Capitulo 11

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Una silueta apareció frente a mi, fue algo fugaz ya que a los segundos desapareció, pero fue suficiente como para hacer que yo diera un gran respingón que me trajo grandes consecuencias.

— ¡Shit! - grite en el momento que la rama se quebró gracias a mi brusco movimiento en un vano intento de no caerme. Me golpee la quijada con la misma rama y me precipite varios metros abajo.

Pero unos brazos me atraparon antes de enterrarme como caricatura en la tierra, unos brazos muy conocidos para mi. Y entonces observe esos brillantes ojos los cuales yo no podía percibir su color original.

Sigo sin entender porque este idiota causaba en mi semejantes sensaciones, tanto así que mi torpeza se incrementaba al punto de idiotizarme como una niña descerebrada.

Que asqueroso es estar enamorado.

— Su-sueltame. - demande, no tan autoritaria como me hubiese gustado sonar.

Además... ¿Yo tartamudeando? Definitivamente esto que me esta pasando es una asquerosa enfermedad.

— ¿Porque habría de hacerlo? - el muy cínico me sonrió coqueto, yo frunci el ceño, sintiendo mis mejillas arder.

Entonces recordé a Emrra.

Me zafe de sus brazos con algo de brusquedad, manteniendo mi expresión de amargada y acomodando mi bufanda alrededor de mi cuello.

— Cuando no, tu de amargada. Deberías de relajar las tetas cariño, o vas a envejecer mas rápido. - ¿Acaso estaba intentando ser gracioso? Pues a mi ni puta gracia me hizo aquel comentario.

— Yo que tu me protegería las bolas. - le respondí con sequedad, lo que causo en el una potente carcajada que me dejo un pitido en los oídos.

— Ya extrañaba tu mal genio, querida. - y me dio un ligero golpe en la quijada a modo de juego, yo no pude evitar sonreír de lado. Cuanto lo extrañaba.

— Deja de joder Puppeteer.

Por un momento había olvidado a la zorrita de su novia, pero definitivamente esa tipa nunca saldrá de mi cabeza en su totalidad mientras este con el idiota frente a mi.

Bueno, estuve buscándolo y planeando en como delatar a la marioneta esa toda la noche, pero falle en el momento en que lo encontré. Intente recobrar valor para decírselo pero ese poco que había acumulado pareció irse con el viento.

Alguien me volvió a la realidad, recordandome lo del día anterior, y lo planeado esa misma noche. Ese alguien era cierta vocesita en mi cabeza.

Ya lo tienes frente a ti Zero. ¡Aprovecha! - Sep, Alice, aveces me olvido por completo que esa estúpida reside dentro de mi, pero odio admitir que concuerdo con lo que acaba de decir.

Pasaron unos minutos de silencio en los que Puppeteer se sentó en el tronco de la rama que yo había roto y que ahora estaba medio destrozada junto al árbol.

— Hey. - llame su atención, el me observo al instante. Me puse rígida en el momento que sus brillantes ojos se clavaron en los opacos mios.

— ¿Aja? - fue lo que respondió, y logre percibir que estaba algo pensativo, como ido. Deje escapar un profundo suspiro.

Me arme de valor, aunque eso es algo que jamas me abandonaba, o eso creía yo.

— Tengo algo que decirte. - solté al cabo de unos segundos, dubitativa, aun así mantuve mi tono de voz lo mas firme posible, sonando algo tosca.

Entonces la mirada que me dedico me dejo confundida. Parecía... ¿Nervioso?. Levante una ceja, no entendiendo el repentino cambio en su semblante. Entonces note algo mas en su expresión, acaso era eso... ¿miedo?

No pude evitar enmarcar nuevamente una ceja.

¿Acaso ya lo sabia? ¿Lo sabia y seguía con ella? ¿Se estaba dejando clavar los cachos? ¿Pero que...? ¿Osea What? ¿Que carajos le ocurría? ¿Que acaso era idiota?

Una indescriptible ráfaga de ira se incendio en mis grisáceas pupilas, a la vez que se dilataban.

Frunci el ceño con fuerza, dejando escapar el aire que hasta ahora me doy cuenta que estaba conteniendo.

— ¿Te sientes bien? - le pregunte al ver que no decía nada, intentando no sonar tan tosca y seca, fallando en el intento.

Guarde mis manos en los bolsillos de mi chamarra, cerrándolos en puños.

— Si, claro... - note que dudo un momento antes de continuar. - ¿Que es lo que ibas a decirme?

Afloje un poco mi expresión, cerrando los ojos por breves segundos antes de continuar.

Debía decírselo, sin importar si lo sabia o no, simplemente cumpliría con decírselo.

Lo que pasase después era cosa de él, ya yo no podía meterme en eso.

— Ah, bueno... Pues. - hice una pausa. Soltando un suspiro. - esto no te va a gustar.

El levanto ambas cejas, parecía sorprendido.

— ¿Porque estas tan segura de que no me va a gustar? - pregunto. ¿Que?

Ahora si que estaba mas confundida que antes. ¿Acaso ya lo sabia y le gustaba que le fueran infiel?

Imposible.

— ¿Que? - ¿A que se debía aquello? Esta conversación se desvío de su rumbo. - ¿A que te refieres?

Puppeteer ladeó la cabeza, como un cachorro confundido, por un segundo mi corazón de piedra se detuvo.

— No aguanta, ¿A que te refieres tu? - se levanto lentamente de la rama mientras hacia aquella pregunta, dando luego un paso al frente.

— No te estoy entendiendo, Puppeteer. - me recoste en la corteza del árbol donde minutos antes yo estaba trepada.

— Se supone que eres tu la que me iba a decir algo ¿No? ¡Yo soy el que esta confundido!.

— ¡Si! Pero tu dijiste... - el me corto.

— ¡Esta bien! ¡Esta bien! ¡Ya lo sabía! Ya se lo que me ibas a decir, ya se todo lo que has tratado de evadir todos estos días.

¡Lo sabia! ¡Sabia que lo sabia!

Espera... ¿Que...?

Quede muda al procesar lo ultimo de su frase. Mas confundida que antes, pero que... ¿Que es lo que el creía que yo iba a decirle?.

¿Ultimas semanas? ¿Evadir? ¿Yo...?

Algo hizo "Click" en mi inactivo cerebro, causando que los engranajes volviesen a fusionar y entonces toda la neblina de aquella conversación se despejo con una ráfaga de viento.

Oh, rayos.

.

.

.

.

El próximo es el final ~(:'v)~

Odio Amarte [Zero X Puppeteer]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora