario y compartía constantemente. Esos amigos fueron incorporando amigos en el grupo y así entraste tú. Así entraste otra vez a mi vida.
Me vi obligaba a conocerte y a compartir contigo, lo que de cierta forma incluso fue bueno...
Pude ver como eras humana y tenías corazón, pude ver como tenías miedos y temores, como llorabas y sonreías. Quisiera o no, estabas en mi grupo, eras mi amiga.Todo estaba bien así. ¿No?
No te molestaba y tú no me molestabas. Coexistíamos sin tener que hacer más que saludarnos con dos besitos.
Todo estaba bien. Hasta que te diste cuenta de que ya no me hacías el daño suficiente para tu satisfacción...Decidiste que serías mi amiga e hiciste de todo para demostrarme que podía confiar en ti. Me contaste tus "secretos", me pediste consejo y ayuda, me contaste tus problemas y yo.... bueno, yo también lo hice.
Funcionó. Lo lograste. Confié en ti. Te ganaste toda mi confianza en apenas unos meses.Pensé que todo habían sido imaginaciones mias, que eras una buena persona y que todo aquello malo estaba en el pasado. "No volverá a hacerme daño".
¿Sabías?
De verdad te había perdonado. De verdad había decidido olvidar todo lo pasado. De verdad confié en ti y de verdad te quería.Pero siempre es así, ¿no?
Yo siempre confío. Siempre confío en quien no debería.
O no. O quizás siempre confío en quien debo confiar y lo hago todo bien y la gente también lo hace todo bien porque, ¿como querer a alguien como yo? ¿Como ser amiga de alguien así?
Soy rara.
Esa palabra me define.
Soy rara y es normal que no quieras ser mi amiga. Soy rara y está bien todo lo que me hiciste.
Te entiendo. Probablemente yo hubiera hecho lo mismo.El punto es que esa nuestra amistad y confianza no duró mucho. ¿Cuanto duró? ¿Un mes? Quizás incluso menos.
Rápidamente demostraste ser quien yo pensaba que eras desde un principio.Y ahora solo tengo una duda. Una duda bien pequeña pero una duda que me come por dentro:
¿Hacía todo esto parte de un plan? ¿Llegaste alguna vez a verme como una posible amiga tuya?Bueno, lo que sí sé es que en cuanto nos hicimos amigas empezaste a pensar en cómo destruir mi vida.
Pertenecíamos a un grupo muy grande de amigos, normal que lo primero que se te pasara por la cabeza fuera "tengo que quitarla de aquí".Primero contagiaste a las chicas, tus amigas. Entonces hicieron un grupo aparte para hablar mal de mi.
¿Era eso necesario? ¿Contribuía eso a tu felicidad? ¿Por qué...?Y como si eso, vuestro odio hacia mi, no fuera lo suficiente se inventaron mentiras sobre mi.
Mis únicos amigos eran chicos, unos pocos chicos que pertenecían a ese grupo, entonces sólo tenías que hacer que ellos me odiasen para acabar por completo con mi vida social.
Y eso fue una tarea muy fácil.Con todas las chicas y los demás chicos en tu equipo (y con todos ya odiándome sin razón aparente), un par de chicos más no sería un inconveniente.
Mentiras. Mentiras y mentiras.
Lo peor es que ellos creyeron esas mentiras.
Mis propios amigos, mejores amigos, creyeron esas mentiras y se alejaron.
Y ya está.
Así fue como alimentaste tu ego y tu felicidad. Así fue como me destruiste socialmente y así fue como hiciste que dejara de ser yo, que dejara de ser aquella chica que siempre estaba feliz.
Así fue como nació esta chica que jamás está feliz lo suficiente. Esta chica que llora todos los días sin cualquier motivo, esta chica que odia la vida pero es demasiado cobarde como para terminar con ella.

ESTÁS LEYENDO
Te entiendo...
Mystery / Thriller"¿Qué quieres que te diga? ¿Cómo explicártelo? Cariño: tú me rompiste el corazón. [...] Y ahora lo sé, sé que hay personas que están hechas para amar y ser amadas pero yo no soy una de ellas. Yo no puedo ser amada, sólo puedo amar. Porque, dime, ¿q...